Pues aunque el pronóstico para hoy era de agua, salimos a dar un voltio con la moto.
Hacía ya un mes y medio que Eva no se subía a la moto por un problema de lumbalgia, y ya tenía "mono" de moto, así que con agua o con sol, hoy, que ya se encontraba mejor, decidió probar suerte.
Cuando salimos el tiempo quería engañarnos, pues lucía el sol tímidamente, aunque no muy lejos se veían nubes cargaditas de lluvia.
Rutearíamos por la costa, tocando pueblecitos por los concejos de Gijón y Villaviciosa.
Empezamos la ruta muy malamente: poco antes de salir de la ronda, la moto se "queda muerta". Paro en el arcén.
Estoy alucinando. Según el trip queda gasolina de sobra, para unos 100 km. Viendo eso, empiezo a pensar en la bomba de la gasolina.
Pruebo a poner reserva, a ver si es que tiene poca chofla (en el depósito suena gasolina)... pero nada.
Mientras tanto, la DGT para detrás (temblaba pensando que me iban a pedir el chaleco, triángulos, etc). Les explico lo que pasa, me preguntan si tengo asistencia -parece que no se fían de mis dotes de mecánico-, y se quedan mirando desde el coche.
Así que saco la bomba de la gasolina, rabilo en las conexiones, y pulso START.
BRUMMMM! ron ron ron ron ron... musica celestial para mis oídos. La moto arranca.
Nos despedimos de los agentes y continuamos la marcha. Como estaba convencido de que había sido un problema de la bomba, vuelvo a poner el gripo en ON, en vez de RES.
Y poco más allá vuelve a fallar.
Mierda!
Vuelvo a sacar la bomba, esta vez la desmonto, limpio los contáctos y conexiones (que por cierto estaban en muy buen estado, lo que me hacía pensar que no era la bomba).
Esta vez no arranca.
Entonces pruebo a poner otra vez RES. Esta vez arranca. Está claro que es falta de gasolina en el tanque.
Ya más tranquilo, seguimos por el Infanzón y paro a repostar. Nada menos que 22 litros de caldo me llevó el tanque.
Explicación al misterio: el cenutrio que me echó gasolina por última vez, no llenó el tanque, (no sé que parte de "lleno" no entendió) y lo debió dejar en 3/4 de capacidad.
Aprovecho para ajustar con una allen ela inclinación del manillar. Ahora ya está en su sitio.
Y volvemos a rodar.
Aunque el asfalto estaba húmedo, lo pasamos bien, y exploramos pueblecillos, ramales, caminos... mientras empieza a llover intensamente.
Pasamos por lugares muy bonitos que no conocíamos aún, y enlazando caminos y caminos llegamos a Tazones.
Allí había varios customeros tomando algo en una terraza cubierta, que nos saludaron cuando pasamos por delante de ellos en la Africa Twin.
Aparcamos la moto junto a las suyas (mi buena obra del día :risa: ) y nos vamos a tomar un caldito riquísimo al Imperial.
Cuando marchamos seguían los custom (únicos moteros que vimos en todo el día de hoy) en la terracilla. Les despedimos con un toque de bocina mientras nos decían adiós con las manos.
Seguimos ruteando por caminos hasta que la lluvia empezó a arreciar y el viento a soplar más en serio.
La visibilidad era muy mala y decidimos que por hoy, ya valió. Cogemos la autopista para volver.
Lo mejor de todo es que Eva no se resintió ni sintió molestias.
Y aunque el día no era el mejor para rutear, nos prestó la tira esti paseín domingueru.
Vssssssss,
Chus.
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