VIAJE EN MOTO A CROACIA (Crónica terminada + Epílogo)

[snowbiker]

Viaje a Croacia 4ª parte; Troguir – Brac

De vuelta a la costa, nos percatamos que el sur de Croacia iba a ser más turístico que el norte, hermoso, como veremos más adelante, pero menos “autentico”. Y aunque después de tener los ojos encharcados en los recuerdos de Pilivice, parece que ya nada te puede sorprender, el viaje te da otro giro inesperado y te planta en medio de una de las zonas mas “in” de Croacia. Salvando las distancias, Troguir es casi como el puerto de Ibiza; buenos Yates, mucha gente guapa, Pubs con camareros/as que parecen salidos de una pasarela, y mucha fiesta con pubs y discotecas que toman la calle para darle un ambiente sofisticado a estas paredes que han sido fortín y que fueron concebidas para menesteres menos lúdicos.

Pero la ciudad, patrimonio de la UNESCO es preciosa. Construida en la época medieval en un pequeño islote, servía como primera defensa ante la posible incursión enemiga al golfo que hay frente las costas de Split, cerrando la posibilidad que los buques enemigos entrasen por la retaguardia echando al traste con cualquier defensa de la entrada directa a mar abierto. Sus calles antaño custodiadas por soldados, ofrecen hoy a los turistas una visión cercana a Toledo o Besalú; calles muy estrechas, en las que una configuración caótica facilita la aparición de rincones en los que dejar volar la imaginación por su plasticidad casual.



















El reducido tamaño de Troguir permite que se pueda realizar la visita en pocas horas












De noche cambia radicalmente el paisaje…








A la mañana siguiente me levanté con fiebre y tosiendo… y estoy seguro que algo tuvieron que ver los Pubs de Troguir y su ambiente “vistoso”… pero como soy un poco chicarrón del norte y desoyendo el consejo de Snowbikera quise continuar, así que cargamos la moto y nos dirigimos a Split para tomar rumbo a la isla de Brac que tiene la “punta de Bol”, según dicen, es una de las mejores playas de Europa… Y claro, ¿Cómo le voy a llevar la contraria a Snowbikera?... Me podría caer una muy gorda…
Una vez embarcados en el ferri noto que la fiebre va a más, y que estoy empezando a sudar mucho, echo mano del botiquín para calmarme un poco, pero el efecto es momentáneo, así que decidimos coger la primera cama que encontrásemos al llegar a tierra, descartando la opción de buscar algo en la famosa punta de Bol.





Al tocar tierra la suerte nos manda una de esas sonrisas que de vez en cuando nos tiene reservadas el destino. Una señora que hablaba un inglés muy bueno pero con un marcado acento alemán, propietaria de un sobe, y que sostiene la teoría que en su casa posee el mejor jardín de todo Croacia, nos ofrece un sobe a precio razonable. Aceptamos de inmediato, pues las fuerzas ya me flaqueaban y necesitaba meterme urgentemente en una cama.

Aquí fuimos protagonistas involuntarios de una anécdota que recordaremos durante años;

Al llegar, yo fui directamente a la cama sin ni siquiera descargar la moto, simplemente cogí lo más esencial, y me metí en cama. Serían las 11 de la mañana, y si ya por la naturaleza de nuestra matrícula de Andorra despertábamos curiosidad allí donde íbamos, imaginaos lo extraño que es que dos turistas jóvenes, estando en una isla preciosa, lo primero que hagan sea meterse en la cama. Para más inri, al poco rato Snowbikera saíó de la habitación y preguntó cómo ir al centro del pueblo. Al regresar, llevaba una bolsa de una farmacia y otra cargada de fruta. No salimos de la habitación hasta la mañana siguiente.
Al despertar el nuevo día, me encontraba mucho mejor, aún estaba un poco tocado, pero la fiebre ya había bajado y casi no tenía tos, la anécdota se produjo al salir; estaban la propietaria y su nuera charlando en el porche de la casa, y al vernos salir, nos dedicaron una sonrisa pícara y nos miraron de arriba abajo como diciendo; Un día entero… campeones!!!
















La punta de Bol… muy guapa, pero con unos pedruscos que parecen bolas de Ping-Pong… no estamos acostumbrados a ese tipo de playas, pero tiene un encanto fuera de toda duda.







La siguiente foto la he pillado prestada para que lo veáis con prespectiva;







Lo que fue todo un descubrimiento fue Pucisca y la carretera de acceso. No os engaño, quizá es una de las carreteras más bellas que he recorrido jamás, con un buen firme, curvas de todo tipo, sin tránsito y con unas vistas al adriático y a la costa “continental” de Croacia que tardaré años en olvidar. La recorrí varias veces por el puro placer de recorrer-la.







Ay el futbol...



Al fondo, el continente;





Y el baloncesto…





Las chicas descansando

Continuará...

(mas fotos de esta parte en: http://www.facebook.com/media/set/fb...closeTheater=1)