He vuelto a releer la crónico y no pierde un ápice de fuerza, aventura, intriga ni capacidad de dejarte enganchado esperando la crónica del día siguiente para ver como resuelve Iker la papeleta.

Tiene ese halo de aventura que imagino que nos mueve a todos los que hacemos trail. Claro que cada uno vive aventuras en la medida de sus posibilidades, físicas y/o mentales. Pero las crónicas como esta son las que nos empujan a dar otro paso más largo, a ir un poco más lejos, a explorar un sitio más recóndito.

Gracias Iker, por vivirlo y compartirlo.