Huevón, huevón, huevón.... Pon la crónica ya!!!
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Huevón, huevón, huevón.... Pon la crónica ya!!!
Toca poner bote para un ordenador nuevo, porque el mío está empachado con los vídeos en HQ
Voy pa tu casa que me queda medio bote de vaselina
Con medio no hacemos ná, trae un bote industrial.Iniciado por jokerdh
Voy pa tu casa que me queda medio bote de vaselina
Tienes que añadir al gasto del viaje las dos tarjetas de memoria destrozadas por un virus moruno en un ordenador de un camping y su recuperación en España.
Un poco más y nos quedamos sin material para colocar aquí.
Viva la Domitrasto! Se ha portado como una campeona.
Un año más, tocaba bajarse a Marruecos con los amigos a disfrutar de desiertos, oasis, pistas de montaña, mucha piedra y bastante arena.
Y además disfrutar de la cortesía, amabilidad y gastronomía local.
Todos los años nos pasa lo mismo, hasta el último momento (tres o cuatro días antes de la salida), no sabemos con certeza quien va a venir, de que manera vamos a bajar a Marruecos, ni el recorrido exacto que vamos a realizar.
Teniendo en cuenta que suelo ser yo el que organiza el viaje, esto le añade algo de estrés al tema, pero la verdad es que me gusta esa incertidumbre y cambiar los planes.
También me obliga a estudiarme varias opciones, y sobre todo es una de las razones por las que tengo una trail ligera y fiable, que lo mismo me permite bajar hasta el sur de Marruecos montado en la moto sin depender de un remolque, que pistear y complicarme la vida.
Con una moto de enduro me lo pasaría mejor por zonas dificiles a costa de requerir una logística complicada para llevar la moto hasta allí, y con una maxitrail iría muy cómodo por carretera pero lo pasaría mal por campo y no disfrutaría de algunas de las mejores experiencias que te ofrece ir a Marruecos para los amantes del offroad.
No me enrollo más, aquí va la crónica:
En principio parecía que solo íbamos a ir Xfree con su Dominator, y yo con la DR 650, ya que otro compañero con el que solemos bajar todos los años no podía en esta ocasión.
Por razones económicas, y de comodidad, la idea era llevar las motos metidas en un furgón hasta Algeciras, dejar ahí la furgoneta y cruzar con las motos para posteriormente bajar al desierto.
El año anterior habíamos estado pisteando por el norte del país, y el anterior por la costa atlántica, así que tocaba volver al desierto puro y duro.
Unos días antes, realizamos una salida con otros amigos, y JokerDh se emocionó tanto con nuestras anécdotas marroquíes que al día siguiente nos llamó para decirnos que se apuntaba al viaje.
Afortunadamente quedaba sitio en el furgón.
Como queríamos que su primer viaje a Marruecos fuera memorable, reorganicé el viaje para que incluyera zonas muy llamativas y típicas del país, así como algunas visitas turísticas.
Es decir, un tour estupendo aunque con algo más de kilometraje de lo previsto originalmente. Aguantarían las motos?
El primer día salimos de noche con las motos cargadas en la "flagoneta", y tras unas cuantas horas de viaje llegamos de madrugada a Tarifa donde descargamos las motos (en Tarifa no llaman la atención las furgonetas hippies), y nos dirigimos directamente al barco para coger el primero del día.
En el trayecto hacía Tanger, intentamos pegar alguna cabezada, con escaso éxito, y hacemos acopio de botellas de whisky en la tienda.
Un par de horas de trámites fronterizos después, abandonamos el puerto de Tánger para dirigirnos a Chefchaouen, donde nos pegamos una buena comilona para recuperar fuerzas, y realizamos un pequeño paseo por la ciudad.
Con algo más de fuerzas, pero aún muy cansados porque llevamos muchas horas sin dormir, decidimos ir por asfalto a Fez para que JokerDh conozca esta magnífica ciudad, y buscar un hotel barato donde descansar decentemente.
Nada más llegar perdemos algo de tiempo con unos "buscavidas" que prometen llevarnos a un hotel barato, pero nos intentar colar un "riad" de cien pavos la noche.
Les damos esquinazo y nos vamos a la ciudad nueva, donde sé por experiencia que se pueden encontrar hoteles a mejor precio.
Aquí la Funduro se queja por primera vez, rompiendo el filtro de gasolina. JokerDh lo soluciona en un plís, y acabamos en el hotel Amor (ummmm), donde ya estuve hace unos años. Aquí Xfree y JokerDh empezarían a intimar en lo que a lo largo del viaje se convertiría en una bonita amistad (con roce).
Aquí decidimos disfrutar de una experiencia que todo el que va a Marruecos debería vivir, coger un "petit taxi" para ir al centro. Ahí es donde se ve la pericia que puede desarrollar un conductor, y lo absurdas que pueden ser algunas maniobras para ganar décimas de segundo (riete de Fernando Alonso).
Unos cuantos bocinazos, frenazos y dos euros después, estamos en la medina de Fez.
Paseito por los callejones y cena con vino camuflado en una botella de Coca Cola.
Al día siguiente, con energías renovadas, seguimos por asfalto hasta Ifrane, precioso y lujoso pueblo de montaña. Casi todas las familias ricas del país tienen aquí una segunda residencia, aprovechando la cercanía a estaciones de esquí. También tiene una prestigiosa universidad privada.
A partir de aquí, y para los próximos días, ya tocar hacer pistas, con tramos diarios de entre 200 y 300 kms.
Este primer día son pistas bastante rápidas, con poca dificultad pero paisajes espectaculares. Rodar todo el día sin apenas ver una carretera no deja de ser llamativo para un europeo. Vamos introduciéndonos por el Atlas hacia el sur.
Nos encontramos con un raid femenino francés compuesto de varias docenas de coches, con el que nos volveremos a cruzar varias veces a lo largo del viaje.
Algunas pistas de montaña por zonas boscosas son espectaculares.
Y llegamos a Midelt, donde nos alojamos lujosamente en el camping municipal.
Al día siguiente, realizamos una ruta espectacular, que nos lleva por el circo de Jaffar.
Las semanas anteriores han tenido lluvias torrenciales, y las pistas están destrozadas. Nos toca vadear unos cuantos riachuelos.
Esta ruta tiene muchos kilómetros, y cuando solo nos faltan unos 40 kms se nos hace de noche. Además nos hemos saltado la única gasolinera en Imilchil en un claro fallo logístico, y para ahorrar combustible Xfree y JokerDh se tiran cuesta abajo por la montaña con el motor apagado y de noche.
Finalmente llegando a las gargantas del Todgha, se quedan sin gasolina, y me toca ir y volver con la DRomedaria a Tineghir, 15 km más lejos, para repostar y traerles combustible, mientras ellos disfrutan de té caliente en una terraza frente a la garganta.
Continuamos hasta un camping que conozco de varios viajes, y por un módico precio nos cogemos una habitación.
Al día siguiente, terminamos de cruzar el Atlas y ya nos vemos envueltos en paisajes claramente desérticos.
En una larga llanura, JokerDH pierde una bolsa. Mientras tanto Xfree y yo nos echamos unas risas esperando a ver cuanto tarda en darse cuenta y volver.
Al poco, la Funduro sufre un pinchazo, resuelto rápidamente por su propietario, que sorprendentemente carga con un compresor de aire en las alforjas.
De nuevo se nos hace de noche en las pistas, y nos encontramos de manera inesperada con algunas dunas en la pista. Al ir el primero, realizo un bonito vuelo de varios metros sin consecuencias que nos incita a ser más prudentes.
También nos encontramos con la primera manada de dromedarios.
Llegamos de noche a Merzouga, a nuestro alojamiento favorito donde montamos las tiendas y cenamos en la terraza viendo el cielo estrellado que solo puede verse en el desierto.
Al día siguiente, pequeña revisión de las motos y nos vamos a rodear Erg Chebbi, las mayores dunas de Marruecos.
Primer contacto con las dunas para la Funduro.
La fauna del desierto no deja de sorprender.
Cuando estamos a mitad de camino, es decir del otro lado de las dunas, empiezan los problemas serios.
Se le ha salido la cadena a la Funduro, y se ha quedado más retorcida que una suegra.
Al parecer la corona ha sufrido mucho desgaste y solo le quedan la mitad de los dientes, provocando que se saliera la cadena.
Despues de volver a colocarla, y estando retorcida, vuelve a salirse dos o tres veces más. Finalmente, tensándola al máximo y siguiendo a baja velocidad conseguimos llegar al camping.
Por la tarde se levanta una violenta tormenta de arena.
Tenemos que buscar una solución. Estamos en el punto más lejano de nuestro viaje, y la cadena de la BMW no parece querer continuar el viaje. Tenemos que tensarla al máximo para que no se salga, pero con tanto tejemaneje se ha estirado y hay que eliminar un eslabón.
El "simpático" mecánico de Merzouga no quiere saber nada (nada que ver con Mohamed el Gordito de Zagora, aquí hay una oportunidad de negocio potencial), e intentamos cortar el eslabón con un trozo de sierra sin éxito.
Finalmente el dueño del albergue nos pregunta por el problema, nos ofrece una local donde meter las motos durante la tormenta, y desaparece durante una hora con la cadena. Nos la devuelve con el eslabón recortado perfectamente, permitiéndonos arreglar la moto.
Así que ya sabéis que en el albergue "Les portes du desert", al sur de Merzouga en la carretera hacía Taouz (es el último del pueblo) os tratarán muy bien, a buen precio, tienen cerveza fría y vino para los borrachines, y aunque acampeis podéis utilizar la piscina.
La inoportuna avería de la BMW, así como la tormenta de arena nos han impedido salir a jugar por las dunas el día anterior, y hoy nos toca una etapa larga hasta Zagora, así que solo salimos un cuarto de hora a hacer los cafres antes de iniciar la etapa del día.
Nos hubiera gustado pasar más tiempo disfrutando de la arena de Erg Chebi, pero se nos acaba la semana y aún tenemos muchos kilómetros por delante.
Pues hala, tirando hacía Zagora.
Originalmente íbamos a ir a Mhamid, pero los problemas de transmisión de la Funduro, y el hecho que haya más talleres en Zagora nos incitan a la prudencia... de momento.
Tras unas espectaculares pistas por el desierto, excesivamente saturadas de tráfico turístico, llegamos a Remlia, donde decidimos tomar el té mientras meditamos una decisión trascendental, y de paso charlamos con unos maños que van con una KTM 625 y una DRZ 400.
En Remlia hay un río de arena blanda bastante difícil de superar, sobre todo con motos cargadas o coches que no sean 4x4 duro de los de antes. Aunque me apetecía pasar por Remlia, un compañero de foro me había pasado una alternativa por el norte para evitar ese paso tan duro.
El estado de la corona y cadena de la BMW aconsejan elegir la alternativa menos difícil, así que consultamos a JokerDh. Su repuesta, pasamos por Remlia!
Y vaya que si pasamos, véase el vídeo más abajo.
Finalmente se nos hizo menos complicado de lo previsto, seguidos muy de cerca por unos lugareños en Land Rover que no se fiaban de nuestras habilidades y nos brindaban su ayuda, previo pago.
Durante todo el trayecto tuvimos bastante viento con arena, que sin llegar a ser la típica tormenta del desierto, resultaba bastante molesto.
Y llegamos al lago Maiden, que después de las lluvias de las semanas anteriores aún estaba parcialmente inundado.
JokerDh por fin podía dar uso al equipo de submarinista que llevaba cargando todo el viaje.
El último tramo de la pista Merzouga - Zagora, unos 40 kms, ahora es una autovía sin asfaltar, que le ha quitado bastante encanto a esta ruta, ya que antes se cruzaba un puerto por una pista retorcida muy divertida. Aunque gracias a esto por una vez hemos llegado de día.
Y bastante cansados llegamos al camping Oasis Palmiers, que por ser clientes habituales nos deja una estupenda habitación a precio de acampada, y que también dispone de cervezas muyyyy frías.
Observese que, una vez más, le están quitando gasolina a la DRomedaria
Y aquí tragedia! Nos prestan un portátil para pasar los vídeos de la cámara a un pendrive, pero está cargado de virus y liquida las dos memorias.
Afortunadamente hemos conseguido recuperar unos cuantos vídeos, pero otros se han perdido.
Aquí, la batería de la Funduro empieza a dar sus primeros síntomas de fatiga.
A partir de este momento, y por cuestiones de tiempo, toca volver por asfalto.
Nos pegamos unas buenas sesiones de curvas por las montañas yendo hacia Marrakech, aunque la Funduro cada vez tira menos.
Y llegando a los barrios periféricos de Marrakech, tras un par de petardazos la BMW dice basta y se queda parada.
Analizando el problema, decidimos que lo más probable es que la batería esté muerta.
Después de un curioso periplo, que nos lleva a negociar con un chino empresario, que le vende motos a marroquíes (la globalización), conseguimos una batería relativamente parecida, y podemos continuar hasta el camping "Le relais de Marrakech", mi alojamiento favorito en esta ciudad, por su ambiente, sus precios, su piscina, y sus.... cervezas frías.
Un poco de turismo por la ciudad, así como una buena cena en la plaza Djma El Fnaa (a precio de turista novato), y a la piltra.
El día siguiente, decidimos subir relajadamente por la costa haciendo turismo. Primera parada El Jadida, antigua ciudad portuguesa fortificada.
Pero cuando vamos llegando a Casablanca, el estado de la corona de la BMW es alarmante, no parece que vaya a poder llegar a España.
Decidimos coger la autopista e intentar llegar lo más lejos posible.
Finalmente conseguimos llegar al puerto de Tanger Med tras un palizón de autopista, pero perdemos el barco y no salimos hasta las dos de la mañana.
Desembarcamos en Algeciras, y de camino a Tarifa nos pilla una tormenta bestial. Llegamos calados a las cinco de la mañana, y nos buscamos un hostal para descansar.
Al día siguiente toca retorno en furgoneta.
Llegados a Alicante, sacamos las motos y cada uno para su casa.
A dos kilómetros de llegar, la corona de la Funduro dice basta, y acaba el viaje en grúa, pfff, por los pelos.
Un pequeño vídeo resumen del viaje, aunque faltan algunos trozos buenos por culpa del virus informático.
Muy buena crónica y estupendo viaje el que os habéis marcado.
Coincido con vosotros en que para disfrutar de una experiencia como esta no hace falta tener el último modelo de moto ni cuentas corrientes en Suiza.
Lo verdaderamente importante es no perder la ilusión y mantener el espíritu de buscar nuevas experiencias.
Muchas gracias por el curro que te has metido con la edición, (siempre es un rollo al regreso ponerse con estas historias...)
Saludos y con esta filosofía no me importaría compartir viaje con vosotros.
Un saludo.
Leyendo esto dan ganas de irse hacia allí.
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