Me encanta el viaje, la crónica, y del vídeo...
Gracias por compartir y por el curre!!!
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Me encanta el viaje, la crónica, y del vídeo...
Gracias por compartir y por el curre!!!
Gracias chavales, vamos con otro episodio de la crónica
Día 7. Dobrilovina - Ovcar Banja. 406 km, 12h30h
Hoy nos espera una etapa dura y que, a priori, no tiene gran encanto. Además no hay mucho alojamiento hasta el destino, osea que hemos de hacernos los kilómetros que toquen.
Nos levantamos tempranísimo para que no se nos coman los imprevistos. Cubrir 400 km por secundarias y terciarias por Serbia promete ser un reto para nosotros. Vamos allá!
Empezamos el día retomando las preciosas carreteritas Montenegrinas, dirección sur.
No lo dijimos, pero esta región vuelve a ser parte del Parque Nacional del Durmitor, en particular estamos en el Cañón del Río Tara, así que os podéis hacer la idea de que va a ser bonito.
A estas horas de la mañana en este cañón hace un frío de cojones!
Al Sol todavía le costará unas horitas penetrar del todo.
Seguimos devorando curvas y en unos kilómetros viramos al este dirección Serbia. Cruzamos el río Tara por el puente Durdevica. Es un puente bastante famosillo por ser una proeza de la ingeniería cuando se construyó (años 30) y por haber sido, como os imaginaréis, de gran valor estratégico durante las guerras.
¡La caída es de 172 m hacia el río!
Y las vistas que ofrece son sencillamente únicas.
De allí a la derecha venimos!!
Una miradita atrás antes de seguir
En unos kilómetros más entramos en Serbia.
Al llegar a la frontera vemos que a penas tenemos dos o tres coche delante de nosotros así que pensamos que iría rápida la cosa, pero no. Los papeles los miran, los vuelven a mirar, los fotocopian, los vuelven a mirar, los escanean ... total que nos tiramos como 20 minutos para cruzar. Aún así no es demasiado para lo que hemos leído por ahí y estábamos a la sombra, no podíamos quejarnos.
Estábamos un poco acojonadillos porque nos habían contado que los policiías serbios no son muy conocidos por su simpatía, así que intenta ser lo más educado posible. Urmila lleva encima los pasaportes y los papeles de la moto. Ella se encarga de los trámites y así vamos más fluídos. Cuando te llega el turno ya lo tienes todo preparado y eso les gusta.
Total, que nos aproximamos a la garita y Urmila con una de sus mejores sonrisas le da los buenos días y le entrega toda la documentación.
Cuando el tío ve que somos españoles, de repente, nos responde con una magnifica sonrisa y entusiasmado nos dice: España! Nadal!jajajajaj
Casi nos meamos de risa. Nosotros preocupados y resulta que este tio era super majete. Aunque no supo decirnos nada más nos hizo entrar en el nuevo país con una agradable sensación. Y es que te encuentras de todo en todos los sitios ....
En fin, a partir de aquí hicimos pocas fotos. La verdad es que esta zona del país está muy destartalada y feota. Habían zonas de verde, pero mucha basura por todos lados, tráfico industrial, indústrias feas feas, ciudades desangeladas...
Íbamos avanzando con la sensación de haber elegido la ruta equivocada, porque no nos estaba gustando nada.
Para romper con esta dinámica teníamos por delante un desvío en un pueblo llamado Prijepolje, que nos llevaría por una carreterita cuaternaria por un atajo que nos adentraría en la Reserva Natural Klisura Reke Milesevke, con monasterio incluído. Suena bien, ¿no?
Cruzamos el pueblo, el GPS nos dice que tiremos por un puente miserable semidestruído y de pronto lo que siempre nos tememos: la carretera cuaternaria es una pista estrecha llena de grava muy suelta.
Nos detuvimos, nos quitamos la ropa de moto (he dicho ya que hacía calor?) y barajamos nuestras opciones. Nos apetecía salir de los pueblos y carreteras concurridas, pero esta pista estaba llena de mares de grava, con pendientes acusadas y no iba a ser precisamente corta. Además hacía bastante solete como para empezar con la sudada tan temprano. Tampoco sabíamos si el trozo de grava era corto o si, por el contrario, duraría hasta encontrar la siguiente carretera.
Por otro lado teníamos la alternativa de dar un rodeo por carreteras "normales", sumando 20 km, que en términos de tiempo no iba a ser mucho peor que ir por la pista esta.
Finalmente tomamos la opción cobarde y huimos por la carretara.
Y los kilómetros iban pasando y nosotros sin demasiada comida ni dinero local. Ojo avizor a ver si encontrábamos algún cajero, pero nada. El caso es que necesitaríamos efectivo para el camping, osea que de algún lado tendríamos que sacar pasta...
En esas que después de kilómetros de tragar humo de camiones que se podrían considerar reliquias llegamos a una ciudad importante, Novi Pazar. "Aquí tenemos que encontrar un banco". De repente, era como si nos hubieran teletransportado a la India, con sus ciudades caóticas, llenas de coches, motillos, abuelos, chiquillos .... horrible y agobiante a más no poder! Estuvimos moviéndonos arriba y abajo, preguntando en el caos de ese sitio, sucio, feo, masificado y después de dar vueltas y preguntar unas cuantas veces nos hicimos con un banco. Ya estábamos más tranquilos, pero a cambio nos habíamos pegado la sudada y habíamos aumentado la sensación de desagrado que nos dominaba durante todo el día.
Dejamos atrás la inmunda Novi Pazar ( o Novi Pozor como nos gusta llamarle --> Pozor=peligro en checo) y giramos hacia el norte.
Todavía nos quedaría un rato de zonas feotas, pero la cosa se va arreglando. Lo que no tiene arreglo es el calor insoportable que hace. El sol quema y la gente se esconde en sus casas.
Llevamos todo el día buscando un supermercado, medio grande, de los que tienen cosas envasadas y no hay que pedir nada al corte, pero intuímos que va a ser imposible. Desgraciadamente parece que en Serbia eso no se estila, aquí se surten de numerosos badulaques. Son tiendecitas al borde de la carretera bastante sencillas vistas desde fuera. Generalmente constan de un pequeño bajo al que han ganado terreno conquistando parte del terreno que tienen enfrente con un añadido prefabricado que usan de almacén y casi colapsa la entrada, impidiendo ver el interior.
A nosotros no nos mola mucho la idea, pero llegadas las 14,30 se nos agotan las opciones ya que tampoco vemos puestos de comida.
Nos dirigimos hacia un parque natural que hemos visto en el mapa, a ver si nos alegra un poco la vista.
Subiendo hacia el parque encontramos un badulaque con mesitas en el exterior con sombrillas así que echamos el ancla para comer allí.
Una vez dentro la verdad es que muy bien, con un surtido amplio, bebidas frescas, helados...
El jefe era simpatiquete, aunque claro, con la barrera del idioma era difícil decirnos nada. Una pena porque a mí me gusta pegar la hebra y él estaba también aburrido.
Comimos como unos reyes mientras la Tiger se derretía al Sol.
Tal vez nos entretuvimos de más, porque a lo tonto nos tiramos 1h30, pero hacía falta descansar.
Teníamos a tiro de piedra el Parque Natural Kopaonik, con las montañas más altas de Serbia y eso prometía!
Subimos una carreterita interesante para conducir, lo cual se agradeció mucho, de acusada pendiente. Algunos claros en el bosque nos permitían divisar los paisajes, pero lo cierto es que llegamos al pico sin poder vislumbrar demasiado el parque natural.
El tiempo se nos echaba encima sin mesura. El GPS nos aterrorizaba con una hora de llegada prevista inadmisible, así que decidimos no entretenernos en el parque y tirar millas. Una pena, porque seguro que tenía sitios chulos andando un poco.
Bajamos el puerto a full. Creo que no me he empleado más a fondo en todo el viaje. Aun así el GPS seguía sumando minutos. ¡Pero que le devuelvan este GPS a Colin McRae! Encima llevábamos enchufado detrás a un enlatado que se sabía la carretera al dedillo y todavía quería adelantarnos. Al final lo dejamos pasar no fuese que aun acabásemos mal.
Este puerto con el calorazo que hacía acabó con toda mi energía. Además, no lo hemos matizado, pero el estado de las carreteras distaba de ser óptimo. Menos mal que la Tiger se lo traga todo.
En la ruta teníamos marcado un monasterio medieval con unas pinturas murales interesantes, que había visto Urmila en internet, y que habíamos pensado que podríamos parar a visitar.
Cuando llegamos, la verdad es que a mí me apetecía como que me matasen tener que bajar de la moto, andar con las botas con el calorazo que hacía y al Sol, pero la alternativa era seguir sin parar, lo cual tampoco era ideal.
Le dimos la vuelta por la sombra y descansamos un poco en una fuente que había abajo con agua fresquísima!
Muertos a palás y con 100km todavía por delanteGO!
100 kilómetros que parecieron 200. Ya ni miraba el paisaje, simplemente conducía. De pronto, el GPS nos dice que hemos llegado. Lo cierto es que encontrar campings en Serbia es complicado. Google nos decía que aquí había uno, pero no encontramos referencias en ninguna web, ni mucho menos una web propia.
Al lado de la carretera y adyacente a un río había como un pequeño complejo lúdico, con un par de hoteles (uno de ellos pijales), casitas de fin de semana, un par de restaurantes... pero ni un puto camping!
Damos cuatro vueltas y cuando ya íbamos a preguntar vemos un cartel minúsculo que pone "auto kamp", pero escrito en cirílico.
Nos recibe uno mini perro histérico que se cree que nos va a echar del camping. Debe surtirle efecto normalmente, porque sólo hay una familia en todo el recinto.
Plantamos la tienda rápidamente con unas ganas de darnos una ducha impresionates. Nos vamos a hacer un reconocimiento de las instalaciones... y nos quedamos sin habla. Vale que sea todo cutre y viejo, pero yo creo que la higiene no es opcional.
Hacía una peste que no se podía respirar ahí dentro.
Y vaya por delante que no somos tiquismiquis ni asquerosillos, que pedimos poco... pero las duchas mejor ni os las enseño.
Prescindimos de ducharnos, echamos mano de toallitas húmedas, nos lavamos la cabeza en un fregadero lleno de arañas y meamos en el bosque...
Seguidamente fuimos a por unas cervezas al bar de arriba para que se nos borrase la imagen de los baños de la cabeza
Aquí sí que estuvimos agusto, hablando con la camarera, usando su WCy haciendo tiempo hasta que nos echaron y no nos quedó otra que volver al que llamaremos el camping "Chernobil", nos cocinamos la cenita y mañana será otro día.
En resumen, un día duro en todos los sentidos y desmoralizante culminado con el camping cochambroso. Y encima nos cobraron 12€!! (cuando el día anterior nos había cobrado 7€ en Montenegro) Carísimo!!!
Pero estas cosas forman parte de la aventura, así que esto no podrá con nosotros
Aventura sí pero ese Camping
"La aventura es la aventura" que decía Belmondo. Seguro que luego vinieron días mejores. Así lo espero
Un saludo.
Cuantos más seamos, más reiremos
Jajaja joer vaya baños amigos, me alegro que por lo menos tuviesen birras.
Probasteis a echar un vistazo al baño del mini perro histerico? Seguramente estaria mejor que el de la foto jajaja.
Buenisimas las cronicas
Iniciado por pilila
jajajaj Creo que acabamos usando justamente ese, que venían a ser los árboles que habían alrededor jajajaj
En fin ... aventurillas.
Lo gracioso es que al día siguiente también nos tocaba acampar en Serbia y ya íbamos acojonadillos .... ¿qué nos encontraríamos? .... lo sabréis en la siguiente entrega Muahahahahahaa. ...
pues no veo las fotos y el video tampoco (es por la GEMA aki en Alemania. No dejan ver videos con musica por cosas de derechos y tal y cual)
Ostras es verdad! Putadón
Creo que Vimeo no es tan estricto con esas cosas. Igual podemos subirlo ahí tambien
Ostras es verdad! Putadón
Creo que Vimeo no es tan estricto con esas cosas. Igual podemos subirlo ahí tambien
seria genial
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