Día 1. Valencia - Barcelona - Mar profundo



Salíamos a dar un paseo, o esa es la sensación que teníamos en el cuerpo.

Para este viaje nos decantamos por probar el ferry por primera vez para quitarnos kilómetros. A decir verdad yo era bastante reticente, porque económicamente no compensa y mis expectativas sobre cómo iba a ser el viaje a bordo eran bastante pobres.
Valoramos distintas posibilidades, viajar a Savona, Génova o Livorno, con Grimaldi o con GNV. Al final nos decidimos por Génova, por precio y conveniencia, pues sale a medio día y llegas allí por la mañanita, lo que te permite aprovechar el día y tirar millas, en lugar de tener que pernoctar en una gran ciudad.

Así las cosas, madrugamos menos de lo habitual para un viaje y salimos con esa sensación, la de ir a dar un paseo. Barcelona está a tiro de piedra si consideramos que nos solemos meter 1000km el primer día, aunque si para pillar un avión has de estar antes en el aeropuerto, para pillar un ferry ni te cuento. Como era nuestra primera experiencia, decidimos ser conservadores y tomarnos un margen extra por si había tráfico, nos equivocábamos o surgía algún imprevisto... y como todo fue como la seda, nos tocó esperar largo y tendido para embarcar



El ambiente estaba ya calentito, por las ganas de subir a la barcaza y por el calor que nos atizaba. Por suerte han preparado un toldo para que esperes a la sombra



En cierto momento apareció el sherpa que nos condujo al navío y nos adentramos en las fauces de la ballena con nombre presuntuoso.

A la que quisimos darnos cuenta ya nos habían atado la moto al suelo y como una manada de zombies nerviosos nos condujeron a los ascensores y nos elevaron hasta los pisos de habitaciones.

Un grupo de garçons de origen asiático (tailandeses??) se encargaba de acompañar a los camarotes a los clientes.

Aquí mi primera sorpresa, esto es lo que yo me esperaba :



y esto lo que nos encontramos:


Bien, no? Todo muy aseadito, pequeño como si de una autocaravana se tratase, pero nada mal

Eso sí, tardamos poco en percatarnos de un detalle; el aire acondicionado está puesto inequívocamente demasiado fuerte en todo el barco...

Habiendo dejado los trastos y vestidos de paisano, nos fuimos de reconocimiento para ver todas las instalaciones del barco.

Sala de fitness - cerrada
Sala de cine - cerrada
Piscina - vacía, cerrada

Así que nos fuimos a cubierta a pasar el rato







Conocimos a un par de españoles con los que estuvimos de cháchara casi todo el día, así que se nos hizo bastante corto.

Al caer la noche se estaba mejor en cubierta que dentro del barco por el maldito aire acondicionado.

Desde uno de los bares se oía jolgorio en la discoteca así que nos acercamos a echar un ojo. Y madre mía. Un buen grupo de chavalillos moritos había acorralado al DJ y le habían metido usbs en el portatil con su música molona y tenían secuestrada la dance floor XD

Ellos dándolo todo en la pista de baile...



Y nosotros aprendiendo y tomando nota desde un lugar seguro



Cuando nos cansamos, nos retiramos a nuestros aposentos, después de dejarle una manta a uno de nuestros coleguis, que se había pillado butaca y con el frío que hacía dentro del barco, corría peligro de hipotermia.

A dormir que esto de hacer pocos kilómetros se ha terminado! Mañana más y mejor!