Día 15. Kirsarvik - Preikestolen. 250km. 4h



Uno de los principales atractivos del viaje, al menos para mí, era hacer la excursión a "El Púlpito" o Preikestolen. En todo el viaje teníamos un día de contingencia pensado para ir a la bola en Nordkapp una segunda vez si al primer intento había mal tiempo, y/o para hacer lo mismo con la excursión al púlpito. Pero no adelantemos acontecimientos!

Primero tenemos que recorrer las curvosas carreteras que nos llevarán hacia el norte bordeando fiordo tras fiordo.

Encontraremos varios cortes por obras en el camino

Y gran variedad de paisajes




Y agua, mucha agua... cascadas caudalosas



Que alimentan los ríos de aguas bravas





La carretera 13 nos lleva a pasar por una de las cascadas más impresionantes y con más nombre del país, la Latefossen, que desciende bruscamente por la montaña para estrellarse contra el suelo justo a los pies de la carretera, vaporizando sus aguas sobre los que la transitamos.

Parada obligada!





Continuamos por la 13 disfrutando como enanos hasta Nusvik, donde tenemos que pillar otro pequeño ferry para cruzar el fiordo Boknaf









Pasado Jorpeland, nos desviaríamos a la izquierda para ir a buscar la carretera que sube hacia los pies de la montaña. Allí habíamos reservado una cabaña en el complejo más próximo al Preikestolen.
Esta, junto a la cabaña de Nordkapp fueron las únicas reservas que hicimos con mucha antelación antes de salir de viaje.

Serían las 11 o las 12 cuando emprendimos la subida por la carreterita. Encontramos una caravana de coches que se movía a trompicones, puesto que había control de acceso, supongo que para que no se amontonasen los coches arriba si no había sitio para aparcar. Nosotros nos fuimos colando buenamente como moteros que somos

Arriba, en el complejo, nos instalamos en nuestra casita y flipamos con el entorno.
253€ con cocina y ducha compartida. Nada mal para los precios que se manejan, teniendo en cuenta dónde estamos.





Nos vestimos con nuestros atuendos de paisano e ingerimos algunas viandas a las que llamaríamos la comida, antes de lanzarnos a subir los 3.5Km que nos separan de la famosa roca. Vamos! Que hace un día estupendo y solo puede ir a peor!!

Elena decide no acompañarnos, su espalda está mucho mejor pero no es cuestión de tentar a la suerte, además creo que le seduce más quedarse al solete contemplando el paisaje



El resto, a las 14.20 emprendemos la subida!



Esto no va de broma, aunque esta ruta la hacen todo tipo de personas con mejor o peor calzado, con niños y perros (muchos perros!) su nivel de exigencia sería normalmente catalogado como medio/alto en condiciones climatológicas favorables.





Hay algún llano de pachangueo para descansar de tanto pedrusco.





Hay MUCHA gente, una barbaridad. En ciertos momentos roza lo surrealista. No veo ninguna foto que refleje los peores momentos, espero tener algún vídeo, pero hubo momentos en los que los que bajaban y los que subíamos sencillamente no cabíamos. Peor que un centro comercial! Esto nos jodió bastante porque no podíamos mirar el paisaje, con vigilar dónde poníamos los pies y que ningún "prisas" nos empujase fuera del camino teníamos suficiente.