Pues el piloto es un tío que anda bien (ha participado en dos Dakares africanos y concluido uno de ellos) y no se ha quejado lo más mínimo. Aparte que, por las carreteras de tercera marroquíes se rueda a ritmo, y no se buscan los límites.

Como anécdota te diré que en el coche de apoyo llevaba una goma trasera de 150/70/18 de repuesto con una cámara, y en el lugar de acampada del segundo día nos encontramos con un grupo de franceses. Uno de ellos al ver la rueda que viajaba en el remolque, se nos acercó y nos pidió que se la vendiéramos, pues su 1290 había destruido un Mitas no secueantos (ya he visto tres mitas achicharrados en el Moro). Nuestro compañero no tuvo el más mínimo reparo en vendérsela pues vió, como así fue, que no la iba a necesitar.