Si, AOV,pero Pakistán no estaba en mis planes, asi que lo dejo para otro viaje.
saludos y buena ruta!
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Si, AOV,pero Pakistán no estaba en mis planes, asi que lo dejo para otro viaje.
saludos y buena ruta!
Dia 20. Lunes 08 de mayo 2017. Bam – Kerman. 250km.
A las 6 de la mañana el calor en la habitación ya hace imposible continuar durmiendo, así que a las 7 ya estoy en puerta de la ciudadela esperando que abran.
Ayer llegué a Bam con la intención de pasar el día visitando la ciudadela, pero coincidí en el guesthouse con unos polacos que había conocido días atrás en la mezquita de Shiraz y me dijeron que la visita no daba para mucho.
Aparco junto a la caseta de las entradas y toda para mi…
Interpretación personal: desconozco como era antes del terremoto, pero ahora está un 80% destrozado y el 20% restaurado... al tratarse de construcciones de adobe el agua las deshace y hay que estar constantemente sobre ellas para conservarlas. Actualmente, tras la reconstrucción que se está llevando a cabo, la zona parece un decorado de película, sin gracia ninguna y totalmente artificial... y donde no han llegado los restauradores solo hay montones de barro seco imposible de identificar con ninguna construcción conocida.
Solo estamos los curritos y yo, y en media hora alargando el tema lo tengo todo visto... la misma calle que haces de subida la deshaces para abandonar el recinto.
Tenía unas expectativas más altas del lugar, pero a veces en la vida hay que ir para saber que no había que ir, y realmente para mí, gran parte de los destinos son el motivo para realizar el camino hasta allí.
Estoy a menos de 450 km de la frontera de Pakistán, y aunque me llama mucho la idea no es lo que tengo previsto, así que recojo trastos y pongo rumbo de nuevo al interior del país. Otra vez será.
Poco antes de las 8 y media de la mañana algo de Bam incumpliendo otro de mis mantras, y van dos en menos de 12 horas: no salir nunca del pueblo donde pernocto sin llenar el depósito.
Por puñetera casualidad en la carretera principal de salida no hay ninguna, y por no dar la vuelta y buscarla dentro del pueblo recorro 70 km sufriendo lo mío hasta que logro dar con una. He recorrido 440 km con un depósito, y aunque solo consigo poner 18 litros no tengo claro que aun quedaran varios dentro, pues desde que he salido intento llenar a tope pero nunca tengo la seguridad de haber aprovechado la totalidad de su capacidad. Con paciencia una vez lleno puedo añadir dos litros mas, así que siempre tengo la incertidumbre de saber lo realmente lleno que lo tengo.
A mitad de camino me desvío para ir a visitar la fortaleza de Rayen, que aunque es mucho más pequeña y está igualmente restaurada tiene otro encanto.
Tras la visita y comer algo en la zona sigo camino a Kerman, donde busco alojamiento. Por el camino me llevo una sorpresa, pues como los carteles están escritos en farsi y en ingles se han confundido al traducir los números y veo una distancia más corta que la que me indica el GPS. Me alegro pensando que hay un atajo, algo difícil ya que originalmente la carretera es toda recta, pero lo que finalmente hay es un error de transcripción y se han comido 100 km que tengo que recorrer igualmente.
En Kerman no hay nada especial que me interese ver, simplemente descanso el resto de la tarde, paseo por el centro, ceno, y preparo la ruta de los siguientes días.
Hoy hace 14 días de la tramitación del visado de Turkmenistan en Ankara, y no he recibido ninguna respuesta. Me dijeron que en 10 días sabría algo, y llevo varios días preocupado por la falta de información. He enviado algunos correos, pero como debe ser tradición en el país tengo la misma respuesta que con los anteriores, o sea ninguna.
Localizar un hotel me cuesta un rato, o están llenos o piden precio de locos, cuando ya estoy decidido a buscar un trozo de desierto donde plantar la tienda localizo uno con una recepcionista muy amable con un precio que me parece correcto.
La moto duerme en el jardin de la entrada
A ultima hora de la tarde, estando en la planta baja disfrutando de un té, veo reunirse mucha gente y un tipo da una charla en la sala de conferencias. Como podéis imaginar no me entero de nada, así que el pregunto a la amable recepcionista que de que se trata, y resulta que he sido testigo de un mitin político iraní, pues en unos días hay elecciones presidenciales en el país.
GASOLINA 190.000 RIALS ( 5$) 19 LITROS
HOTEL KERMAN 1.100.000 RIALS (29$)
Una persona atendiendo una recepción y que es amable? En serio? Existen?
Un placer leerte, me tienes enganchadísimo. Sigue así
Al fin alguien amable en recepción.
Después de rodar casi en soledad, con paisajes increíbles, conducir en un sinfín de camiones además de un incordio algo peligroso, algún sus o puedes llevar.
Suzuki DRZ400E Ex-Dominator650 88 - DRBIG 750 - DR 600 Djebel - XT 600 88
Dices que las relaciones personales no son lo tuyo .... pues el narrar si, esta cronica es adictiva, dan ganas de plantarse en Iran
Mooolan los pistachos!!
"Menos mal que yo no creo en la violencia, porque si no os mataba a todos"
Dos apuntes:
Voy a empezar a acumular Peugeot's 405 y coches japoneses de los 90
Verte comer con Pepsi me da mucha tiricia jajaja
Jose 2, Josemari, la verdad es que se trataba de una chica muy amable que no solo me atendió correctamente, sino que además tuvimos unas agradables charlas donde aprendí mucho de la vida en Iran, tanto a nivel socuial como se la situación politica del momento, ya que las elecciones presidenciales estaban a la vuelta de la esquina.
Gracias Joe vespino, entrar a comprar pistachos en una tienda era encontrar de 8 a 10 variedades diferentes.
Transalacant, el peugeot 405 es el coche por excelencia en iran, es más , creo que el 70 % del parque movil es ese modelo. Es un coche grande y comodo, y deben tener una patente en propiedad, ya que los siguen fabricando y puedes ver camiones de transporte cargados de ellos.
Yo solo bebo pepsis y trocacolas cuando estoy de viaje, dice la leyenda urbana que va bien para los problemas de estomago, y así estaba yo. Como me resultaba imposible encontrar una cerveza y me bebia al dias de 6 a 8 litros de agua era la otra opcion en la mesa ante un trozo de pollo.
Saludos y buena ruta!
Dia 21. Martes 09 de mayo 2017. Kerman – Shahdad – Kaluts – Shahdad. 255 km
Paso la mañana en el hotel haciendo gestiones referentes al visado de Turkmenistán, Shima, la chica de recepción, llama tanto al consulado en Mashad como a la embajada de Teherán, pero sin éxito. Debe ser política del país, para que no entre nadie no hacen los visados, ni contestan los correos, ni descuelgan el teléfono… yo porque los vi en la embajada de Ankara, que si no empezaría a creer que no existen … y yo empeñado en ir!
Me planteo varias opciones, ya que a finales de mes debo estar sin falta en Taskent, pues llega mi mujer y no es plan de que yo no aparezca. Empiezo a barajar alternativas, una es ir hasta Baku, en Azerbaiyán y coger un barco que cruza hasta Aktau, Kazajastán. El problema de ese barco es que zarpa cuando está lleno y regresa de nuevo cuando consigue hacer lo mismo en el puerto de destino, así que no hay manera de saber cuándo zarpa ni cuándo llegará en caso de que no esté en el puerto.
He leído sobre el barco y la experiencia de los viajeros que lo utilizaron satisfactoriamente, pero el problema es que puedo llegar y tener que pasar una semana en el puerto esperando zarpar, y no me lo puedo permitir.
La siguiente opción es dar toda la vuelta al mar Caspio, Azerbaiyán, Rusia, Kazajstán y entrar a Uzbekistán, pero para eso necesito bastantes más días de lo que tengo planeado. También debería solicitar el visado de Azerbaiyán, que por suerte es on –line pero tardan tres días en gestionarlo. Y si decidiera hacer esa vuelta seria innecesario subir hasta Mashad, donde tenía que recoger el visado, pues después tendría que deshacer camino y no me sobrarían días, además de que debería dejar de ver cosas en Irán por falta de tiempo … parece que todo se complica de mala manera. Sabia que no seria fácil conseguir el visado, pero ahora tengo que sopesar las consecuencias y tomar en breve una decisión, así que me dedico a trazar la manera de llegar hasta Tashkent por la nueva ruta.
La chica de recepción me recomienda que no llegue pronto a la zona, pues estamos a mas de dos mil metros de altura y a donde me dirijo es una de las zonas más calientes de Irán. Me indica un pueblo que es el último antes de descender de golpe al fondo de una olla, como lo define ella, y que allí espere a que baje la temperatura.
Salgo del hotel y cruzo por el centro de la ciudad, pero sigo camino, no me apetece pasear de nuevo la ciudad, menos aun con la ropa de la moto.
Parece que cuando menos prisa tienes las cosas van más deprisa, y en un rato me veo que he llegado al pequeño pueblo que me ha indicado.
Busco el cauce del rio que lo atraviesa, paro en una sombra junto al agua y me dedico a comer alguna cosa y hacer tiempo hasta la tarde.
Como es costumbre no dura mucho mi soledad, viene uno, luego otro, uno pregunta, enseña fotos, pero como el idioma no es común se nos termina la mímica, así que se van a buscar al amigo que habla ingles.
Viene un chico con el que la conversación es más fluida y tras un rato nos quedamos solos, pues los demás se marchan. Me ofrece comer en su casa, pero rechazo diciendo que ya he comido alguna cosa. Finalmente me convence para que tome un vaso de agua fresca y tras acceder encuentro que toda la familia llevaba esperándonos más de una hora para comer.
No puedo rechazar nada de lo que me ponen frente a mi, cantidad como para tres personas, así que lo pruebo todo y felicito a la cocinera, pero me resulta imposible comérmelo todo. Por otro lado comemos en el suelo, rodeados de cojines y pareos, y a mi la postura me resulta de lo más incómoda.
Tras unas horas de interesantísima charla con de mi anfitrión, sus padres, mujer, hermana y sobrinos varios, retomo el camino cargado de fruta que recogen de los frutales del jardín.
La compañía ha sido extraordinaria, pero tras conocer mis planes me piden encarecidamente que no acampe en el desierto y me recomiendan un hotel a la entrada del pueblo más cercano a donde me dirijo.
Me sorprende y preocupa, pues la chica del hotel de Kerman me recomendó igualmente que no durmiera en el desierto, así que con la confianza que nos dan las horas de charla insisto en saber el porqué. Tras muchas vueltas finalmente me confiesan que esa zona del desierto es la ruta de entrada de la droga desde Afganistan, y que si me cruzara con mala gente, al ser extranjero llamaría mas la atención que si fuera un local, al que evitarían.
Nos despedimos con la oferta de que de regreso pare de nuevo en Kerman y me quede en su casa, que me enseñarán la ciudad y pasaremos el dia juntos, pero agradeciéndolo de corazón les cuento mis planes en los que no entra pasar otro dia en la ciudad.
Una foto de toda la familia, como podeis ver las mujeres están más relajadas en la intimidad en lo referente el tema pañuelo. Con el tiempo veo que en las grandes ciudades hay más rebeldía y luchan como pueden contra las imposiciones, pañuelos de colores, tintes rubios que asoman a la vista en media cabeza, vestidos alegres y menos ropa negra … no debe ser fácil.
de nuevo en la carretera
Inicio el descenso hacia el desierto de Lut, y realmente se nota como la temperatura va en aumento conforme recorro los km que me faltan.
Llego al hotel que me han recomendado y me recibe un tio de lo más prepotente y peliculero, ya estoy hasta los mismísimos de tanto soplagaitas, así que le digo que ya veremos si vuelvo, y me largo como un tiro hacia la profundidad del desierto, a ver las preciosas formaciones rocosas antes de que oscurezca.
El calor es sofocante, me ahogo dentro del casco, y al subir la visera la único que consigo es que me entre un aire caliente como si tuviera frente a mi un secador de pelo a máxima velocidad y temperatura.
Como soy un enamorado de los desiertos aquí llego al climax total … la carretera es una recta que poco a poco se ve invadida por una fina arena, el paisaje cambia poco a poco hasta que desaparecen los matorrales y todo resto de vegetación.
Llego a una zona donde hay una indicación de KALUTS, y ahí paro la moto, como es de suponer no hay nadie y yo me dedico a flipar en silencio.
A pesar de los consejos en contra había decidido acampar en la zona, pues había leído de varios motoristas que pasaron la noche aquí, pero lo reconozco, soy débil y cobarde, y viendo que a pesar de que el sol se ha ocultado en el horizonte el calor sigue siendo asfixiante, muy asfixiante, mas de 40 ºC , la arena literalmente quema al contacto de la mano, así que decido ir al hotel. Me da mas miedo el calor que me ahoga que los hipotéticos contrabandistas.
La ducha fría y el aire acondicionado puede con el romanticismo del lugar, lo siento, me rindo a los adelantos de la técnica y a las necesidades físicas de cuerpo frente a las espirituales.
En el hotel soy el único huésped, y el plasta que hay allí me cuenta toda su vida y sus planes de expandir el negocio que regenta gracias al capital que pone un pariente que vive en los USA, y bla, bla, bla, bla, bla, bla … de verdad, si un día vais evitarlo y buscad otro lugar para pasar la noche.
Tras un rato aguantándolo me arrepiento de no estar asfixiado de calor pero tranquilo conmigo mismo en mitad del desierto.
GASOLINA 105.000 RIALS (2,7$) 10,5 LITROS
HOTEL KASHKILOO 1.100.000 RIALS ( 29$)
Ja, ja, ja... yosquemedescojono...
jajjajj bell, ponnos una foto del prenda!!
"Menos mal que yo no creo en la violencia, porque si no os mataba a todos"
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