Veamos, en los viaje que he hecho por Marruecos recorremos sobre los 2.500/2.700 km y siempre me han acompañado enduro’s puras (EXC, Beta, Husaberg...) motos a las que se les cambia el aceite a las 30 horas o 1.000 km. Pues bien, nadie lo cambia hasta llegar a casa, y tampoco pasa nada.

En cuanto a los embragues, se inventaron los hidráulicos para que el accionamiento fuera más suave para el piloto, y cansara menos, por eso en trial es donde se hizo indispensable. También es cierto que uno hidráulico siempre está justamente regulado en los momentos de máxima exigencia como en una trialera y empieza a calentarse en exceso (un embrague por cable tiende a “destensarse” cuando se fatiga en uso intensivo).

Pero los japos siempre lo han dicho: nuestros embragues son de accionamento mecánico e igual de suaves que la mayoría de hidráulicos, a cambio menos peso, menos mecanismos y facilidad de reparación.

Justamente al ser por cable y ver que en un paso difícil se “destensa” es por que se le está exigiendo demasiado. A quien no se le ha aflojado el embrague de una XR, DRZ, etc después de haberlo estado achicharrando en una trialera... el tacto del hidráulico permanece impasible hasta que fundes lis discos, también lo he visto muchas veces. Ambos sistemas tienen sus pros y sus contras.

Y lo que dice el Moly del “tiro directo” debe ser cierto, se lo he leído a mucho pilotos pro cuando empezaron a proliferar estos sistema, ya hace tiempo. Dicen que el sistema de cable, a parte de ser más rápido, te hace sentir el mecanismo, sensación que con el hidráulico desaparece. A pesar de ello que no me cambien el embrague hidráulico de mantequilla de mi 690.