Que placentero es rodar por esas carreteras llenas de árboles y campos verdes.
Tal como dices, se acabó el incordio de pasar fronteras ytoda las molestias que ello conlleva, que en según que sitio, vaya tela.
Cuando la ayuda electrónica no es posible siempre puedes acudir a la suerte de encontrarlo por casualidad, aunque dado el lugar posiblemente había muchas posibilidades de encontrar algo.