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Tema: MARRUECOS EN MOTO 2019

  1. #11
    Ya lleva tacos
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    06 Aug, 18
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    Cita Iniciado por Tino. Ver mensaje
    Yo hago lo mismo, me encanta Marruecos.

    Pero bueno, corto ya, que en media hora salimos un grupo de SIETE hacia Marruecooooossss...
    Pues, bien Viaje

  2. #12
    Ya lleva tacos
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    Madrid
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    Hola:

    ¡¡QUE BUENO!!, "angelnx", cuenta, cuanta...





    Slds. y grcs. por adelantado.

  3. #13
    Buen viaje a los que estáis por allí a hora!!! Tardé un par de días o tres en recuperarme desde mi vuelta así que ya estoy en disposición de volver a pasar mucha envidia...


    No pretendía que esto se convirtiera en una entrega por fascículos, pero es que no me da la vida... A ver si me concentro y lo escribo de un tirón, o de dos como mucho, jeje!!


    Día 3: NADOR – BOUDNIB – 475 km.


    Es importante madrugar para no llegar de día porque como suele decirse en Marruecos, los kilómetros de noche valen por dos. Antes del amanecer ya estábamos montados en las motos. Nos esperaban aproximadamente quinientos kilómetros de etapa y aunque algo más de la mitad discurrían por asfalto no teníamos claro que pudiéramos llegar. Salimos de Nador en ayunas y avanzamos hasta que encontramos un área de servicio abierta. Decidimos alejarnos de la ciudad antes de hacer una parada. Hacía mucho frío así que no sobraba nada de ropa.

    No tenía sentido pasar por Guercif ya que camino más corto para acceder al plató de Rekkam pasa por Taourit. Allí hicimos una parada para repostar. Además de las dos garrafas pequeñas que llevábamos cada uno, la 990 cargaba con dos garrafas desechables de 10 litros con la intención de llenar los depósitos justo antes de entrar en la pista. Dentro del pueblo, mientras unos compraban algo de comida otros nos fuimos a buscar una oficina para cambiar dinero. Estaba cerrada por ser sábado así que seguiríamos pagando con euros.





    Al acceso al plató de Rekkam desde Debdou discurre por una carretera de montaña convertida en pista por las inclemencias meteorológicas. Se hace divertida y ya se puede saborear el fin del asfalto. Una vez arriba, hacía muuuucho frío, tanto que el desierto estaba helado. El plató de Rekkam es una inmensa meseta desértica que se se eleva entre 1300 y 1700 metros sobre el nivel del mar.

    Cuando llegamos al inicio de la pista vaciamos las dos garrafas grandes entre las cinco motos. Adivinad cuál de ellas tenía más sitio en el depósito. Había olvidado lo que gasta una 990!! En fin, que ya estábamos pisando fuera del asfalto, teníamos los depósitos llenos y muchas horas de sol por delante. Pensábamos abandonar las dos garrafas al pie de la carretera confiando en que no tardaría en pasar alguien a quien le vinieran bien, pero no nos dio tiempo. Enseguida apareció andando por allí un señor que vete tú a saber de dónde había salido y se quedó encantado con las dos garrafas.



    La primera parte de la ruta la saqué de una crónica que leí aquí mismo. Por cierto, aprovecho la ocasión para darle las gracias a jimboo!! Unos años atrás cogimos la pista del Rekkam veinte kilómetros más al sur, por lo que nos ahorramos ese tramo de asfalto.

    Teníamos por delante unos 170 km. de pistas hasta la siguiente gasolinera, en Talsint. Salvo algún charco, el suelo estaba seco y el cielo despejado. Como había llovido bastante unos días antes y la previsión era de más lluvias e incluso nieve en algún punto de esta etapa, a priori no tenía nada claro que pudiéramos completala. Habíamos cargado con algo de gasolina extra por si teníamos que salir del plató de Rekkam por la puerta de atrás. Esta zona se pone fea cuando llueve fuerte.







    Aprovechando que se puede ir ligero hicimos muchos kilómetros sin parar, ni si quiera a hacer una foto. Esta sería la tónica general del viaje. Espero suplir la falta de fotos con un par de largometrajes, jeje!! Esto nos suele pasar en salidas de esas que son divertidas y que no hay incidentes significantes, que no hay muchas fotos. El caso es que sí hubo enganchones en algún fuera pista, pero como las motos pequeñas las puede levantar uno mismo, rápidamente reanudábamos la marcha.

    La primera parada vino a consecuencia del hambre. Nos preparamos unos grandes bocatas con pan marroquí y nos pusimos a cubierto tras las motos. A pesar del sol, parecía que estábamos en el polo norte. Yo soy bastante friolero y me pasé toda la etapa con el chubasquero encima de la chaqueta. Quité las manoplas y en algún momento las hubiera vuelto a poner.



    Hay zonas en las que hay que limitarse a circular por la pista marcada y otras en las que el terreno es mucho más abierto e invita a rodar a rumbo fuera de pista. Cuando llevas muchos kilómetros sin salirte del camino dan ganas de explorar un poco. Aunque por otro lado, esta zona se caracteriza por combinar pistas rápidas con zanjas, regueros, cauces secos... vamos, que está plagado de trampas y hay que ir bien concentrado.

    Es la primera vez que bajo a Marruecos con una moto de enduro, sin contar la 690 y tengo que decir que aunque se le pueden poner algunas pegas, no he pasado miedo. Quiero decir que, ante un peligro imprevisto una moto de estas marca la diferencia entre ir al suelo o no. Lo absorbe casi todo a la velocidad a la que yo me muevo, claro.



    Por un momento perdí de vista al que iba último y me di la vuelta para ir a su encuentro. Su moto había entrado en reserva y estaba rellenando con las garrafas pequeñas. Lo malo es que los otros tres no se dieron cuenta y continuaron. En mi opinión, lo ideal es no perder de vista al que llevamos detrás o ir en su busca en caso de que no venga. Nunca se sabe lo que puede haber ocurrido. El caso es que estaban unos kilómetros por delante esperándonos.





    Col de Belkassen, último alto en el camino antes de coger el tramo de carretera que nos llevaría hasta Boudnib. La cara sur de este puerto sigue siendo divertida... Hasta aquí llegamos por una pista rapidísima y en excelente estado desde Beni Tajite.






    Llegábamos a nuestro destino con más de dos horas de luz por delante. Tiempo más que suficiente para acoplarnos y revisar las motos. La "sorpresa" del día fue que la guía de cadena de la 990 había desaparecido. Afortunadamente el basculante aun no se había dañado.
    Se me ocurrió que en Erfoud podríamos encontrar repuesto o consejo en el peor de los casos y propuse trasladar la moto en grúa hasta allí. El resto seguiríamos la ruta prevista para encontrarnos en Erfoud y buscar una solución. En ningún momento contemplé la posibilidad de que la 990 pudiera ir en marcha hasta allí, pero su piloto que nunca da nada por perdido y había desaparecido misteriosamente, regresó con un trozo de pvc que había encontrado en la basura. Me costó visualizar ese trozo de plástico como sustituto de la guía de cadena. El caso es que aquello iba tomando forma hasta quedar como podéis ver. Yo seguía pensando que eso no podía durar pero se hizo de noche, con las manos llenas de grasa, aun sin pasar por la ducha, sin cenar... Mañana será otro día!!


    Al igual que en el anterior viaje pasamos la noche en el camping Rekkam, un negocio regentado por un señor francés muy atento. Trató de echarnos un cable haciendo algunas llamadas, aunque sin éxito. Pero tiene cerveza, jeje!! Para dormir jaimas, asombrosamente limpias teniendo en cuenta que están rodeadas de arena.


    En Talsint o Beni Tajite habíamos visto por el rabillo del ojo unas motos aparcadas y llegaban al camping poco después que nosotros. Resultó ser otro grupo de españoles con los que casualmente teníamos algún amigo común. XR 400, 600 y una Africa Twin. Tres joyitas. Para que luego se escriban cientos de páginas especulando sobre la moto ideal. Seguro que han vuelto con una buena aventura que contar.




    Después de una buena cena nos fuimos a la cama. Entre el cansancio y el frío ni me acordé de la guía de cadena de la 990. Al día siguiente teníamos una etapa corta y posibilidad de reparar definitivamente la moto, porque yo no daba un duro por ese apaño con pvc y alambre...
    Última edición por angelnx; 28/04/2019 a las 00:10

  4. #14
    Día 4: BOUDNIB – ERG CHEBBI – 175 km






    Amanece temprano en Boudnib. La noche ha sido muy fría aunque por suerte tenía a mano tres buenas mantas. Todo el mundo durmiendo y nosotros otra vez haciendo ruido. Ponte la ropa, coloca el equipaje, echa un último vistazo a la moto... en ese momento reparo en la guía de cadena. Sigue en su sitio, jeje! La verdad es que no se ve tan mal.



    Nos ponemos en marcha inmediatamente después de desayunar. Nos despedimos del dueño del camping y este sale a la puerta cámara en mano a inmortalizar el momento. Si en condiciones normales me cuesta mantener la rueda delantera en el suelo, con una cámara de por medio se me hace imposible, jejeje!! Au revoir!!!!!



    Después de repostar hacemos un par de kilómetros por carretera. Giro a la izquierda y ya estamos en la pista que nos lleva al vadeo del oued Guir. He visto fotos de este río con demasiada agua como para cruzar con una moto pero como el día anterior lo habíamos visto sabíamos que no íbamos a tener problemas. Tras el vadeo continuamos por una pista que serpentea entre colinas y da paso a la hamada de Guir que para mí es uno de los paisajes más espectaculares por los que he montado en moto. Es una meseta surcada por algunos oueds secos, cuando no llueve, por la que se puede circular fuera de pista durante muchos kilómetros. Esta es la única foto de esa zona en el momento en el que nos encontrábamos con las primeras dunas. La primera para los dos "nuevos". Yo creo que a partir de aquí empezaron a disfrutar de verdad del viaje y de la moto.

    Cada poco tiempo vamos comprobando que la guía de cadena de la 990 siga en su sitio. Parece que aguanta!!

    En otras ocasiones hemos pasado por aquí con el termómetro próximo a los 50ºC. Esta vez no llegaría a veinte. Temperatura perfecta!!







    Nos desviamos un poco del track para acercarnos a Erfoud. Tenía la esperanza de que por casualidad Jordi Arcarons tuviera el repuesto. Tampoco era tan descabellado!! El caso es que no lo tenía pero fue muy atento con nosotros y qué coño, no todos los días se conoce a una leyenda de Paris-Dakar!!! Es probable que una avería en alguna de las enduros la hubiéramos podido solucionar aquí.

    Charlamos con él durante un rato y nos fuimos de allí con la guía de cadena de pvc. Yo creo que hasta el se sorprendió de lo lejos que había llegado la 990.



    A veces me daba cosa no parar a hacer una foto, pero es que no me esperaban , jaja!!! No sé, pero tengo la sensación de que en este viaje no he hecho suficientes fotos... Es cierto que las imágenes se quedan en la cabeza por un tiempo, pero acabas olvidando algunos sitios. Las fotos me ayudan a recordar.

    Ya de camino a Hassilabied el paisaje se va haciendo más árido si cabe y se alternan valles y montañas de poca altura pero que hay que salvar por pistas bastante pedregosas.











    Segunda etapa: quedaban pocos kilómetros, las fuerzas siguen prácticamente intactas... Unos días después la rueda delantera ya no se levantará tanto, ni las motos derraparán si no es necesario ni mucho menos nos subiremos por encima de las piedras así sin venir a cuento. Los kilómetros acaban pasando factura.



    Primera caída importante, pero sin tener que lamentar daños personales. Suerte que la cúpula de la 990 tiene un buen diseño y en caso de caída se separa de la moto sin romperse. Salen a relucir las limitaciones de esta gran moto con respecto a una enduro. Ibamos bastante rápido y entramos en una zona bacheada. Las suspensiones de la 990 llegaron al límite.





    Nos pillan desprevenidos las primeras dunas. La arena está demasiado blanda y tenemos algún que otro enganchón sin más consecuencias. Inevitable echarse una risas.

    No dejo de sorprenderme cada vez que veo asomar en el horizonte las dunas del erg Chebbi. Hace unos años, llegábamos de noche y nos topamos con la silueta de las dunas iluminadas por una enorme luna llena. Espectacular!! Habíamos sufrido de lo lindo ese día y ese fue el premio.



    Normalmente nos alojamos en el hotel Nasser Palace, en Hassilabied. Estábamos entrando por la puerta antes de la 14:00h. Hacía unos días que estábamos en contacto con Brahim, uno de los hermanos de Nasser y aunque no habíamos concretado nada, esperaba nuestra llegada. El hotel estaba lleno, así que aceptamos dormir en una de las jaimas que tienen allí mismo. Están regular en comparación con las habitaciones, pero ya empezábamos a estar en ese punto que pones pocas pegas.

    Dejamos el equipaje en el hotel con la intención de cruzar el erg Chebbi por la tarde y tomar algo en el oasis de Oubira. Preguntamos por un buen sitio para comer y Brahim nos acompañó a un restaurante en pleno erg Chebbi que resultó todo un acierto. Además de que la comida estaba muy buena, qué os parece el paisaje que nos rodeaba?













    Terminamos de comer y aun parecía pronto para meterse en la arena así que estuvimos haciendo tiempo hasta que el sol bajó un poco, cada uno a su manera.







    Después de una siesta corta nos ponemos en marcha y empezamos a sortear las primeras dunas. Nos costó coger ritmo, pero después de desenterrar las motos un par de veces ya lo teníamos. Enseguida llegamos al otro lado del erg. Hicimos una paradita para coger aire justo a la espalda del oasis de Oubira y parece que alguno lo había dado todo para llegar hasta allí porque aprovechó para otra pequeña siesta. Yo no podía dejar de mirar las dunas inmensas que teníamos detrás y no me pude aguantar. Es una experiencia irrepetible con vistas únicas.







    Sólo dos nos atrevimos con las dunas grandes y a decir verdad, subir con una moto de enduro hasta el pico de la duna más alta no tiene mucho mérito. Con la 990 ya es otra historia. Intercambiamos las motos, 500 por Adventure, de vuelta hasta el hotel. Los dos últimos viajes a Marruecos los hice con una 990 y ya se me había olvidado lo bien que va. Y esta que llevaba amortiguador de dirección iba de escándalo.

    El invento de pvc seguía en su sitio y las demás motos tampoco estaban dando guerra así que todo perfecto. Llegábamos al hotel con tiempo para dar un repaso a las motos. No se puede pedir más.
    Última edición por angelnx; 30/04/2019 a las 15:27

  5. #15
    Crónica muy bien contada y con unas fotos espectaculares.

    A parte de saber ir en moto también hay que saber caer... todo un acróbata , tengo mucho que aprender...



    Camara preparada en el momento adecuado, genial!!! (sobre todo en una caida sin consecuencias, claro)

  6. #16
    Ya lleva tacos Avatar de naco
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    Bestiaaaal!

  7. #17
    Veterano mototrailero Avatar de luismi07
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    Joderrrrr, me están entrando ganas de ir..
    SUZUKI DRZ400 S

  8. #18
    Ya lleva tacos Avatar de Dimoni
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    Muy guapa la crónica !!! eso de reconocer lugares que cuentas y por las fotos, no se si es bueno para mi salud mental !!! jajajaja

    Pillo sitio. ;-)

    S!

  9. #19
    Día 5: ERG CHEBBI - MHAMID - 270 KM




    Esta etapa es otro clásico de los viajes off-road en Marruecos, al menos para nosotros. Hemos seguido esta ruta en varias ocasiones modificando ligeramente el recorrido, principalmente la primera parte, entre el Erg Chebbi y Tafaroute Sidi Ali. En esta ocasión teníamos prevista una alternativa en la parte final de la etapa, desde el primer control militar, pero no nos permitieron el acceso. Desconozco si es posible desviarse antes o después de dicho control.



    Suena el despertador muy temprano. Aprovecho que la moto está preparada y sin pensármelo dos veces me subí con ella lo más alto que pude. Estuve un buen rato sentado en la arena contemplando la salida del sol, y me hubiera quedado un poquito más. Muy, muy bonito, jeje!!





    Cargamos las motos después de desayunar. La Husaberg parecía tener un problema en el acelerador. Resultó que el cable no era el problema sino un trozo de papel cuya misión era evitar que entrasen objetos por la admisión. Estuvo a punto de convertirse en confeti!! Pudo ser un descuido durante las tareas de limpieza del filtro, aunque las malas lenguas hablan de sabotaje, jeje!!. No hubo consecuencias mecánicas por lo que enseguida nos pusimos en marcha.



    Saliendo de Hassilabied por el asfalto vimos algo amarillo moverse muy rápido seguido de una estela de polvo. Cuando vi que se trataba de un camión de carreras aminoré la marcha. No parecía tener intención de parar hasta que nos vió. Hubiera sido espectacular verlo saltar por encima de la carretera. Le hice un gesto y cruzó por delante de nosotros. Le seguimos aproximadamente un kilómetro y no iba a menos de 130 km/h. Cómo aceleran estos elefantes del desierto!! El camión siguió su camino y nosotros paramos a repostar en la gasolinera. Allí había un grupo de al menos treinta maxitrails con matrícula alemana.





    En la primera parte de la etapa se suceden valles muy similares separados entre si por alguna dificultad montañosa de poca altura.





    En los primeros compases de la etapa se nota que tenemos la barra de energía a tope. Según van pasando los kilómetros quedan menos ganas de postureo, jeje!!



    Una vez más pasamos por delante de la Ciudad Perdida, Hassi Ba Hallou en algunos mapas. Al parecer son las ruinas de una antigua fortaleza portuguesa. Llegamos por una pista con mucha arena pero que no implica gran dificultad con estas motos. El caso es que en ese tramo yo iba a cola de grupo. La temperatura era ideal teniendo en cuenta el lugar en el que nos encontrábamos. Yo esperaba hacer una paradita para comer algo, tomar unas fotos, hacer algún comentario sobre el lugar... pero ninguno de los que me precedían se detuvo, ni si quiera hicieron el gesto. No sé, tal vez iban demasiado concentrados en el pilotaje?? No puede ser!. Yo no salía de mi asombro. Vale que no estamos hablando de Petra ni del Coliseo de Roma, pero es un sitio muy particular, sobre todo si no lo has visto nunca y dos de ellos no habían pasado antes por aquí.

    Me detuve con total confianza. Se darían media vuelta en el momento en el que se percataran de que no les seguía. Me quité el casco, eché un vistazo al interior de las ruinas y tomé algunas fotos. El caso es que después de un rato no se escuchaba el sonido de las motos, ni ningún otro sonido. Me puse en marcha rápidamente y tras rodear las ruinas ni si quiera se veía la estela de polvo. Avancé durante varios kilómetros hasta que me encontré de frente con uno de ellos. Resulta que se dio media vuelta el único que no llevaba gps. Poco antes de cruzar el oued Daoura, donde se complica ligeramente la ruta nos estaban esperando los otros tres. Al parecer allí giraron la cabeza por primera vez desde la ciudad perdida y se dieron cuenta de que les faltaban dos motos.

    En la práctica todos lo tenemos claro, pero se acaba olvidando. En un viaje así no se debe dejar atrás a nadie. Una avería, un accidente o cualquier circunstancia adversa sobrevenida se soluciona mejor con la ayuda de todo el equipo. Y no vale esperar a que nos alcance el rezagado, hay que dar la vuelta inmediatamente e ir a su encuentro.



    Después de dar el asunto por zanjado retomamos la ruta.

    El oued Daoura lo hemos cruzado en varias ocasiones y nos lo hemos encontrado completamente seco, con el cauce húmedo y hasta con casi un metro de agua. La primera vez nos resultó imposible por la cantidad de agua que llevaba. Esta vez estaba seco y pudimos pasar del track por unos kilómetros. Parecía más divertido ir por el cauce.





    Dejando atrás el oasis Marech se abre un valle espectacular que debíamos atravesar en el que pastaban cientos de dromedarios. La próxima parada sería en Tafroute, lugar en el que estaba previsto repostar y de paso comer algo.






    En elbergue Kem-Kem he comido las mejores patatas fritas del planeta, jeje!! Este sitio lo conocimos de rebote hace unos años cuando ibamos justitos de gasolina y paramos por casualidad. Además resultó que comimos muy bien y desde entonces se ha convertido en parada obligada. Comida, gasolina y descanso en pleno desierto y esta vez se han superado a sí mismos. Han reformado el local y la comida es cada vez mejor. Su gasolina de garrafa nunca nos ha dado problemas.

    A pesar de lo perdido que está este pueblo, el que así lo quiera ya puede llegar por carretera y alojarse en un riad con piscina...

    A partir de aquí la ruta no es complicada pero queda reservada a los que podemos ir campo a través, de momento. Espero que siga así por algún tiempo aunque al ritmo que avanza el asfalto nunca se sabe.
    De esta segunda parte no hay fotos. Es una zona muy rápida y no nos quedaban muchas horas de sol.

    Al llegar al primer control militar entregamos la ficha con nuestros datos y los pasaportes. Tras una breve comprobación nos permitieron continuar. Teníamos previsto desviarnos en este punto tomando una pista que salia por nuestra izquierda, al sur de la pista principal, pero nos dijeron que estaba prohibido. Desconozco si hay alguna alternativa y la verdad es que en ese momento tampoco nos lo planteamos.

    Llegamos al hotel con más de dos horas de luz por delante. Otro día más habíamos cumplido nuestro objetivo.



    Le fiche d´état civil.

    Llevar rellenas un buen numero de copias de esta ficha agiliza mucho los tramites en cualquier control militar.
    Última edición por angelnx; 20/05/2019 a las 00:57

  10. #20
    Día 6: MHAMID - FOUM ZGUID - 170 KM


    Aunque el cansancio ya va haciendo mella es importante respetar los horarios establecidos. Un día más madrugamos mucho, casi tanto como el panadero, jeje!! Y no era para menos ya que las dunas del erg Cheggaga y el lago Iriki estaban esperándonos...

    La idea consistía en rodar sobre arena todo lo posible y después cruzar el lago Iriki, algo que no habíamos podido completar en los dos últimos viajes por una caída y una avería.





    Nos alojamos en el hotel Carefour des Nomades por primera vez y resultó ser un acierto. Solíamos alojarnos en el Tabarkat pero en el último viaje ya lo encontramos demasiado deteriorado. Creo que ha cambiado de propietario o al menos de nombre, aunque aun conserva este en la fachada.

    Un jardín así aporta motivación extra después del desayuno.



    Salimos de Mhamid siguiendo el margen derecho del oued Draa. Se trata del río más largo de Marruecos aunque solo lleva agua en caso de lluvias excepcionales. En algún tramo hace de frontera natural con Argelia.

    La primera parte de la ruta discurre por una pista más o menos marcada entre pequeñas dunas, como un río de arena. En mi primer viaje a Marruecos pasé por esa misma pista con una Dominator y la verdad es que no lo recordaba tan divertido, jeje!! El caso es que el track va zigzagueando entre dunas pequeñas alternando de cuando en cuando con tramos cubiertos por el famoso "fes-fes". Entre el polvo y lo enrevesado del terreno más de un revolcón nos dimos. Y alguna risotada se escapaba dentro del casco cuando se levantaba el polvo y aparecía alguien en el suelo debajo de su moto, jeje!!

    Antes de encarar las dunas del erg Chegaga cruzamos un par de ergs más pequeños. Entre eso y el río de arena tuvimos tiempo más que suficiente para calentar.



    Hacía calor, pero siempre por debajo de los 30ºC. En esas condiciones meterse en un berenjenal como este se hace mucho más llevadero, ya que en cuanto nos poníamos en marcha la temperatura se hacía incluso agradable. Mejor no tener que parar mucho. Las motos también lo agradecían. Aun así no se pudo evitar que alguna enduro hiciera la cafetera ni que a la 990 con sus dos super electroventiladores se le encendiera la luz roja.



    Desde que dejamos el oued Draa el track consistía en dos únicos puntos: el primero marcaba un punto en pleno erg chegaga y el segundo, el final del lago Iriki y el principio de la pista que nos llevaría hasta Foum Zguid.

    La experiencia nos dice que cruzar el Chegaga en dirección norte o sur es mucho más sencillo por la disposición longitudinal de las dunas. Navegar entre dunas es mucho más sencillo que cruzarlas. Más o menos en la zona a donde llega la pista que baja desde el Oasis Sagrado, el track cambiaba de dirección. Tomamos rumbo oeste y en un momento nos encontramos saltando dunas una detrás de otra. Las crestas cada vez parecían más altas y teníamos que ir buscando el sitio menos malo, sobre todo para la 990. Con esa moto te puedes divertir mucho en la arena, o todo lo contrario. Pero no puedes permitirte el lujo de caerte cada cien metros. Por eso había que encontrar el paso menos difícil.









    Cada clavada en la arena daba pie a sacar la cámara y tomar unas cuantas fotos. La verdad es que nos iba mejor de lo esperado y empezamos a disfrutar mucho.

    Justo en esta zona, en mitad del Chegaga, el Land Rover se quedó sin embrague en el viaje anterior. Esa es otra buena historia.



    Casi sin darnos cuenta habíamos cruzado el erg Chegaga de un extremo a otro. Aquí no hay hoteles a la vuelta de la esquina como en el erg Chebbi y es bastante mayor por lo que la sensación de aventura es total. No puedo imaginar como se debe sentir uno en mitad de un erg de esos que no tienen fin.

    Después de muchos kilómetros "surfeando" dunas aun nos quedaba la segunda parte de la etapa: El lago Iriki, una explanada de más de treinta kilómetros de diámetro. Como no había llovido lo suficiente estaba seco, salvo barrizales aislados.
    Se puede ir muy, muy rápido pero no está exento de peligros. Pasar por encima una pequeña duna, invisible a alta velocidad, puede ser fatal. Ojo con las hierbas de camello!!



    Al final del Iriki aprovechamos una de las pocas sombras que se pueden encontrar para hacer cálculos sobre la gasolina que nos quedaba. En un principio llegó a cundir el pánico. Teniendo en cuenta que habíamos repostado por última vez en Taugonite, veinticinco kilómetros antes de Mhamid, el total de kilómetros hasta la siguiente gasolinera nos dejaba los depósitos en el límite. En ese momento no caímos en la cuenta de cuánto le habíamos retorcido la oreja a nuestras motos en las dunas. El caso es que nos pusimos en marcha y llegamos antes de los 14:00h.

    De nuevo muy útil la ficha en el control militar a la entrada de Foum Zguid.



    En la plaza de Foum Zguid, hay varios restaurantes. Nos llamó la atención el humo que salia de la parrilla del restaurante Chegaga y ahí nos acoplamos. Este pueblo también mejora con el paso de los años, aunque las patatas fritas quedaron relegadas al segundo puesto, jeje!!



    El hotel Bab Rimal estaba a tope de turistas, y a las horas a las que llegamos muchos estaban disfrutando del sol en las tumbonas que rodean la piscina. Nosotros no íbamos a ser menos, y con cerveza en la piscina. Este hotel va a ser de paso obligatorio en próximos viajes.

    Ya en el ecuador del viaje tocaba hacer la colada. Parecía que no íbamos a volver a ver el color original de la ropa!!



    Por la tarde nos acercamos de nuevo a Foum Ziguid en busca de una farmacia. Un miembro del equipo arrastraba una pequeña infección y aquí encontró el antibiótico que le había recetado su médico.

    Aprovechamos para hacer una incursión por el palmeral, pero enseguida nos dimos cuenta de que se nos podía complicar la tarde y con lo bien que se nos había dado la etapa reina no queríamos estropearlo llegando de noche. Faltó poco, jeje!!


    Hasta aquí la primera parte del viaje.
    Última edición por angelnx; 06/05/2019 a las 20:59

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