Hola a todos!!!

Comparto nuestro penúltimo viaje a Marruecos con vosotros. Como lo mío no es la literatura intentaré contarlo con amor, jeje!! Espero que os guste. Al menos sé que a algún miembro del "equipo" le vendrá bien para recordar los sitios por los que ha pasado... será que la velocidad impide retener datos!!

Leo todas las crónicas moteras que caen en mis manos, pero las crónicas morunas las sigo con especial interés. Aun así y después de unos cuantos viajes, sigo sin saber explicar qué es eso tan especial que me atrae de Marruecos.

Siempre he viajado a Marruecos en moto y la mayoría de las veces acompañado por uno o más 4x4 que en la medida de lo posible seguían idéntico recorrido al nuestro, pero esta vez nos han dejado tirados, jaja!! Lo peor de esta circunstancia es que algunos buenos amigos se han quedado en tierra, también algún motero. En fin, así estaban las cosas unos días antes empezar nuestra aventura, porque hasta la salida del ferry cabía la posibilidad de que se unieran al grupo.

Por otro lado, cargar la moto con todo lo necesario para nueve días de ruta le daba al viaje un par de puntos más de aventura así que, las ovejas que entran por las que salen. Ya sabemos que ir acompañados por un 4x4 tiene sus ventajas pero también tiene algunos inconvenientes. La principal ventaja de que el equipo estuviera compuesto exclusivamente por motos es que el ritmo puede ser más alto y por tanto las etapas más largas, sobre todo las de montaña, sin miedo que se haga de noche. Bueno, esa es la teoría.

Ante la posibilidad de tener que llevar equipaje en las motos, tuvimos tiempo de comprar y/o adaptar lo que teníamos, cada uno a su manera. La idea era llevar lo imprescindible, evitando duplicar herramientas por ejemplo. Perder los desmontables el primer día creo que nos va a hacer replantear este tema para próximas rutas, jeje!!




Esto es lo que llevaba yo además de 200cc. de aceite de motor que no he necesitado. Me cuesta dejar cosas en casa.

No llevábamos depósitos de combustible grandes por lo que hemos cargado todo el viaje con un par de garrafas de dos litros cada uno. En principio estaban controladas las gasolineras, incluidos infinidad de sitios donde venden gasolina en garrafa.
Por otro lado, la meteorología no estaba siendo favorable por lo que había que llevar ropa térmica y de agua. Total, no sabes qué llevar y qué dejar en casa. En mi primer Marruecos cargué con una bolsa estanca de 50 litros para seis etapas. Esta vez han sido suficientes 14 litros para ocho jornadas. Para el próximo viaje le daré otra vuelta de tuerca al equipaje.

La idea era similar a la del viaje anterior, esta vez con la intención de completarlo. Lo malo, y lo bueno, es que nunca sabes cómo van a salir las cosas. Hasta el último minuto puede pasar de todo y así ha sido…



Inicialmente partíamos de esta ruta, con un montón de alternativas por si la nieve nos cerraba el paso por el Átlas, la lluvia nos lo cerraba en el desierto o cualquier otra circunstancia, como en ocasiones anteriores, nos impedía seguir el plan A. En total unos 2500 km. en moto por Marruecos.



  1. Madrid – Almería
  2. Almería – Nador – Guercif
  3. Guercif – Boudnib
  4. Boudnib – Erg Chebbi
  5. Erg Chebbi – Mhamid
  6. Mhamid – Foum Zguid
  7. Foum Zguid – Ouarzazate – Boumalne Dades
  8. Boumalne Dades – Tabant – Imilchil
  9. Imilchil – Midelt
  10. Midelt – Nador – Almería
  11. Almería - Madrid



Finalmente hemos compartido aventura cinco amigos con monturas similares. Todos nos conocemos bien y salimos en moto habitualmente. Para dos de ellos era el primer viaje a Marruecos en moto aunque ya conocían el país.
Una WR 450, una Husaberg 390 y tres KTM: 450, 500 y 990 Adventure. Esta última vale por dos o como nos dijeron por allí: - tu amigo está loco, moto más pesada que cinco dromedarios!!! Todas ellas revisadas a conciencia antes de empezar, o no?

Llegó el momento. Primera semana de abril. Bajamos las motos entre un turismo con remolque y una furgoneta. Elegimos el trayecto Almería – Nador porque los trámites aduaneros en entrando por Melilla tienen fama de ser aún más lentos. La compañía que realiza este trayecto es Trasmediterránea. Como el horario del ferry había cambiado solo un par de semanas antes y salía demasiado temprano como para pegarnos el madrugón desde Madrid, decidimos irnos el día anterior hacia Almería. Llegamos al atardecer sin percances. Hasta ahí puedo contar lo ocurrido ese primer día…



Por supuesto, no podían faltar unas pegatinas. Ese rollito Paris-Dakar no se nos va de la cabeza...



Al día siguiente nos subimos al ferry disfrazados de Toby Price con la misma ilusión que la primera vez y algo de resaca. Seis horas de travesía y un ligero temporal nos separaba de Nador.

Al parecer fue el mal tiempo el que nos mantuvo “secuestrados” en el ferry durante más de doce horas. Total que desde las 9:45h. que salía el ferry destino Nador hasta las 23:00h. no pisamos suelo africano. El ferry permaneció anclado en la bocana del puerto desde las 16:00h. Tuvieron el detalle de invitarnos a cenar, aunque eso ya era lo de menos. Fue la etapa más dura con diferencia!!





Tres cadáveres en las butacas, otro haciendo la foto. Dónde andaría el que falta!?





No eran pocos los barcos de gran tamaño que esperaban la apertura del puerto.

A esas horas, nos conformábamos con pasar la frontera lo más rápido posible y encontrar un hotel pasando del plan inicial que consistía en hacer 160 km por carretera y dormir en Guercif. Además, las oficinas de cambio estaban cerradas y la etapa del día siguiente se había convertido en una etapa demasiado larga como para esperar a que abrieran. Resultado: hemos pagado con euros durante todo el viaje y la verdad es que no hemos salido mal parados.



Nos acercamos directamente al hotel Mediterranee en el que dormimos en el viaje anterior. La atención es muy buena y las habitaciones están limpias. No se puede pedir más por 20 Euros (no incluye desayuno). Las motos se quedan en la calle, delante de la recepción. Por ser el primer día da miedito, pero eso se pasa enseguida. Una ducha y me duermo antes de entrar en contacto con la almohada. Seguramente algún huésped se acordaría de nuestros ancestros. Cinco pares de botas, quipaje y nervios escaleras arriba y abajo...


Día 3: NADOR – BOUDNIB – 475 km. (Estoy en ello…)