Comidos y repostados (de regreso al punto-garrafa de antes)... TINO se vuelve a equivocar de rumbo... menuda suerte tiene el maestro de rodearse de buenos discípulos en el manejo del GPS (de hecho fue al revés, yo se lo enseñé todo a él)... ... como me gusta pincharle...

La ruta sigue con más cambios de paisaje y terreno, y acabamos metidos en nuestro primer encuentro con el fes-fes y sus diabólicas nubes de polvo blanco. Para complicarlo más, ya no es un espacio abierto y despejado, sino una especie de bosque de matorrales altos y ratoneros. El camino se retuerce pero el grupo va fuerte y bastante estirado para lograr un mínimo de visibilidad. El punto de equilibrio entre no perder la rueda del de alante, y al tiempo mantener a vista al que sigue se empieza a diluir... hasta que me fuerza a parar para esperar a JOSE (mi cola). Cuando llega me doy cuenta que he perdido de vista a MOLI y le hago señales de que tire sin parar e intercambiamos posiciones... CRASO ERROR

JOSE no es precisamente una tortuga, y enseguida me mete distancia que dejo fluir para tener la visión correcta... pero llegados a una intersección, en lugar de parar y esperarme, me doy cuenta que ha tomado el brazo equivocado y nos alejamos del track sin remisión... Única opción que me deja es apretar a fondo y dejarme engullir por su nube de polvo para tratar de alcanzarle y volver al track... La persecución termina de golpe cuando a la salida de una “S” arenosa al toparme con su moto tumbada y él en el suelo a unos metros de distancia. Se me hiela el corazón por un segundo, pero veo que gatea y me alivio... un breve instante.
Le ayudo a sentarse y en cuanto se quita el casco veo que algo no va bien en su cara... Esas habituales facciones suyas que se pueden comparar a Brad Pitt en sus mejores días, aparecen retorcidas y con una palidez extrema... no articula bien y me acojono a fondo, ya que recuerdo haberle visto aplicándose lnsulina (en efecto es diabético)... y desconozco cómo actuar en caso de una crisis de ese tipo... Por suerte, tras un poco de agua, recupera el habla y empieza a engullir Chupa Chups como un poseso... para recuperar azúcar.

El tiempo pasa, y se va recuperando muy lentamente... al tiempo que mi angustia aumenta cuando nos vemos rodeados por una tormenta de arena del carajo con fuerte viento y la arena golpeando con frenesí. Muevo a Jose a la vera de un arbusto grande y marco su posición en el GPS. Explorando el track detecto una bifurcación no mucho más adelante...