Me he topado con cazadores y batidas decenas de veces y nunca me ha pasado nada. Reduces la velocidad, miras de no hacer ruido, saludas y normalmente responden. Jamás me han prohibido el paso.

La excepción fue a finales de los 80’ en una salida de BTT. Por lo visto le espantamos la pieza a un cazador y la tomó con nosotros. Después de unos instantes de discusión el tipo nos encañonó durante un par de segundos; ni te imaginas el cague que produce eso, aunque no creo que tuviera intención de disparar.

Sus propios compañeros se encargaron de recriminárselo y echarle la bronca. Uno, que conocía a un ciclista de mi grupo, incluso le dijo que se iba a encargar que perdiera el permiso de armas por esa acción. Para mí, el colectivo cazador es buena gente, como en casi todo.