Sí dejan huella, y la confianza se pierde, es lo más normal, y sirve mucho como aprendizaje. Analizas con detalle qué pasó, dónde estuvo el fallo y te preguntas por qué coño lo hiciste y le das vueltas y vueltas deseando volver atrás y rectificar. En mi opinión es útil para mejorar después. Poco a poco se vuelve a ganar y llega un momento que ya te olvidaste de todo. Por suerte en 20 años sólo he tenido un arrastrón en una curva sin consecuencias por suerte (el coche que venía de frente venía a una distancia suficiente para frenar y no atropellarme). Me sirvió para darme cuenta que debido al exceso de confianza estaba yendo demasiado rápido y arriesgándome de más. Después de la caída me tranquilicé bastante. Creo que si no hubiera tenido ese susto puede que cuando me tocase sería peor si llego a impactar con otro vehículo o algún poste o quitamiedos... Desde ese día las curvas a derechas las tomo con más precaución.

Supongo que tú estarás dándole vueltas a toda la situación y preguntándote cómo no fuiste capaz de ver la placa de hielo... Así que alégrate de que no haya sido nada y pasa una buena temporada con precaución de más. Después todo volverá a la normalidad. O puede que decidas no salir los días de helada o evitar ciertas carreteras sombrías los días más fríos... Algo que tu cerebro procese como similar a la situación que viviste.

Saludos.