Los rumores sobre la posibilidad de que Honda saque un nuevo modelo de tipología trail asfáltica partiendo de las CRF1100L, se vienen repitiendo cada vez con una mayor asiduidad, contando incluso con fotos de unas supuestas patentes realizada por la marca que pueden animar a creerselo.
Lo cierto es que tras la reaparición a finales del 2015 de una nueva generación de Africas Twin parece ser que se ha abierto la veda, y actualmente son cuantiosos los aficionados que le reclaman hagan lo propio con otros carismáticos modelos de conocida la marca nipona como fueron las Transalp, Dominator y estas Varadero.
Se halla cada vez más extendida entre las marcas motociclistas la práctica de emplear una misma plataforma con la que poder ofertar varios modelos, abaratando así sus costes de producción y el de venta. Los de BMW hace tiempo que lo practican, un buen ejemplo de ellos fueron aquellas F 800-700 GS; los de Triumph, con sus 800XC, ahora ya 900, hicieron y hacen lo propio ofertando cuantiosas versiones.
La idea, por tanto, de sacar una versión trail-asfáltica partiendo de las recién llegadas CRF1100L, quizá no sea tan descabellada a sabiendas con lo que cuentan los de Honda en la guantera, y me refiero a un motor con solvente respuesta en prácticamente todos los regímenes, un chasis para disfrutar por todo tipo de trazados; junto el DCT, control de crucero, abs en curva, navegador en la pantalla o esas luces cornering y suspensiones regulables a botoncito que seguro chiflaran a quienes disfrutan pegándose largas pechadas asfálticas, Con estos mimbres no debería serle tan difícil a Honda el conseguir una buena máquina para poder viajar a dúo por lo negro, con la espalda bien erguida y que cuente además con la posibilidad poder abandonar el asfalto sin temores a la hora de buscar un lugar apartado en donde plantar la tienda de campaña, o darse un chapuzón.
Para quienes no las conocieron, os diré que las Varaderos fueron durante unos años (1998-2004) el buque insignia dentro de la gama trail de Honda; una más de las grandes trail con mayores aspiraciones asfálticas que camperas. Contaban con un poderoso (para su época) motor bicilindrico en V de 1000cc, llantas de aleación, y las últimas novedades tecnológicas de la marca; eso sí, sus doscientos setenta y tantos kilos en orden de marcha no eran para tomárselos a broma y había que ser mayormente habilidoso para salirse del asfalto con ellas a poco que las condiciones se torcieran. Las Crosstourer (VFR1200) les hicieron el relevo aunque su incremento de peso respecto a las Varadero coartaron aún más si cabe, su empleo fuera de lo negro. De compartir finalmente, tal como algunos anuncian, una parte del ciclo y el motor con las CRF1100, podríamos estar hablando indudablemente del retorno de las Varadero en plenitud.