Como me decía un colega de salidas: "yo agarro el manillar fuerte, aprieto los dientes y que pase lo que pase..."

Lo malo de andar con esas gordas por el monte son las inercias tremendas. Se te embala la moto y no la paras. Sólo hay dos opciones, pasar a ser accionista de fontaneda o matener el equilibrio y salir airoso... Con bajadas embarradas ni te cuento... Como tirarse por un tobogán...