De vez en cuando, solo en contadas ocasiones, cuando uno relee un libro o mira una película que en su momento le dejó una gran impresión, se produce una determinada magia que hace que se vuelva a vivir como en aquella primera vez, incluso, que con el tiempo y las vivencias acumuladas se capten nuevos matices que hagan la experiencia aun mejor. Pero ya digo, esto se produce en contadas ocasiones, la mayoría de las veces “esta actividad de riesgo” se traduce en una completa decepción cuando descubres que aquel libro o aquella peli de la cual tenias tan buen recuerdo eran, en realidad, infumables y en la intimidad te avergüenzas un poco de tu yo del pasado.
-¿Como me pudo gustar este truño?-
Pues, centrándonos en la moto, cada vez que regreso a esta pista de los Picos de Europa me sucede algo parecido. Ya parto de la base de que en ningún caso me va a decepcionar, pero temo el día en el que no vuelva a percibir aquellas sensaciones que me produjo la primera vez que la recorrí, la primera vez que pasé por las Vegas de Sotres, la Llomba del Toro o por los Puertos de Áliva... por fortuna, esta pista es como los buenos libros y las buenas pelis y cada vez que vuelvo es como redescubrirla, los matices cambian con las estaciones y las sensaciones también, pero son igual de intensas que la primera vez. Volvió a suceder!!!!
Para mi, este puñado de kilómetros constituyen una experiencia única por muchas veces que los recorra.
Como muestra de lo que digo, ahí van unas cuantas imágenes que pueden servir para explicarlo.
Este año ya no tenia previsto pasarme, pero se dieron las circunstancias adecuadas y decidí volver una vez más, nunca se sabe cuando será la última. Ya hace años que existe un plan para limitar la circulación al tráfico rodado en esta y otras pistas del entorno del Parque Nacional y últimamente los rumores se han ido incrementando.
Normalmente me acerco cuando los días son más largos, pero ya estábamos a mediados de Octubre, así que cuando se presentó el primer domingo bueno, no me lo pensé y me lancé para hacer única y exclusivamente esta pista. Bueno, esta pista y unos 550 km de autovía mas otros 120 de carreteras secundarias, sumando ida y vuelta. Pero todo mereció la pena.
Como pequeño homenaje a mi moto, he de decir que no todos los monocilindricos te permiten afrontar con cierta solvencia tiradas largas en autopista, carreteras reviradas y meterte en algún que otro berenjenal en off (no por esta ocasión, ya que la pista es sencilla) sin tener que reservar cita con el fisioterapeuta.
El tramo Espinama – Sotres lo recorrí en ambos sentidos, con calma, deteniéndome en varias ocasiones, haciendo una pequeña caminata desde el refugio de Áliva. Con el sol de cara y también a mi espalda. En definitiva, saboreandolo con tranquilidad, como si fuera la primera o la última vez.
Como nota al margen, decir que la parte entre Espinama y el refugio de Áliva estaba en obras (algún tipo de canalización) y habían desviado el tráfico hacia Pembes, tramo habitualmente prohibido.
La ruta es ya muy conocida para todos los que nos gusta el Trail, así que no me enrollo más y os dejo un vídeo con un collage de secuencias y fotos de la ruta. El vídeo es un poco menos motero que en otras ocasiones ya que no he incluido tomas onboard, me decanté por un vídeo mas pausado, más acorde con el entorno natural que me rodeaba (en mi canal tengo un par de vídeos de 2016 y 2018 gravados con la action-cam por si queréis mas acción).
Vídeo: https://youtu.be/y60sNxiphQU
Saludos y hasta la próxima…