Hoy me he levantado con ganas de murga
Estoy en un foro de maxis en el que se están tirando los trastos por la cabeza con este tema y me han hecho reflexionar.
Pero aquí creo que la mayoría entra al trapo sin leer el artículo. Lo iba a pegar directo en el Foro pero sin las fotos ni la maquetación queda un texto infumable.
Aún así... aquí va. Creo que el titular no refleja del todo el sentido del post y de ahí algunas respuestas que solo hacen referencia al título.
MAXI TRAILS ¿SON LÓGICAS?, ¿PARA QUE TANTOS CV?
Estas son algunas de las últimas maxi trail del mercado, motos entre 215 a 250kgs y de 136 a 170cv:
Ducati Multistrada V4: 215kg, 170cv
KTM 1290 Super Adventure: 217kg, 160cv
Harley Davidson Pan América: 229kg, 150cv
BMW R1250 GS: 249kg, 136cv
Ducati ha apostado fuerte con su Multistrada V4, acaban de salir al mercado la Harley Pan América y la KTM 1290… y otras muchas más que intentan comerse un trocito del pastel que domina con mano de hierro la BMW GS, curiosamente la más pesada y menos potente de todas.
Desde que tengo la 790 me había olvidado bastante de las maxi pero el 9 y 10 de marzo Ducati me ha invitado a una prueba offroad de su V4. Eso ha hecho que haya tenido que ponerme al día de las últimas novedades y de cómo está evolucionando este segmento.
Para hacerlo he entrado en varios foros, en las redes sociales… y he estado fijandome en los comentarios y afirmaciones más comunes que se hacen sobre ellas:
a) Usuarios con claro enfoque offroad: “Son demasiado pesadas y tanta potencia no hace falta en off”.
b) Usarios más asfáticos: “Yo no me metería con esa moto por campo, que dolor verla en el suelo”.
La verdad es que todos tienen razón. Meterte en berenjenales con un bicho de cerca de 250kgs en orden de marcha y que vale un pastizal no parece muy lógico. Tampoco hacen falta más de 100cv para disfrutar por el campo, de hecho si no fuera por la electrónica serían inconducibles. Entonces, ¿por qué las marcas siguen emperradas en sacar estos modelos y por qué se siguen vendiendo? ¿Son lógicas? ¿Es necesaria tanta potencia?
Los que me conocen ya saben que lo que lo mío es el offroad. Aun así he tenido varias maxis: la primera fue una GS 1200 Adventure, me la compré para poder salir con el grupo de los Transibèrics con los que hicimos unos viajes increíbles, la mayoría por campo y nos cansamos de desmentir lo de: “esas motos no son para eso”. Luego tuve una Yamaha Super Ténéré 1200 que tuneé a tope para mejorar su faceta offroad. Con ella hice varias Transibéricas, Cerdeña, Marruecos… siempre off. Luego vino la Ducati Multistrada Enduro con la que también hice una Transibérica de Sevilla a Barcelona, un viaje a los Alpes y recorrí los Balcanes hasta Grecia donde acabé participando en la categoría Adventure del Hellas Rally. Por tanto creo que puedo hablar con cierto conocimiento de lo que se puede y no se puede hacer con un bicho de estos.
Cierto, son pesadas, tienen demasiada potencia para offroad, son carísimas… e ilógicas. Pero representan el summum de la tecnología aplicada a las dos ruedas y son el escaparate donde las mejores marcas de motos demuestran todo su músculo y saber hacer, son lo mejor de lo mejor. Buscarles la lógica no tiene ningún sentido. A nadie se le ocurre buscarle la lógica a un Ferrari, un Porsche Cayenne o un Rolex.
Quien se las compra sabe que está sentado sobre una maravilla tecnológica que acelerará, frenará y pasará por las curvas como ninguna otra. Que tendrá todos los gadgets posibles (muchos de ellos prescindibles) y con la que cada km recorrido será una experiencia única. ¿A quién no le gustaría poder experimentar eso?.
Creo que diseñar una trail ha de ser muy difícil. Conseguir que una moto vaya bien en superficies tan diferentes como el asfalto o los mil terrenos que te encuentras haciendo off road ha de ser un rompecabezas terrible para los ingenieros. ¡Si es que incluso se conduce diferente!: sentado en asfalto, de pie por campo.
Por tanto es normal que los forofos del asfalto consideren que hay motos mejores en ese terreno y los del off te digan que para meterse en líos prefieren una moto con menos kilos y mejores suspensiones. De acuerdo, pero si no tienen una trail no podrán salir de casa con sus maletas a cuestas, recorrer cómodamente media Europa por todo tipo de carreteras visitar valles remotos en Albania o Montenegro a los que sólo se llega por pistas, disfrutar de la naturaleza salvaje, vivir aventuras que nunca olvidaré y acabar en el Hellas rally. Eso sólo se puede hacer con una trail y mejor aún con una maxi.
Pero desgraciadamente viajes así se hacen pocas veces, entonces, porqué se venden estas carísimas motos?, ¿qué suelen hacer realmente sus propietarios? Conozco varios tipos:
1. Los que saben aprovecharlas: Son usuarios que tienen muy claro lo que se han comprado. No tienen por qué ser ricos, a veces han hecho un gran esfuerzo para tenerlas pero saben que conducen la flor y nata de las trail y la disfrutan al 100%. Igual se pegan un viaje asfáltico hasta Cabo Norte que salen el fin de semana a embarrarse hasta las orejas. No les importa que hayan rayadas porque cada una de ellas le recuerda un día de disfrute máximo. De esos hay pocos.
2. Los que las usan sólo para viajar por carretera: No les gusta meterse por el campo pero esas motos son tan cómodas y van tan bien por asfalto que las han comprado para sustituir a la touring que tenían. Y muchas veces ponen en aprietos a los de las RR (eso les pone muy cachondos).
3. Los que las usan como un SUV. Les gusta el aspecto aventurero de la moto pero no se atreven a hacer offroad porque se ensucia y se puede rayar. Sólo se meten por algún camino para hacerse la foto y colgarla en su Instagram. Disfrutan pasándose horas estudiando que gadget le pueden poner y son felices sentados en el garaje mirándolas horas y horas.
4. Los que se equivocan: Han visto la publicidad de BMW con tíos guapos sin afeitar en lo alto de una montaña solitaria o a Chris Birch pegando saltos como si llevara una enduro y piensan que podrán hacer eso. Se caen en el primer intento, con suerte no se hacen daño pero la factura de los plásticos rotos les devuelve a la realidad: ni son el de la barba ni el Birch. Se la venden al cabo de poco tiempo o con suerte se reconvierten en usuarios del grupo 2 o 3.
Respeto totalmente a cualquiera de esos usuarios. Cada uno las disfruta a su manera -a excepción de los que se equivocan y se la venden pero a todos nos puede pasar- y hacen con su dinero lo que mejor les parece.
Finalmente hay un grupo que existe en cualquier segmento: los haters. No tienen lo que se ha de tener para hacer offroad con ellas o no disponen del dinero para comprarlas. Eso les fastidia mucho, por eso las odian. Y son especialmente activos para hacerle ver el error que ha cometido el pobre que se ha gastado todos sus ahorros en una preciosa maxi. ¿Será que simplemente no les gustan las motos? porqué sino no se entiende que puedan criticar a semejantes maravillas. Más bien diría que es sólo envidia.
En el grupo de los haters también están los hooligans marquistas. Los hay de todas las marcas. Gente que se pasa el día entrando en los foros para criticar cualquier moto que no sea la suya… ¡y eso que no están en nómina de las marcas!!.
Bueno, que me desvío del tema. Con este rollo ¿dónde quiero ir a parar?. Pues que éste tipo de motos, al igual que las RR, los coches deportivos o las carísimas bicicletas hiper ligeras no se compran con la cabeza sino con el corazón. Las hay mejores para ir por campo, también por asfalto pero quien tenga una de ellas será el feliz poseedor de “lo mejor”. Y eso no admite discusión.
He hecho miles de km por todo tipo de pistas y senderos con maxi trails, quien diga que con una moto así no se disfruta por campo es que no la ha probado, no la ha entendido o no tiene el nivel para disfrutarla. Con una maxi hay que cambiar el chip, disfrutar del viaje, de las increíbles sensaciones que transmiten, de su tecnología, su comodidad... Hay que aprender a controlar las inercias para no pasarse de frenada, o las aceleraciones para que no nos adelante la rueda trasera, superar el reto de no quedarse encallado donde con una enduro se pasa sin problemas… son otro mundo.
Luego está el mantenimiento. No se destruyen haciendo off como muchos piensan, ¡son muy duras!!. No he tenido problemas con ninguna de mis maxis más allá del mantenimiento normal y los pequeños golpes y arañazos que se suelen producir haciendo campo. Es cierto que hay que protegerlas bien y evitar caídas fuertes que es donde se dañan más por su propio peso, pero nunca serán tan graves como una caída en asfalto. Así que olvidaros del tabú de que se destrozan si se usan por campo.
Entonces, si me gustan tanto ¿por qué me conformo con una 790?
Básicamente porque lo que más me gusta es el off road, es lo que hago más a menudo, ya no tengo la fuerza que tenía hace unos años y para hacer off de verdad con una maxi hay que ser grande o estar fuerte. Pero no descarto volver a tener una de ellas si en el futuro hago más asfalto y menos campo, ¡me encantan!
En definitiva, larga vida a las caras, pesadas, ilógicas pero maravillosas maxi trail.
Ya os contaré que me parece la V4 de Ducati y espero poder probar lo antes posible la 1290 de KTM… o cualquier otra que se me ponga a tiro.