Los sides atascaban la rueda trasera y en mi caso también la delantera y el avance se hizo complicado, muy complicado, con sufrimiento para las mecánicas también ya que incluso cuesta abajo había que picar embrague para avanzar. Pero pensaba en Naske y Dori con "solo" dos ruedas y la verdad que tenían que estar pasándolo peor








Además Dori tuvo una caída tonta pero que partió la maneta de embrague “a ras” y se quedó sin embrague...por suerte ya no estábamos muy lejos del asfalto y pudimos llegar facilmente a lo negro.




En Aliaga tuvimos mucha suerte y encontramos un taller abierto. No tenía maneta de embrague nueva para la DR pero entre las que guardaba rotas hubo una que mas o menos encajó y aunque sea con un dedo ya se podía embragar. Algo es algo, pero dadas las condiciones ya decidimos llegar hasta Mosqueruela por pistas asfaltadas y carreteras.


Una vez en destino, por supuesto hubo una reparación “profesioná”. Superponiendo la maneta rota a la que puso el mecánico, con un poco de cinta americana y unas bridas….




El sábado amaneció nublado y frío y daban lluvias casi seguro por la tarde, así que iniciamos la ruta y decidimos que “sobre la marcha” iríamos acortando o buscando alternativas si se ponía a llover.













Tuvimos buenas dosis de aventura, en algunos momentos ibamos por caminos tan rotos y apartados que yo me podía imaginar perfectamente como si fuésemos por la Siberia profunda.













Paramos a comer en un merendero al aire libre a 1890 metros de altura, casi nada.




Y después de comer mas aventura estilo “La Grán Evasión” y unas preciosas pistas:

















Maravillados con el entorno y los paisajes todavía nos sorprendían a mejor al encontrar pistas y rincones mas preciosos




























Pero poco a poco empezó a llover cada vez mas intensamente y, escarmentados por los barrizales del viernes especialmente, decidimos ir volviendo por carretera hacia nuestra base de operaciones. 20 km bajo un moderado aguacero y por fin “en casa” y cuando cesó la tempestad todavía tuvimos tiempo de dar un buen paseo por el pueblo.







Mosqueruela es un pueblo muy cuidado y con unas bonitas construcciones. Su historia es larga y extensa y bien merece una visita por si solo. Eso si, en invierno esto es una zona dura.
El sábado estuvo lloviendo casi toda la noche y en principio las predicciones no eran muy buenas para el domingo así que nos enfundamos los trajes de lluvia y decidimos volver por carretera.


Las Ural tienen su entorno natural en caminos y carreteras secundarias pero con el límite actual en las nacionales de 90 km/h, pueden aguantar el tipo perfectamente y circular a unos buenos 85-90 km/h el tiempo que sea necesario, así que en tres horitas ya estábamos en casa listos para comer. Por suerte no nos cayó ni una gota en todo el regreso, aunque pasábamos continuamente por zonas mojada y veíamos a los lados o a veces al frente cortinas de lluvia.




Un muy buen finde que creo que hemos quedado con ganas de repetir
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