LA ALDEA SUMERGIDA

[Carlos75]

.
Dirigiéndonos hacia el sur gallego, nos cruzamos con la diosa celta Ocaere.





En el municipio de Bande, los comuneros de Monte Grande están acondicionando un parque arqueológico. Mámoas, grabados y otros restos de la antigüedad galaica salen a la luz.




Una foto dinámica de nuestro paso por allí:




Como telón de fondo, figura la sierra del Xurés. Detrás está Portugal y de camino una muestra del abandono rural.









El río Limia vuelve a pasar solo por debajo del puente. Nos estamos acercando a un pueblo que también acaba de emerger.





Entre pistas de lodo seco que eran las rúas de Aceredo, topamos con sus casas.









La construcción y cierre de compuertas de la presa de Lindoso (Portugal) supuso el fin del pueblo. Solo el manantial de la fuente se negó a cesar su actividad.









Ahora la presa es propiedad del gobierno Chino. El afán de beneficios, turbinando sin descanso hizo emerger unas construcciones llenas de historias y pena de sus antiguos moradores.

















Salimos los sentimientos y reflexiones que surgen en estos escenarios. La foto dinámica de ese momento se encuadra sobre los cimientos de la antigua iglesia.







Dejando abajo el embalse semivacío con todas sus historias, tomamos una pista algo peleona y muy entretenida.









Otra fotilla con movimiento llegando a un monumento natural:

https://www.youtube.com/watch?v=kgzLrQqIByY&ab_channel=CarlosSantos



Estas piedras caballeras llamadas "A Pica" no dejan indiferente a nadie.





Allí mismo cae un modestísimo menú. El plátano de tanto meneo, parecía el del hijo del negro del whatsapp.








Una vista aérea:





Poco después, en Ludeiros pasamos ante un centenario roble al que un alcalde y un constructor sin un mínimo de aprecio, le insertaron un mirador. Además de que el conjunto daña la vista, no sirve para nada pues ramas y hojas lo tapan todo.




Retornando por una pista de tierra, ya por el otro lado del embalse nos concede el puente de Aceredo una nueva perspectiva.





Antes de regresar por nacional y autovía, dejamos estos parajes disfrutando de carreteras solitarias. Una muestra:




Hasta otra