No sé a qué temperatura estaría el colector del escape y la culata de una Sherpa 238 subiendo al Port de la Picada, pero servidor dió un golpe al depósito de fibra y comprobó que la cinta americana acaba despegándose, y que la gasolina que se derramaba se evaporaba y no prendia.
Por otro lado, de jóvenes, ya comprobamos que un cigarrillo encendido se apaga al tirarlo en la gasolina. Cosas de juventud.
Y sí, el peligro del catalizador con la hojarasca de un bosque recuerdo haberlo leido a principios de los 90 cuando empezaron con los catalizadores en los autos.