Pues ahi va lo que pretende ser una crónica del sin duda, uno de nuestros mejores viajes, el idioma diferente y saber que estas mas lejos de casa de lo habitual siempre le da su punto al viaje.
La idea, recorrer los Balcanes siguiendo parte de la Trans European Trail (TET), digo parte, por que en algunos tramos hubo variantes por diferentes motivos.
Domingo 5 de Junio
El viaje comienza mandando las motos en un furgón con remolque cerrado hasta Italia, 500€ por moto, es dinero, pero si cuentas que para llegar necesitas tiempo, ferrys, hoteles, gasolina, comidas, cenas.....realmente no lo es tanto y te permite evitarte el palizón. Otro motivo no menos importante seria preservar los tacos de las ruedas, la ruta es offroad en su mayoría, y con previsiones de mucho barro, así que tonterías las justas.
Hago un repaso de las motos para esta ocasión:
-Mesie le Peric : Yamaya Tenere 700
-Don Trini : BMW GS 800
-Tallafocs : Africa Twin Adventure Sports 1100 "La Enterprise"
- Novato : GS 650 Dakar "El Ferro"
- Dimoni : Triumph Tiger 900 Rallye Pro
De neumáticos iríamos casi todos con los Mitas E09, exceptuando la Teneré del Peric con un calzado más endurero.
La gran cagada fue por mi parte con la Tiger 900, ya que al ser nueva le monte los Mitas e hicimos un par de salidas muy largas de offroad junto con la Teneré, fueron mas de 1000 km de disfrutar y cogerle el tino a la moto con el modo "Offroad Pro" (imprescindible), pero lo que no podía imaginar es la fundida de tacos que me pegaría. El problema es que no sería consciente de ello hasta que estábamos cargando las motos, al comparar las E09 de mis compis recien estrenadas y mis E09 con esos poco mas de mil kilómetros. Ahi fuí consciente de que tenia un problema, pero ya era tarde.
El plan el de siempre, eso nunca cambia, tienda de campaña, cocina y todo lo necesario para cierta autonomía.
Esa misma tarde cogeríamos un avión gentileza de Ryan Air que tiene línea directa Alicante-Treviso, además a precio razonable.
Llegada a Treviso y al hotel. Dormiríamos en un "hotel" (por llamarlo de algún modo) "Pakis Style", "encantador", sin aire acondicionado, baño para compartir y como invitados, mosquitos y ruidos, ya que a ver quien era el guapo que cerraba la ventana, eso si, estaba justo al lado del aeropuerto, que era lo que buscábamos.
Lunes 6 de Junio
La idea era que a primera hora de la mañana del lunes, nuestras motos estuvieran allí, montarnos y arrear, pero el de la furgo fue acumulando pequeños retrasos, las recogió mas tarde de lo previsto y acabamos recogiéndolas al medio día.
Como no hay mal que por bien no venga aprovechamos la mañana para ir de "turisteo" a Treviso, que todo hay que decirlo nos soprendió, un lugar tranquilo y con mucho encanto, con canales y muchos rincones guapos.
Visita obligada a la Fontana delle Tette, un busto de una señora con un buen par de tetas por las que sale agua cristalina, aunque originalmente fue concebida para que manara vino tinto de uno de sus senos, y vino blanco por el otro, en aquella época (Siglo XVI) cualquiera podía beber de ella gratuitamente y hasta durante tres días, no veas el colocón.
Un buen paseo, un par de cervezas, comimos algo y por fín recibimos la llamada de nuestro transporte diciéndonos que estaba a las puertas de Treviso, buscamos un callejón apartado con sombra, porque el calor era bochornoso y le enviamos la ubicación a la furgo.
Descargamos motos, cargamos alforjas y nos vestimos allí mismo en la calle. Poco después de la una del medio día estábamos en marcha, habíamos acumulado unas 5 horas de retraso nada más comenzar, venga, vamos bién.
Al poco de dejar Treviso y antes de coger la autopista de peaje, llenamos depósitos en una gasolinera. El plan era hacer los 120 km que nos separaban de la frontera de Eslovenia lo antes posible, para una vez allí comenzar con nuestro track.
Pero en la salida en Monfalcone, una vez pagado el peaje, la liamos y acabamos metiéndonos de nuevo en la autopista de peaje, ahora en sentido contrario, puffff. Pensamos en liar alguna "pirula", pero al final el sentido común se impuso y deshicimos unos cuantos kilómetros hasta la siguiente salida, pagamos peaje de nuevo y salimos en Redipuglia.
Pero mientras tanto había aparecido un problema, el piloto de temperatura de la GS800 de Don Trini le estaba avisando de que estaba sobrecalentada, mosqueo del 15.
Paramos en una gasolinera, averiguaciones, llamada al mecánico a España, y mientras tanto el resto nos dedicamos a refrescarnos, eran las tantas y Eslovenia parecía todavía algo lejano.
Don Trini comprobó el nivel de aceite y todo parecía estar bien.
Al final lo de la GS parecía una falsa alarma, optamos por no hacerle mucho caso y arreamos de nuevo, esta vez por carretera, nada de autopista, no la vayamos a liar otra vez. Y poco faltó, ya que es una rotonda de esas extrañas como en dos partes y con muchas salidas, pero bueno esta vez enfilamos la carretera correcta, os puedo asegurar que no era fácil, la cosa tenia su miga.
Y por fiiiinnnn !!!! enfilamos una carretera llena de curvas en ascenso que nos llevaría hasta la frontera con Eslovenia, frontera inexistente por cierto, lo único que verás será un cartel avisándote que cambias de pais. Eslovenia esta dentro de la CEE, su moneda es el Euro y tienes teléfono y datos como en cualquier país europeo.
En la primera gasolinera paramos y llenamos, nunca se sabe, y además aquí es más barata. Atravesamos un par de pueblos y en el tercero, en Gorjansko sobre las 5-6 de la tarde, paramos en un supermercado que encontramos al lado de la carretera, era hora de comprar nuestra cena.
Con las alforjas llenas seguimos con nuestro track en busca de la primera pista que cogeríamos poco después de cruzar Komen.
Y por fin comenzamos a tragar polvo, hace mucha calor y los caminos están secos, así que, es lo que hay. De todos modos se nos tuerce pronto, apenas recorremos unos cuantos kilómetros hasta que nos topamos con una barrera.
Hacemos los buenos chicos y regresamos por donde hemos venido, echando una ojeada al mapa vemos una alternativa muy sencilla por asfalto hasta retomar más adelante el track, y eso hacemos. De todos modos, estas carreteruchas no pierden nunca el encanto, cruzando pequeños pueblos, Kobdilj, Stjak y Vrabce.
En un momento dado caemos en la cuenta que no hemos comprado botella de vino para la cena, asi que paramos en el siguiente pueblo, Podnanos, y preguntamos en un bar a ver si hay suerte, y de paso nos tomamos una cerveza que la tarde se va haciendo larga. Nos venden vino de barril, ni fu, ni fa, digamos que se podía beber.
Eso si, la cerveza supo a gloria.
Asi que ahi estábamos, si la ruta hubiera comenzado a esas 9-10 de la mañana prevista, lo suyo era estar en la Eslovenia profunda, metidos en faena y con un montón de kilómetros de track ya hechos, la realidad era otra, eran las siete de la tarde pasadas, y aqui no es como en España, estamos muy al este, y el sol se pone mucho antes que allí, comenzaban a quedar ya pocas horas de sol y la panda esta, andaba allí repantingada con el cervezote en la mano y de chachara, tan solo llevábamos 55 km recorridos en Eslovenia y apenas una docena de ellos de pista facilona, no habíamos cogido ni polvo para disimular un poco.
Con la botella de vino en las alforjas y ya hidratados seguimos ruta, a partir de aquí termina por fin el asfalto y comienzan las pistas y los caminos. Tomamos una buena pista en principio que ascenderá hasta los 1200 m. (Podnanos estaba a 170 m.). A la altura de una casa de campo en la que hay un restaurante, hacemos una parada (tranquilos no era para tomarnos otra cerveza), esta vez para ajustar la alforja derecha de la GS650 que andaba rozando con la cadena, cosas del desdicha de su dueño.
La pista comenzaba a ser monótona ya, aunque todavía estamos en las primeras y siempre impacta el ir metido en un denso bosque, pero cuando ya te estabas como adormeciendo a esas horas del atardecer con la monotonía, ¡ zas ! de repente la pista se acaba en una pequeño descampado y el track sigue en ascenso por una estrecha senda metida igualmente en un denso bosque, subidón de los buenos, no seria mucho más de un kilometro, pero consiguió que nos metiéramos de lleno en el viaje y en lo que nos esperaba.
La estrecha senda, tenia su magia con los rayos del sol poniéndose entrando entre la vegetación y también tenía un par de pasos de esos con "game over" a la derecha que le pusieron su punto, pero acabó pronto, volvimos a una pista de nuevo, pero como decía antes, fue como un antes y un después. Estábamos en la TET de los Balcanes, no había duda.
Y poco más ya ese día, unos 8-9 kilómetros después y con el sol ya escondió, pasamos por una especie de área de picnic, con mesas, una barbacoa y una cabaña cerrada. Decidimos que era buen sitio para acabar el día, mañana seria otro día.
Montamos tiendas, una buena cena con el vino peleón y a dormir.