Venga, otro ratito mas...


JUEVES DIA 3 :

Echamos mano del saco que con buen criterio llevamos a pesar de ser casi verano ya y pasamos buena noche, el sitio fue perfecto.

Hoy tenemos de hecho, hasta una mesa de picnic a nuestro servicio, con lo que no hay excusa y procedemos a uno de los momentos TOP del dia, las tostaditas con cafe con leche de la mañana.



La ruta aun con los problemas que vamos teniendo va mas o menos segun lo previsto, aun asi decidimos obviar un pequeño tramo de pista despues de Serranillos para no entrenernos mucho y poder estar en Salamanca a medio dia, que por si alguno no se acuerda teniamos pendiente la recogida de la maneta de freno de la Yamaha en un concesionario.

Pasado Hoyocasero y tras cruzar una carretera nacional seguimos hacia Navalsauz para ir ascendiendo poco a poco, y conseguir que pasemos hasta un poco de frio y todo... un lujazo.



Despues seguirian Navadijos y Garganta del Villar, donde dejariamos la carreterucha que nos acompañaba desde hacia un rato para tomar un sendero mas entretenido y con buenas vistas de Gredos al fondo.




Este tramo tambien se lo evitó la Africa con buen criterio, ya que si bien la subida no tenia mas historia, la bajada si tuvo su aquel.

Despues el descenso durante unos 10 km por una preciosa carretera de montaña que pasaria por Navacepedilla y de ahi a Vilafranca de la Sierra donde paramos a tomarnos un cafe, que la cosa rulaba bien.

Poco antes de llegar el Peric casi se empotra contra un remolque, en mitad de la carretera , dos paisanos que se cruzaron pegaron el frenazo de golpe bloqueando la carretera en ambos sentidos para charlar de sus cosas, el problema es que el hombre no se percató de que llevaba compañia detras.




Apenas un kilometro despues de Vilafranca volviamos a nuestro habitat natural, las pistas de tierra, casi 60 km de ellas cruzando algunos pueblos y con algun que otro tramo divertido para llegar hasta Alba de Tormes, este tramo se convirtió casi en una contrareloj para llegar a tiempo a Salamanca, asi que de paso nos lo pasamos, muy, muy bien.

Como la Yamaha sin freno delantero y la Africa llevaban un ritmo mas lento, el Peric y servidora seguimos a buen ritmo para llegar hasta una gasolinera al sur de Salamanca cerca de Arapiles, y desde alli, llamar al concesionario para preguntar si todo iba bien y teniamos maneta de freno.


Y a eso nos dedicamos mientras esperamos al resto del grupo, pero a pesar de que todo habia salido bien, y habiamos llegado a tiempo de salirnos del track, y poder acercarnos a Salamanca a recogerla, ya que eran todvia la 1 del mediodia, nuestro gozo en un pozo, bien por desidia, o bien por que efectivamente el transporte habia fallado, el caso es que no habia maneta.


El caso es que a esas alturas de la pelicula, a Don Trini casi, casi se la traia floja ir sin freno delantero, asi que como al implicado parecia traerselas al pairo, optamos por no complicarnos la vida y seguir para no perder tiempo, que luego nos supondria no poder disfrutar de la ruta.


Repostamos y seguimos ruta rodeando Salamanca, como ya sabéis a estas alturas, las grandes ciudades nos dan un poco de sarpullido. Pasamos un par de pueblecillos, pero no vemos el ansiado Bar, hasta que en Almenara de Tormes optamos por preguntar, que ya es tarde y hay hambre.

Al final en el polideportivo del pueblo, donde comimos bien y barato, además había hasta piscina, que apunto estuvimos de meternos, pero no estaba abierta todavía.

Seguia haciendo mucho calor, aunque en la tele, lo llevábamos oyendo desde ayer en el otro bar que comimos, ... venia una cosa de esas que ahora les gusta mucho llamar "ciclogenesis explosiva" que mola mas que un "viene una tormenta del carajo", la tormentita, se esperaba para esa misma tarde noche en el sur de Galicia, norte de Portugal, justito, justito mira tu por donde, hacia donde íbamos nosotros.



Con la tripa llena, seguimos con la ruta, teníamos por delante un montón de kilómetros de pistas y caminos sin practicamente ninguna interrupción, salvo el cruce de algún pueblo o el de alguna carretera.

Cerca de Santiz optamos de nuevo por separar tracks y la Africa toma una ruta alternativa, un error, por que todo el tramo que nos esperaba y exceptuando algún punto concreto era totalmente factible para ella.

De ahí a Figuerela de Sayago, se rueda deprisa, muy deprisa, pistas muy anchas, algunas pertenecientes a un parque eólico, pero a partir de ahí se convierten en senderos anchos y caminos maluchos, con algunos tramos memorables entre una espesa vegetación.




Se irían sucediendo pequeñas aldeas o pueblos a nuestro paso, Mogatar, Malillos, Abelón, Moral de Sayago y Moralina, donde nos volvíamos a reencontrar con el Tallafocs y su Africa.

Como unica curiosidad que recuerde, este puente de piedra que encontramos entre Malillos y Abelón, allí en mitad de ningún sitio y con pinta de llevar allí media vida.



Unos kilómetros antes de llegar a Moralina, la meteo dio un vuelco, y pasamos del calor a tener que ponernos los monos de agua por que comenzó a llover, y con un cielo amenazante que no presagiaba nada bueno.....la puñetera ciclogenesis explosiva esa de marras nos la íbamos a comer en breve, aunque todavía no lo sabíamos.



Salimos ya todos juntos de Moralina hacia Torregamones para de ahí empalmar con la carretera de Portugal practicamente ya en la frontera que marca el Duero.

Eso si, antes de despedirnos de España a la Trini le dió por darse un revolcón y quedarse atrapado debajo de la moto, unos cuantos moratones de esos que dan miedo darían fe unos dias despues de los hechos.

En total serian mas de 80 km, en los que practicamente no tocamos el asfalto, y exceptuando las pistas rápidas primeras, el resto todo por caminos de los que no te puedes despistar, ni aburrir, hasta casi la frontera con Portugal, resumiendo, el puto paraíso.




Entramos en Portugal por la presa de Miranda do Douro, la cruzamos y entramos en faena enseguida. Aquí de nuevos volvemos a separarnos de la Africa.




Pero lo que hasta ahora eran lluvias ligeras que venían y se marchaban, en Portugal se convierte en una lluvia continua y cada vez mas pertinaz. Pero bueno, era soportable.

Continuamos con nuestro track con algún que otro incidente menor, en esta ocasión protagonizado por el Peric, que desde que finiquitó su Katy ha pasado de ser el protagonista de todas las rutas, a un tío de lo mas aburrido, que no le pasa na da na.

Esta vez se cayó, pero no vayan ustedes a creer que se cayó en cualquier sitio, no, hay gente que tiene don para caer....



Si a ti te dan a elegir un sitio donde caerte, ¿se te ocurre alguno mejor que este?, mullidito, y bien blandito y humedo pero sin pasarse, para que resbale bien y no me haga ninguna rozadura, ni pupita no vaya a ser.



Pues después del incidente pasaríamos por un precioso pueblo de calles empedradas, Cacarelhos, eso si sin un alma a la vista y que con la lluvia y lo gris de la tarde daba hasta un poco de yuyu pasar por allí. Y yuyu es lo que nos entraría poco después por que el camino se convirtió en una senda y cada vez mas empinada, de esas que dices.... puff, "espero no quedarme atrapado ahí bajo y no tener que volver por aquí".

Pues fue de lo mas premonitorio el pensamiento, por que aquello se convirtió en una ratonera sin salida y para darle un poco de emoción al asunto estaba comenzando a llover con más fuerza, lo que le daba su puntito para subir por donde habiamos bajado.


Volvimos a agradecer que no anduviera por allí la Africa, que se hubiera divertido saliendo de aquella ratonera y conseguimos volver a nuestro adorado pueblito, el que habíamos cruzado hace un rato, el que daba yuyu, ese.

No habíamos avanzado nada se nos hacia tarde y la lluvia se estaba convirtiendo en un pequeño diluvio. Optamos por coger carretera y adelantar camino después de la pifia. pero apenas hicimos unos 10 km y en una gasolinera en Vimioso paramos. En esos 10 km nos cayó encima toda el agua del mundo, ni monos de agua, ni leches, terminamos empapados como pollos, helados y con cara de "pobres personas".


Había un cuartucho en la gasolinera y allí nos quedamos, hasta nos pusieron un café y todo. Pasamos un buen rato hasta que por suerte la tormenta aflojó un poco, llenamos depósitos y salimos por patas de allí, ni track ni ostias, carretera y manta hacia Gimonde.


Nuestro Tallafocs y su Africa habían llegado ya hacia rato y ya tenían controlada una casa rural con un apartamento bien grande para todos, duchas, estufas y secadores, esa noche le iban a dar por saco a la tienda de campaña y al saco de dormir.


Final feliz, ropa secándose, ducha y una cena de escandalo, asi nos recibió Portugal, mañana seria otro día.