Empezaré por la bella, pero breve, historia de las motos turbo:


Efectívamente, la primera reconocida fue la Honda CB 500 Turbo del 82, con un motor de concepción similar al Guzzi (V-2 transversal, con transmisión por cardan) y 82cv declarados. Los problemas que tenía era que parecía más deportiva de lo que era, y que la competencia (japonesa) realizó sus turbo con motores cuatro cilindros de 650-750cc... más potentes.

La mas bruta: Kawa GPz 750 Turbo, de 110cv.

Y el problema de todas, fue simple: las 1000-1100cc de la época rendían lo mismo, con menos complejidad mecánica, y, sobre todo, mejor tacto de gas... imagínate con esos neumatiquitos estar inclinado, abrir y que entre el turbo... Al final, la atracción de los motoristas cayó, y los fabricantes no evolucionaron sus motos, dejándolas morir.

Ahora, los Wankel:


El tema del motor Wankel, también conocido como rotativo, comenzó con DKW, que se interesó por él. En Internet puedes encontrar datos de su funcionamiento, pero te diré que no tiene pistones, ni bielas, ni cilindros, y que es algo así como un triángulo de anclaje excéntrico que se mueve en el interior de un trocoide… lo dicho, si te interesa, busca su funcionamiento.
El problema de este motor deriva de su funcionamiento. Su engrase es como el dos tiempos, por mezcla de aceite en la gasolina, por lo cual sus niveles contaminantes son altos. Encima, su consumo tampoco es bajo, lo que no ayuda. Dicho engrase también hace que la fiabilidad, sobre todo de sus extraños segmentos, no sea su punto fuerte.
Y, para mí, lo peor de todo, es el sonido. Tuve la suerte de escuchar una Norton F-1 de competi en una exhibición y sonaba como decían las revistas: como una 2-t con segmentos rotos. Horrible. Además, se comentaba que el tacto tampoco era nada bueno.


Claro, con estos mimbres, el intento de salvación de Norton a finales de los 80 con este tipo de motor, solo podía llegar al fracaso, pese a sus éxitos en competición. Claro, ver a la policía de carretera con las motos rotas en la cuneta, no era la mejor publicidad… y se rompieron todas, llevando a la extinción a la marca.


Hoy por hoy, solo Mazda le ha dedicado tiempo y mucho dinero, llegando incluso a ganar en la 24 Horas de Le Mans, y es la única marca que los produce para automoción: el RX-8. Si tienes oportunidad, que te abran el capó: ¡parece que solo lleve caja de cambios!