Esta historia deja a todo lo que hemos puesto o pongamos en este hilo como si comparases una brisa con un huracán.

Esta historia es el huracán. Gracias Carlos por el post.

Si ya de por si es una historia épica, hacerla en aquella época con las mecánicas de entonces le da ya un tinte de odisea y es un claro ejemplo de que los límites nos los ponemos nosotros.

Además debía ser buena persona porque coge un perro callejero y lo lleva consigo durante el viaje.

Todo un ejemplo de como el sidecar puede ayudar a ir en moto aunque sea "de otra forma". No es como ir en moto pero sientes que vas en moto, no es como conducir un quad o cualquier otro vehículo.