Los guarros somos los humanos en general y esto sucede por la falta de civismo notorio. Luego este cóctel lo agitamos bien con unos toques de la intolerancia más absoluta y ya tenemos la explicación a todas nuestras frustraciones.
Si fuera poco, nos pasamos media vida viendo como esta pasa insustancial ente hasta que la guadaña te permite observar con clarividencia tu falta de perspectiva.
Que sí, que los perros y los dueños y todas esas cosas...
Que conste, que la falta de educación me exaspera