Apuesto lo que sea a que me reí porque se me fue el manillar y me dí un pequeño susto... El móvil en la mano, ¡y el guante en la boca! Ponerme el guante en marcha también fue un pequeño reto. Esas cosas que hasta que nos las pruebas parecen imposibles, y despues de hacerlas descubres que no son para tanto.
Creo que la sonrisa de oreja a oreja que se me ve en prácticamente todas las fotos también dice mucho. Dame una moto, dame una ruta y buena compañía, y ¡ya estoy disfrutando!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡YUPI!!!!!!!!!!!!!