Las motos estaban en perfecto estado general y de eso nos ocupamos antes de salir de casa. No iría con nadie que llevase la moto echa una mierda o que no se preocupase de su mantenimiento a lo largo de la ruta.
Cambio de aceite y filtros, nivel de líquido refrigerante, kit de transmisión, pastillas de freno, rodamientos bujes y dirección, cubiertas y cámaras nuevas... en fin, íbamos con los deberes hechos. Está claro que aun así siempre se puede producir una avería.

La fisura del radiador de mi moto se produjo durante el viaje, en el remolque, debido a la presión que ejercían las correas contra los plásticos de la moto. El sistema de anclaje del protector de serie es una mierda.
La avería de la 350 se ocurrió antes de completar los cien primeros km de ruta, por lo que apenas le dio tiempo a sufrir. Una avería fortuita, como bien habéis dicho.
Y si la 690 se hubiera quedado sin embrague en mitad de la ruta, lo hubieramos solucionado. Como ocurrió el último día y casi todo era carretera decidimos llegar a Midelt sin reparar.

Después de cada etapa revisábamos la moto: Nivel de aceite y líquido refrigerante, tensión, limpieza y engrase de la cadena, limpieza del filtro del aire, reapriete de tornillería.
En mi caso no tuve que rellenar aceite, ni tensar la cadena. Tan solo limpiar y engrasar.

Tres rutas marroquies de entre 1500-2000km y una de 3500km en la que hicimos el recorrido íntedro en moto desde Madrid. Varias motos de diferente tipo y marca. Puedo decir que cualquier moto trail o enduro que esté en buen estado aguanta perfectamente un viaje así. Es cierto que hay motos de las que hay que estar más pendientes, pero teniendo eso en cuenta no veo cual es el problema.

A la vuelta del viaje, lavado, engrase y como nueva.