Buenas


Aqui paso a relataros esta salida de siete días de moto que pasa por lugares de las provincias de Madrid, Ávila, Segovia, Soria, Burgos, La Rioja, Cantabria, Asturias, León, Zamora y Valladolid. La ruta en principio la llamé "a lo loco", pero sea o no de este modo, lo bueno es que he aprendido mucho de ella. Lo primero y más importante es que aunque sea temporada turística alta (estamos en pleno Agosto) siempre se puede encontrar habitación en un hotel u hostal, por lo que los útiles de campaña se podían haber quedado en casa; lo segundo es que llevar en la parte trasera de la moto algo que levante más de 10 cm es un completo error pues nos impedirá bajar con confianza cualquier pendiente de cierta inclinación (por lo marrón, se entiende), y lo tercero es que hacerse más de 200km en un día, si no se conoce el track y la mayor parte es por campo es difícil y estresante. Ya hablaremos más de estos temas y de otros...


Pero bueno, dado que no sabíamos si podríamos dormir en hoteles salimos así de cargados: solo mi saco y la tienda ocupaban casi la totalidad de la mochila roja. Esta foto esta hecha a unos 15 km al norte de Navaperal de Pinares, (Ávila)




Los primeros 50 kilómetros fueron todos por carreteras secundarias hasta llegar a El Espinar (Segovia). Aqui al poco de empezar a pisar caminos, pasando por debajo de la A6




Los caminos por la zona eran agradables y fáciles.



De vez en cuando había pasos algo más entretenidos.



De camino hacia San Idelfonso (Segovia) el aspecto del paisaje era este:



Una vez llegados a San Idelfonso seguimos la Cañada Real Soriana occidental, camino que hicimos hace unos 5 años y que no estaba en buen estado (no lo pasamos bien con las Tenerés en algunos puntos). La sorpresa mayúscula fue que en esta ocasión estaba arreglado, tanto que nos empezó a dar vergüenza circular por ahi (a parte de que estaba expresamente prohibido) por lo que en la primera salida continuamos ruta por carretera. No merece la pena, a parte de que pierde todo el encato natural, pues en vez de parecer una cañada parecía un camino de un parque de ciudad. Como digo, estaba tan cuidado -con indicadions de todo tipo a cada poco- que no me hubiera sorprendido ver puestos de bebidas...


A la altura de Collado Hermoso paramos a echar gasolina y a comer... La primera vez que comprobamos lo coñazo que es echar gasolina en la 701 si se lleva el equipaje como lo llevábamos.



Estos son algunos de los paisajes que vimos desde alli, pasando por Riaza y por las inmediaciones de Ayllón:





En concreto esta especie de cortafuegos nos dio un susto, pues tras llevar un buen rato de bajada por él, de repente "se acaba" y no tiene salida. Dando la vuelta afortunadamente encontramos un camino a los pocos metros por el que seguir la ruta, por la zona más o menos marcada por el GPS. A todo esto comentaros que el Garmin Montana me dio fuertes dolores de cabeza ese primer día... por falta de experiencia. Luego perfecto. Era la primera vez que lo utilizaba y no me digáis cómo ocurrió, pero después de pulsar por error la tecla "restablecer valores predeterminados" a parte de irse a tomar por culo toda mi configuración personal (que me llevó tiempo volver a poner) salían intermitentes y constantes dos mensajes cada poco (que dejaban la pantalla sin el mapa, claro... con el consiguiente estrés): uno era "auto pause" y el otro "auto lap". No lo solucioné hasta la noche, en la tranquilidad del hotel...



Paisajes entre Ayllón(Segovia) y el Burgo de Osma (Soria):










Al Burgo llegamos sobre las seis de la tarde, y dado que ya se hacía algo tarde decidimos continuar por Carretera hasta Salduero (Soria) donde teníamos reservada habitación y que llegaríamos sobre las ocho. La primera jornada fue de 340km... un gran error -por demasiado larga-, como ya he comentado al principio.

En Salduero nos quedamos en el Hostal "Las Nieves". Personal correcto, habitaciones decentes (si bien algo pequeñas... con el plato de ducha más pequeño que he visto nunca, hasta el punto de que un hombre grueso no creo que pudiera girarse dentro de él), el comedor cuidado y, como parte mala, la habitación que nos dieron que daba a la carretera principal, de modo que aún con las ventanas cerradas el paso de los coches molestaba bastante para dormir.

Este martes fue lo que dio de sí. Sigo con el miércoles