Ya leo que si no es dando caña no disfrutáis, y aprecio que necesitáis una ácida replica a vuestros monólogos. Me alegra muuuucho que me echéis de menos.
Creo que fue en este mismo foro cuando tras cuestionarle a un compañero para que se necesitaban actualmente esos depósitos mastodónticos del tipo Aventure puesto que al menos en el primer mundo es raro que no te valga con la autonomía con la que cuentan la mayoría de las trails del mercado, y ademas, que por lo general tras pegarse trescientos y pico kilómetros seguidos, muy buena protección, mullido asiento y próstata de acero deberás de contar para que no seas tu mismo quien reclame un paradible. Su replica fue clara: no es para rodar hasta agotarlo cada vez que lo llene, si no para poder contar con él en caso de necesitarlo.
Si no todos al menos unos cuantos, hemos llegado a coincidir en que "la potencia sin control no vale de mucho". Cuando por aquí arribita se habla de disfrutar con esos ciento cincuenta y muchos caballos en el puño la cosa para mi esta bastante clara, no creo que sean para andar todo el día en plan acelerón-frenada puesto que así apenas aguantarías unos pocos kilómetros, si no más bien para poder contar con ellos siempre que uno quiera o pueda necesitar. Creo que una de las diferencias que mas llego a apreciar de la moto en relación al coche es su capacidad de adelantar a otros vehículos en espacios o distancias reducidas, vamos, el no tener que estar esperando a que se me pongan todos los astros a mi favor antes de poder dejar atrás las retenciones generadas tras un vehículo cuya velocidad de transito sea mas lenta de lo habitual. Actualmente con mi ATdct por fortuna me toca esperar contadas veces, supongo que con maquinones de ese estilo no serían mas.
Eso si, la cosa cambia bastante a la hora de poder aprovechar todo ese caballaje transitando por el monte, por mucha ayudas electrónicas con que estas cuenten. Si ya con un centena de CVs, a poco que la pista lo consienta, no es difícil ver el velocímetro bastante mas arriba de las velocidades no sancionables en las autopista de las inmediaciones, roscar el puño contando con medio centenar y pico de caballos más, mandará al carajo sin contemplaciones aquella popular teoría de que en caso de caerte en el monte te haces menos daño que sobre el asfalto; aunque, como se suele escuchar por ahí: "que te quiten lo
bailao".