Como hace poco he visitado les muntanyes de Prades y me han gustado muy mucho, pues porqué no una ruta de ida y vuelta visitando algo más de la orografía Tarragonina, pues dicho y hecho, enlazo proyectos anteriores y me sale una peazo jartá de verde en una vuelta de 195 km de puro off y algo de on, que las carreterillas de la zona se las traen de buenas curvas.
Primer objetivo Margalef.
Salgo impávido con la mente despejada por una ruta que ya he hecho, pensando en alcanzar los puntos de gran interés en breve, en 40 min. llego a l´Albages y comienza el tramo desconocido, por entre cultivos de oliva y almendros me muevo como pez en el agua, hechandole un ojo al GPS y dando gaasss, a por la siguiente curva.
Zona deshabitada, con muy poca población o poblaciones, pero...... encuentro rastros furtivos de dos o tres individuos amantes de las dos ruedas, más adelante me despidiré de ellos al derrapar en otra dirección a la que voy yo.
Van pasando los kms y se suceden las lomas, subidas y bajadas, se va dejando atrás camino recorrido que otros recorrerán.
Al fondo ya se ve la serralada del Montsant
Me voy acercando y aunque la visibilidad no es limpia se puede ver perfectamente la silueta
Que verde está todo, paro a beber agua y solo se oye el silencio, bueno los grillos, chicharras y el viento componen una bella sinfonía natural, que descanso, y no el estar oyendo ladrar a los perros de los vecinos continuamente y alguna que otra cacatúa con sus horribles graznidos...... que descanso..... sobre todo después de regar el campo, jajajaja
Se necesita muuuucha agua para apagar la sed de ésta tierra.
Ya estoy, serralada del Montsant y parque natural del mismo nombre, en lo profundo del valle descansan plácidas, a merced del viento, las aguas tranquilas del pantano de Margalef.
En poco más de 9,5 kms estaré abajo, según reza el cartel. Gran afición a la escalada y otras actividades y no es para menos.
En el descenso aún sigo haciendo fotos del paisaje totalmente envelesado de tal magnificiencia, cualquiera diría que soy del llano, jajajaja
Un selfie, que nunca hago ninguno y la zona vale la pena.
Pedazo de rocas gastan por estos lares, que serán la tónica durante gran parte del recorrido por lo menos en el Montsant y Prades.
Menuda bajada con curvas cerradas de 180 grados, porque están cementadas, si no serían puro y duro enduro.
En el fondo del valle en dirección al embalse están de esta guisa. Hay escaladores por doquier.
Estos farallones de granito, hábilmente esculpidos con el transcurrir del tiempo por las aguas bravas del rio Montsant y barrancos afluentes de la zona, donde sus paredes se yergen poderosas y altivas, antaño fueron acariciadas por sus aguas.
A lo largo del río se suceden las mismas repercusiones de erosión.
2 tramo. Margalef - Prades
Después de hacer unos kms por carretera dado lo agreste del terreno, retomo la ruta a seguir en dirección Cabacés, deleitandome con preciosas vistas.
Hace buen día, sopla algo de aire, aveces se nubla, pero hay que parar para aliviar al sediento y que mejor que una buena sombrita.
No solo trepan los escaladores humanos, esta planta está haciendo un esfuerzo hercúleo sin apenas resquicios donde sujetarse.
Con lo mal que está la vivienda, ya sea de alquiler o hipoteca, alguien ha decidido buscarse otro techo,.... y este no se le volará con el viento, ni tendrá goteras, jajaja
Salvando las distancias, en un primer momento, me recordó al pueblo Anasazi.
De Cabacés a La Morera de Montsant, la pista se hace lenta con muchos giros a derecha o izquierda, piedra suelta, subidas bajadas, me ha costado, o por lo menos me ha parecido que ha sido de largo el tramos que más me ha costado, en tiempo. Y eso que al estar en linea con el farallón, que comparten, se ve desde bastante lejos.
De La morera de Montsant hasta Cornudella de Montsant, donde hay gasolinera, la pista se hace más rápida y llevadera con tramos de alegría.
Este tramo fue el único en el que tuve que hacer un vadeo, bueno minibadeo, más abajo en una poza los mozos y mozas retozaban entre salpicones.
Más alegría da la buena pero estrecha carretera que hay que hacer hasta coger la pista que lleva hasta Prades.
Al ver estas paredes me acordé de algún capitulo de Felix Rodriguez de la Fuente donde explicaba que un ave rapaz cazaba y daba de alimentar a su polluelo en la cárcava, algo similar a esto.
Llegando a la zona de Prades los caminos tienen su inconfundible firma, roca suelta, raíces, escalones, desniveles, y diversa parafernalia para que el divertimiento sea máximo. En mojado el divertimiento es doble.... o triple.
Solo hice fotos las tres primeras veces que encontré algo para dar una idea y la cosa se fue complicando un poco más, en alguna de bajada que me tocó, pensé que para subir la cosa no haría tanta gracia como dejarse caer por los escalones abajo. Así que quien la haga al contrario ya sabe que hay un punto picante, picante.
Llegué a Prades y antes de llegar a la gasolinera cogí el camí de les forquetes, que sube hasta el mirador de Baltasana, pero estaba prohibido a la circulacion de vehiculos a motor, así que continué hasta la collada de masíes, no sin antes fotografiar L´espluga de Francolí.
Paré a descansar las cervicales, tomar unos tragos de agua, no había comido, eran las 16,30, llevaba 5 horas de moto, y 125 kms de ruta off, lo que me quedaba de vuelta ya lo había hecho la semana anterior, así que pensando un poco las posibiidades, decidí tirarme a tumba abierta ( es un decir ) por la T700 hasta el cruce con riudabella, curvas bestiales con buen firme, pero carretera estrecha, así que con cuidado que la cosa no está para bromas, luego enlace con la N-240 y con viento fresco hasta casa 60 kms, que el cuerpo ya no esta para tantos bollos.
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