En estos tiempos tan extraños nuestra primera opción de  ruta hasta Oporto quedó para tiempos mejores, optando finalmente por pasearnos por tierras hispánicas en una ruta circular con salida y llegada en casa durante 6 dias y sus noches.

Cualquier dia es bueno para empezar, un martes por ejemplo a eso de las 9:30 de la mañana quedamos en el Hotel Don José en Castalla, punto ya habitual de partida.

 


 Allí fuimos llegando cada uno de los 3  componentes del komando, el cuarto componente vendría a nuestro encuentro en Nerpio donde teníamos previsto llegar esa primera noche.

El Peric, con su flamante Tenere 700 hasta las trancas de pegatinas.

 


El Novato con la no tan flamante XR en el que todo apunta sería su última ruta, no nos vamos a extender mucho en el tema, pero en la anterior ruta a Finisterre rompió el motor y la reparación no parece que sea muy fiable, suena a motocarro y chupa aceite como si no hubiera un mañana,... pero ya podemos adelantar que aguantó.

Los otros dos componentes para esta ocasión, serian las inagotables TTR que ahí siguen. 

La hora de salida entre cháchara y desayuno pasó de las 9:30 a las 10:30, salimos con destino a Sax por la ya tradicional pista del arenal. Aquí hicimos la primera parada para estrenar nuestro dron, un DJI Mavic Mini, que da el pego como los buenos y ocupa muy, muy poco, aunque con un problema en el IMU que hacia que se volviera loco, pero como no dio tiempo para mandarlo a garantía, nos lo llevamos tal cual.

 Éxito total, de esta primera grabación, la idea es hacer una pasada a lo largo del eje del camino, si el rumbo del camino coincide con el rumbo del dron, todo bién, pero si el dron va con un eje unos grados diferente, al final acaba marchándose a un lado del camino, donde una hermosa y frondosa Encina lo estaba esperando, ostión de los buenos, y caída desde "nosecuantos" metros, muchos, pero el caso es que el jodío tal cual se metió la torta se repuso y salió zumbando para arriba otra vez zzuuuuuuuuuuuuuuummmmmmmmmm...jajajaja, una caña estos trastos.

Bueno al menos, la toma habrá sido una pasada pensé.... pues, pues, pues no, resultó que olvidé darle al botoncito ese que hace que grabe, detalles sin importancia. Lo dicho, éxito total.

Optamos por dejar lo del dron para otra ocasión y seguimos, a partir de ahí optaríamos por una variante distinta a la ruta tradicional que aunque pasaría por Casas del Señor como siempre lo haría por otro lado, allí tuvimos la primera del día, por que al Novato le mola ir sin GPS y sin intercomunicador, así que a la que te despistas se te ha perdido y como no puedes hablar con el... pues eso, un puto desastre.

La cosa no fue a mayores, y aprovechamos para hacer una parada mientras aparecía.


 

El siguiente destino sería la Sierra de la Pila, pero siguiendo con lo dicho antes, optamos por una variante mas al este, por la parte baja. Ahí la liaríamos a la entrada del Barranco del Mulo al que nuestro subconsciente parece no le dio buen rollo, y optamos por tirarnos por una trialera, que resulto ser bastante peor que el barranco dichoso, el Peric ya puestos y después de haber conseguido pasar con la Tenere, dijo que nones, que el no volvía, con el follón el dueño de una casa que había por allí y en la que medio terminaba aquella trialera, asomó por allí, buena gente, nos echó una mano  y hasta le dió agua al Novato después que quedó al borde de la deshidratación tratando de arrancar la XR y eso que literalmente lo invadimos.

El Novato con la XR y servidora con la TTr volvimos al track e hicimos la rambla que salía a un sendero y después a la casa que comentábamos.

Pero la XR después de pararla mientras aclaramos que hacíamos con el Peric, ya no hubo tu tía de volverla a arrancarla, el Novato se dejó allí el alma.



En estos casos, la experiencia nos dice, que nada como sentarse un rato, descansar, charlar y dejar pasar el tiempo, y eso hicimos.

Pero para darle más emoción al asunto, contemplando al bicho nos damos cuenta que además de no querer arrancar, la jodía estaba pinchada, que bién.

Echamos mano de un spray antipinchazos (que nunca solemos llevar)  y a pesar de renegar el Novato hasta la muerte de que eso no valía para nada, mira tu por donde se tuvo que tragar sus palabras, por que el dichoso spray va, y terminó por arreglar el pinchazo...jajajaja.

Así que tras casi entrar en pánico con el panorama que se nos presentaba nada más empezar el día, como siempre de todo se sale y pudimos seguir ruta hacia Ojos.

Allí, otro imprevisto más, el túnel que cruza por la presa que normalmente esta abierto, estaba cerrado por obras, así que nos tocó dar un rodeo importante para poder cruzar a Ojos.

De Ojos iríamos a Ricote, y la salida de Ricote hacia la sierra, sería por un camino encajonado entres muros de piedra y rodeados de naranjos y limoneros, idílico oiga.


A partir de ahí entraríamos en uno de los tramos bonitos del día, la Sierra de Ricote. Asfaltado al principio para convertirse en una buena y facilona pista forestal rodeada de pinos por todas partes.

Ahí andábamos disfrutando del tramo cuando mi TTr comenzó ha hacer extraños, habíamos pinchando otra vez.

Lo de los imprevistos en las rutas le da su punto y todo eso, pero joer, la primera mañana y dos pinchazos ya, así de entrada... puff, no le vimos la gracia la verdad.

Como nos quedaba algo de spray de la rueda del Novato optamos por echarle a ver si colaba y teníamos suerte, ..... craso error, por que lo único que creo que conseguimos fué bloquear la válvula.

Llego un punto en que ni entraba, ni salía aire por allí, no nos dejaba hinchar con las bombonas de gas, pero es que tras desmontar la rueda para intentar reparar no habia manera, porque la cámara todavía tenia aire y nos complicaba las cosas.


 

Llegamos a arrancarle la válvula y aun así no perdió ni pizca de aire, no lo entendíamos la verdad, pero el caso es que optamos por volver a montar la rueda y arrear al pueblo más cercano con lo que le quedaba de aire.

El más cercano seria Mula, y allá que arreamos, despacito pero sin pausa llegamos sobre las 4:30 todavía a tiempo de pegarnos una buena comilona justo en el bar de enfrente de un taller que encontramos abierto nada mas entrar a Mula, cuando los santos van de cara todo va rodado..jeje


La recogimos en el taller Motos Benito, que nos solucionó la papeleta mientras comíamos, un tío muy majo, nos estuvo enseñando el culpable del pinchazo un clavo bien hermoso, de paso aprovechamos también para hacer algún arreglo menor, recogimos trastos y arreando por la carretera de Calasparra, para interceptar el track y seguir ruta.

Disfrutamos unos cuantos kilómetros de toda variedad de pistas y caminos, con alguna cadena de por medio que discretamente pasamos hasta llegar a Valentín, y de ahí siguiendo por pistas hasta Moratalla, donde paramos en la gasolinera de la entrada a repostar y reponer fuerzas.


A estas alturas del día, comenzaban a quedar pocas horas de sol ya, y todavía teníamos mucho por delante, así que optamos por saltarnos un pequeño tramo del track por la Sierra de Moratalla, lo haríamos por la carretera paralela, que también es precioso y no desmerece en nada.

Alguno hasta se emocionó y todo con la puesta de sol.



Una vez dejamos la carretera que llevábamos, nos esperaban los 30 km de pista mas espectaculares del día, la ruta hacia Nerpio fue alucinante, mas aun con la luz de la puesta de sol a esas horas, una pasada.

 


 Aquí hicimos un segundo intento con el dron, con algo más de suerte, aunque seguía haciendo cosas raras, asi que optamos por no alejarlo mucho por si las moscas, al final salió una toma medio decente.

La bonita puesta de sol, pasó a convertirse en una preciosa noche, oscura  y confusa como todas, porque nos aparecieron un par de cadenas donde no tocaba, manía de poner cadenas leche, después de dudar un poco y ante la poco atractiva opción de ponernos a buscar alternativas, decidimos seguir, es martes y son las 9 de la noche, a esas horas en esos días no suele haber mucha gente por ciertos lares.

La cosa sale bien y acabamos en el bar de enfrente de donde años atrás cogimos una de las melopeas mas históricas del komando, después de andar perdidos en aquella ocasión, esta vez nos lo tomamos con mas calma y nos limitamos a cenar mientras esperábamos a que llegara Don Trini que venia por autovía y carretera desde Alicante para reunirse con nosotros.

Una ven todos allí, Mesié le Peric, encargado del departamento de Marketing del Komando nos hizo entrega de las camisetas conmemorativas correspondientes a las que rápidamente decoramos con nuestras firmas. Muy emotivo..... jajajaja.


Sobre las 12:00 de la noche arreamos de Nerpio hacia las afueras a una zona de picnic que habíamos controlado con el Google Earth que tenia buena pinta. 

La etapa prevista era de 234 Km, aunque con la visita a Mula por el pinchazo se alargaría unos 15-20 km mas con toda seguridad, el caso es que cumplimos el objetivo del día.


DIA 2 

Amanecemos en un hermoso rincón, más no se podía pedir.

El culebrón del dron continuaría, esta vez se le fue la olla y se metió un viaje en caída libre desde unos 10-12 metros, "p´habernos matao", pero el jodío sobrevivió.

Recogemos, desayunamos como siempre y volvemos sobre nuestros pasos hacia Nerpio de nuevo para repostar en la gasolinera, ya que Don Trini venia tieso de gasolina.

Otro que tenia problemas era el Novato y su XR que con solo ponerte detrás de el un rato ya podías adivinar que le ocurría, quemaba aceite como si no hubiera un mañana, unos dos litros diarios para mas señas. Así que el hombre acabó comprándose un bidón de 5 litros de aceite que formaría parte de su equipaje durante todo el viaje. Esto dió su juego, pero eso ya vendrá después.

Con depósitos llenos comenzamos el día de nuevo por otra buena pista en pleno monte entre pinares, una chulada.


 

La pista transcurre en su parte final por la Sierra de las Cabras antes de llegar al Cortijo de la Fuente de la Carrasca ya por un camino asfaltado que dejaríamos en el Caserío de la Hoya del Espino, donde comienza un tramo de camino muy guapo hasta una carretera en la que entraríamos ya en Andalucía.



Encontraríamos un par de cancelas, pero sin más problema, pasamos, las volvimos a cerrar y listo.
De vez en cuando, si el sitio gusta, no hay nada como hacer una parada y charlar un rato.


Una vez en la carretera la cruzaríamos para seguir pista hasta una cadena. Donde cada uno optó por cruzarla por un sitio,  y cada uno con fortuna diferente, aquí Don Trini dándole vidilla al cruce de la cadena con una visita a los suelos.



Esta cadena marcaba la entrada de lo que debió de ser una especie de complejo turístico rural que a día de hoy parecía abandonado, como estaba tranquilo, la cruzamos y atravesamos el lugar, muy triste ver estas cosas, volvimos a cruzar una cancela y seguimos monte abajo.



Volvimos a coger la misma carretera de antes que nos llevaría hasta Santiago de la Espada, no sin antes darnos un buen susto en una curva en la que casi hacemos montonera el Peric y servidora con un coche que subía.

Poco después de Santiago de la Espada saliendo por la carretera de Pontones tomamos un camino a la derecha que nos dejaría en la parte alta del valle que forman el rio Segura y el rio Madera, eso si, ya por asfalto, por cierto esta carreterucha es de las de no perdérselas, preciosa.

 


Una vez en el fondo del valle cruzamos el rio en la Toba, volvimos ligeramente y seguimos hasta tomar una pista que se complicó por momentos ya que además no terminamos de tener muy claro si se podía pasar por allí o no, que por estos lares la cosa suele estar muy restrictiva..

 


Una vez arriba, bajada a El Robledo y de ahí a Cortijos Nuevos, unos 6 km después dejaríamos ya el asfalto para volver a un buen tramo de pista en dirección a Beas de Segura.

En Beas de Segura, comida, de las nuestras, de las de 3 horas.

Con la tripa llena, algún pacharán de más en el cuerpo y alguna declaración que otra de amor eterno a la camarera por parte de algún miembro del komando, seguimos ruta, cruzamos un aeródromo y al poco un curioso puente sobre el rio Guadalimar, el Puente Mocho, que googleando supimos que era un puente romano por el que todavía hoy sigue transcurriendo la trashumancia, también supimos que el camino que lo cruza venia de la Sierra de Segura (como nosotros) y que recibía el nombre de "de los Cartagineses".

 


Alguno aprovechó para lucirse en la foto, eh Peric.


A partir de ahí entraríamos en un mar de olivares durante unos cuantos kilómetros.

Poco antes de llegar a Chiclana de Segura la monótona pista entre olivares se empina y para darle más emoción hay una excavadora removiendo el camino, todo a favor para que el de la Tenere se quedara enganchado.

La Trini y el Novato le adelantan y pasan de su cara, el "probe" Peric se queda allí enganchado con cara de circunstancias, al final me da pena y subo a ayudarlo, pero para entonces el hombre de la pala ya le ha echado una mano y consigue salir del "embolao".



En la subida a servidora se le cala la moto y en cuando arranco de nuevo con las ganas de agarrar al de delante se me levanta la rueda delantera y ostión al canto, sin consecuencias, eso si, sudada de las buenas para levantar la moto en plena cuesta y la tierra suelta.

Cruzamos Chiclana y salimos de nuevo por olivares hasta Aldehermosa, donde sigue la misma tónica, hasta que de repente cambiamos totalmente de paisaje a zona de monte con encinas y pinos.



Parada de rigor.


A partir de aquí comenzaría el infierno de las puertas y las mega fincas privadas que nos complicarían la vida hasta Puertollano.

Para la primera puerta que nos cortaba el paso, buscando en el gps encontramos lo que parecía ser una buena alternativa, luego se vería que no.


Pero mientras tanto nos metimos en una zona preciosa con la luz del atardecer y animales cruzando por todas partes, una pasada, atravesamos alguna cancela pero en general parecía que todo iba bién.

Todo iba bién, hasta que tropezamos con esto....  


 

Ahora la duda era si estábamos dentro o fuera de la finca, si estábamos dentro solo había que pasarla como fuera y seguir, pero si era la entrada la cosa era peor por que luego habría otra puerta de salida y estaríamos "cazados". Allí estuvimos un rato viendo opciones, el Peric incluso arreó con la moto para ver una posible salida por otra camino que había visto en el GPS, pero moría también en un vallado.


Total que al final no quedo otra que recular y dar un rodeo brutal a aquella finca, que al menos seria por pista. Esta pista fue a parar a una carretera que nos llevaría hasta Aldeaquemada ya en el track.

A Aldeaquemada llegamos ya de noche y un poco pasados de vueltas, y todavía quedaba mucho, así que optamos por sentarnos en una terraza de una tiendecilla que había en la plaza del pueblo, tomarnos unos refrescos y ver que opciones teníamos.

La etapa de hoy estaba pensada para dormir después del Viso del Marques, y tenia unos 264 km, de los que entre unas cosas y otras estaríamos cerca de hacerlos, pero estábamos lejos de conseguir el objetivo del día.

Al final hicimos un ultimo tramo hasta Despeñaperros donde sabíamos que habían restaurantes, cenamos un bocata en uno de los más peculiar, Casa Pepe, donde el chaval que nos atendió le gustaban las motos de campo y estuvimos de charraeta un rato con el.

A apenas un par de kilómetros de allí en una área de picnic encontramos el sitio perfecto para montar el campamento.

Sobre las 4 de la mañana descubrimos que muy finos no anduvimos con la elección del sitio de acampada. Lo de la berrea de los ciervos supongo que es difícil de evitar vayas donde vayas en esta época y en esta zona de Despeñaperros, pero lo de montar tienda junto a una vía del tren que además pasó en la madrugada,  tela, pensábamos que se nos venia el mundo encima.




DIA 3

Acampamos, por supuesto manteniendo las normas de separación anti-COVID, no la vayamos a tener hombre.

Rutina de costumbre, recoger y desayuno, esta vez con mesa de picnic y todo.