Yo solo sé que los animales son más listos que nosotros.
Le compré un colchón que en teoría era como los susodichos chalequos de los que habláis.
Sabéis cuántas veces se tumbó en el colchón ?
Pues sí, cero ocasiones.
Con su mirada me decía que si tanto me gustaba, pues que lo usara yo.