Da satisfacción leer esta crónica llena de vida , casi ajena a las motos ,y más centrada en las desventurillas que por defecto siempre están presentes en Marruecos. Entretenidos los videos, (donde la 630 va siempre suplicando tres mil vueltas más), ya se ve que las cosas no son tan fáciles como se ve en "la tele" y que rodar en arena lleva su aprendizaje. En fin , que os he leído a todos con atención y me habéis entretenido y enganchado al viaje, casi como si hubiera estado alli arreando al "ciclomotor colorao".