Buenas
En un momento dado el track se complicó pues atravesaba un "campo" de pequeñas dunas; este fue para mí el momento más complicado del día. Fue además en la primera duna, que "no advertí lo que me venía encima" que me quedé atrapado como un novato. Con mi experiencia sobre la moto, de sobra sabía que este tipo de obstáculos solo se podían pasar con inercia, pero cuando me quedaba diez metros para inciar la subida algo me dijo que "no vas a tener cojones de dar la vuelta a la moto para volver y coger carrerilla" y por tanto probé a lo tonto a ver si "me tocaba la lotería". Naturalmente me quedé atascado hasta las trancas, y gracias a los todos y especialmente a Josep, que me sacó la moto de ahi...
Cuando iba entre las dunas no quería "jugármela". Cada vez que me enganchaba era derroche de esfuerzo tanto para mí como para el que me ayudara. Además tenía claro que no había venido a Marruecos a "jugar" con las dunas. Es por eso que era muy cauto con la trazada para evitar todo lo posible una enganchada o caerme. Mi propósito no era pasármelo bien en las dunas, sino sobrevivir, salir sin incidentes de las mismas.
Nuestra dirección era hacia un collado que se veía a lo lejos, de modo que sin track ni nada, un poco cada uno se dirigió por donde más fácil le parecía, siempre sin perder mucho la estela del resto...
En un momento Ángel se quedó atascado hasta las trancas, de modo que tuvieron que intervenir varios para sacar la moto de ahi. Reconozco que yo no hice amago de ser uno de ellos. No creo que fuera egoismo, sino inteligencia. Ya tenía bastante con lo mío, hubiese sido tonto desfondarme totalmente tratando de ayudar a Ángel. Sabía que otros estaban bastante más frescos que yo como para hacerlo. Dejo un rato de grabación mostrando este instante para que os hagáis a la idea de cómo se puede sentir uno, cansado, no sabiendo lo que le queda por delante...
Bueno, sin más, aqui os dejo esta quinta parte de nuestras andadas por el desierto de Merzouga. Espero que sudéis viéndola tanto como nosotros sudamos