Gracias a verme en varias de esas, no he vuelto a hacer grandes desplazamientos para ver una moto por mucho que el propietario ha jurado y perjurado su estado impecable. Pegarte la kilometrada para luego ver que el desgraciado ha estado jugando con el "si cuela, cuela" con tu tiempo y dinero, dan ganas de darle 3 guantazos.