19/06/2007, 10:29
Me tocaba a mi hacer de guía, y tenía que limpiar mi imagen. La ruta
estaba más o menos clara, conozco el término, habría un poco de todo,
pistas fáciles y algo más fáciles aún, esta vez no iba a caerme. Tenía
que practicar para cuando llegara el día, y si seguía saliendo sólo no
aumentaría mi...."nivel". Recordé a un pastor retirado que tiene una
Mobylette Campera, asi es que le hice una visita con un par de
"MotoVerde" atrasados, intenté convencerle de salir a rodar juntos, me
miraba con suspicacia, en silencio, al final me dijo que tenía un
prestigio que mantener, o no sé qué leches.
Así es que me dije "Venga va, sin entrenar ni ná"
Nos reunimos en la plaza, aún conservaba en mi retina los videos de
los vadeos de las truchas, y estaba algo nervioso, tanto que introduje
la llave en el tapón de la gasolina y apretaba el botón de arranque
sin resultado alguno, Rotondas no lo notó, "Bien, aún puedo lavar mi
buen nombre" pensé. Salimos a lo marrón yo me repetía mentalmente
"Ponte de pie, ponte de pie" pero ni de coña, ¿Como leches conducís de
pie, y en ésa postura totalmente antinatural conseguís frenar o
reducir? De tomar curvas ni te cuento. De vez en cuando buscaba a
Rotondas en mi retrovisor, así es que me marqué unos cuantos
"todorectos" perdiendo la trazada ¿se dice así?, que confío que no
percibió. Yo le había avisado "Mantén una buena distancia porque mi
peculiar estilo de conducción puede desconcentrarte, o lo que es peor,
salpicarte mis lágrimas" Yo rodaba al límite ¡Llegué a poner segunda
en un par de ocasiones! Pero aún así no conseguía despegarme, y yo lo
que pretendía era dar la sensación de que había que esforzarse para
rodar a mi ritmo. Así es que cambié de estrategia, y pasé a señalarle
bucólicos paisajes, un halcón en vuelo, un aguilucho cenizo, cada vez
que le veía girar el cuello estripaba la primera hasta que se acababa,
pero ni aún así. La ruta es guapa, y de nivelazo eh! que hasta tiene
romero en el centro de las roderas y si lo pisas......a saber.
En un par de ocasiones con lo de los botes y rebotes se me mete la
bota bajo la palanca de cambio y se me queda la moto en punto
muerto.....no sabéis lo que es eso, la moto sin control, el manillar
pacápallá, yo gritando ¡Se ma salío la caena, se ma salío la caena! Y
es que las botas me dan un aspecto regio, pero casi preferiría
conducir con aletas. Acaba el primer sector y tomamos el tramo de
enlace hasta el segundo. Subimos a la caseta de vigilancia de
L'Atmeler, desde allí le señalo algún cortafuegos, alguna trialera,
"pero para otro día, eh? que hoy tengo un padastro en el dedo de
cambiar y...." Tomamos una pista rápida y a la que llego a la altura
de la trialera me digo "Qué leches, aquí me corono" Y tiro
parriba.....paqué te cuento, yo había oido no sé donde que cuando la
pendiente era pronunciada había que cargar el peso sobre el manillar,
vale, que antes de acometer el ascenso había que elegir bien la
marcha, vale, yo con mi primera, que en caso de entrar fuerte y a
mitad subida notas una caida de vueltas tienes que reducir ¿? que si
perdías tracción y la rueda trasera patinaba había que..... cargar
peso atrás? subir una marcha para que derrape menos? HOSTIÓN, allá va
Bremer, me recuerdo de pie en el suelo, los brazos estirados sujetos
al manillar, la placa de matrícula que me lija los cascabeles, el
tapón de gasolina pegado al morrro, me escoro a la derecha y.....als
collóns, retrovisor al carajo, intermitente a cascarla, y desde el
suelo me oigo....TÁ HESHO DAÑOOOOO??!!!!! en dos segundos tengo a
Rotondas a mi lado, ayu...levantando la moto, y yo que susurro "Bájala
tú, que a mi me da risa" Yo pensaba "ahora se cae y empatamos" Pero
no, que la baja el tío con dos narices. Nos repon....me repongo, y
seguimos rodando, es guapo esto, que hasta ví un conejo, que hacía que
no veía un conejo yo..... total, que yo no sé Rotondas, pero yo he
disfrutado un montón, y la próxima vez pienso sacar el pie de la
estribera hacia la parte interior de la curva, que lo he leido en un
MotoVerde creo.
estaba más o menos clara, conozco el término, habría un poco de todo,
pistas fáciles y algo más fáciles aún, esta vez no iba a caerme. Tenía
que practicar para cuando llegara el día, y si seguía saliendo sólo no
aumentaría mi...."nivel". Recordé a un pastor retirado que tiene una
Mobylette Campera, asi es que le hice una visita con un par de
"MotoVerde" atrasados, intenté convencerle de salir a rodar juntos, me
miraba con suspicacia, en silencio, al final me dijo que tenía un
prestigio que mantener, o no sé qué leches.
Así es que me dije "Venga va, sin entrenar ni ná"
Nos reunimos en la plaza, aún conservaba en mi retina los videos de
los vadeos de las truchas, y estaba algo nervioso, tanto que introduje
la llave en el tapón de la gasolina y apretaba el botón de arranque
sin resultado alguno, Rotondas no lo notó, "Bien, aún puedo lavar mi
buen nombre" pensé. Salimos a lo marrón yo me repetía mentalmente
"Ponte de pie, ponte de pie" pero ni de coña, ¿Como leches conducís de
pie, y en ésa postura totalmente antinatural conseguís frenar o
reducir? De tomar curvas ni te cuento. De vez en cuando buscaba a
Rotondas en mi retrovisor, así es que me marqué unos cuantos
"todorectos" perdiendo la trazada ¿se dice así?, que confío que no
percibió. Yo le había avisado "Mantén una buena distancia porque mi
peculiar estilo de conducción puede desconcentrarte, o lo que es peor,
salpicarte mis lágrimas" Yo rodaba al límite ¡Llegué a poner segunda
en un par de ocasiones! Pero aún así no conseguía despegarme, y yo lo
que pretendía era dar la sensación de que había que esforzarse para
rodar a mi ritmo. Así es que cambié de estrategia, y pasé a señalarle
bucólicos paisajes, un halcón en vuelo, un aguilucho cenizo, cada vez
que le veía girar el cuello estripaba la primera hasta que se acababa,
pero ni aún así. La ruta es guapa, y de nivelazo eh! que hasta tiene
romero en el centro de las roderas y si lo pisas......a saber.
En un par de ocasiones con lo de los botes y rebotes se me mete la
bota bajo la palanca de cambio y se me queda la moto en punto
muerto.....no sabéis lo que es eso, la moto sin control, el manillar
pacápallá, yo gritando ¡Se ma salío la caena, se ma salío la caena! Y
es que las botas me dan un aspecto regio, pero casi preferiría
conducir con aletas. Acaba el primer sector y tomamos el tramo de
enlace hasta el segundo. Subimos a la caseta de vigilancia de
L'Atmeler, desde allí le señalo algún cortafuegos, alguna trialera,
"pero para otro día, eh? que hoy tengo un padastro en el dedo de
cambiar y...." Tomamos una pista rápida y a la que llego a la altura
de la trialera me digo "Qué leches, aquí me corono" Y tiro
parriba.....paqué te cuento, yo había oido no sé donde que cuando la
pendiente era pronunciada había que cargar el peso sobre el manillar,
vale, que antes de acometer el ascenso había que elegir bien la
marcha, vale, yo con mi primera, que en caso de entrar fuerte y a
mitad subida notas una caida de vueltas tienes que reducir ¿? que si
perdías tracción y la rueda trasera patinaba había que..... cargar
peso atrás? subir una marcha para que derrape menos? HOSTIÓN, allá va
Bremer, me recuerdo de pie en el suelo, los brazos estirados sujetos
al manillar, la placa de matrícula que me lija los cascabeles, el
tapón de gasolina pegado al morrro, me escoro a la derecha y.....als
collóns, retrovisor al carajo, intermitente a cascarla, y desde el
suelo me oigo....TÁ HESHO DAÑOOOOO??!!!!! en dos segundos tengo a
Rotondas a mi lado, ayu...levantando la moto, y yo que susurro "Bájala
tú, que a mi me da risa" Yo pensaba "ahora se cae y empatamos" Pero
no, que la baja el tío con dos narices. Nos repon....me repongo, y
seguimos rodando, es guapo esto, que hasta ví un conejo, que hacía que
no veía un conejo yo..... total, que yo no sé Rotondas, pero yo he
disfrutado un montón, y la próxima vez pienso sacar el pie de la
estribera hacia la parte interior de la curva, que lo he leido en un
MotoVerde creo.