La pasión de los reencuentros (una bella historia de amor...)
Esta tarde, me la he tomado para mis cosas... ya sabéis, aquellas pequeñas cosas que te hacen disfrutar de un tiempo que te dedicas a ti y a tus quehaceres;
Buscar un soporte para el GPS, pelearte con el Compe, mirar como cae la lluvia a través del cristal...
El tema es que una de las actividades que me tenía reservadas con cariño era reencontrarme con mi gordi. Esa teutona imponente, que pese a que ya no es una chavalita jugetona, todavía hace girar a mas de un viandante, que se descubre con admiración seducido por su paso elegante, sus voluptuosas formas y su mirada penetrante.
Era nuestra cita, a pesar de la lluvia, sólo ella a mi espera. Paciente, pero en el fondo de su ser, ansiosa por notar mis manos en su cuerpo, mis piernas sujetándola por las curvas de su cintura.
Al principio costó un poco arrancar, pero en seguida la noté estremecerse mientras me susurraba con su dulce y suave voz, yo la entendía perfectamente, pero no estaba dispuesto a sucumbir a mis deseos mas profundos y viscerales... Nada de desatar pasiones incontroladas. Hoy nuestra cita tenía que ser dulce, delicada, como si se tratase se la primera vez, cogidos el uno al otro de forma tímida, casi inocente.
La lluvia dejó paso a un atardecer brillante y frío. Y sin aristas, notando el fluir de aquello que nos une, salimos a pasear entre farolas encendidas y árboles medio desnudos.Casi furtivamente, paseábamos entregándonos el uno al otro aquello que tanto nos gusta.
Hoy, por fin se ha consumado aquello que ambos llevábamos tanto tiempo deseando, entre miradas furtivas cada vez que pasaba por el garaje. Por fin he podido arrancar y rodar con la GS.
Vsssssssssssss