Un cúmulo de mala suerte, acompañado de algo de imprudencia, viendo la estrechez de camino limitado por esos muros de piedra, hay que pensárselo muy mucho antes de retorcerle la oreja a la moto.
Por lo demás muy buena la crónica.
Las protecciones nunca están de más, y las botas de enduro son unas buenas aliadas.
Creo que aparte de impactar en el coche con la bota, algo también toco la parte del estribo y palanca de cambios de la XT ¿no?