Como es habitual en tí, estupenda la crónica y el bocadillo.

Y es cierto, cuando te acostumbras a que tus salidas sean con otra persona, y sobre todo cuando esa persona es tu amigo, hacer una ruta en la que no veas a tu compañero por el retrovisor o seguirlo a su rueda, pierde gran parte de su encanto.

Muchas gracias por compartirla!


Saludos desde El Bierzo!