Buenas a todos. Por fin vuelvo al foro después de bastante tiempo. Por temas laborales apenas he tenido tiempo de tocar el ordenador, incluso la moto solo la he usado para ir a currar.
Aprovechando que podía disponer del puente del Pilar entero, decidí dar un salto a la vecina isla de Tenerife, donde viví una temporada hace un tiempo, y a la que suelo escaparme cada vez que puedo, aunque tenía pendiente disfrutarla en moto. Hay dos navieras que unen ambas islas, yo me decidí por la que lo hace entre ambas capitales (2h. 30m.), la otra lo hace en apenas en una hora entre la localidad de Agaete (en el O. de G.Canaria) y Sta. Cruz de Tfe., pero con una diferencia de precio abismal.
El primer día lo dedicamos a recorrer el precioso macizo de Anaga, con sus montes cubiertos de laurisilva y sus pintorescos pueblos ( Taganana, Chamorga, Afur, Chinamada,…).
Luego fuimos a Garachico, preciosa localidad en el N.O. de la isla que fue el más importante puerto para la exportación de vinos isleños hacia Inglaterra, hasta que una erupción volcánica en 1706 la dejó bastante maltrecha. En este pueblo pernoctamos las dos noches, en un precioso hotel con un bello patio interior. Y no pude resistirme a darme un baño en sus piscinas naturales, solo deciros que a las 8 p.m. estaba en remojo con una temperatura de 24º C.
Al día siguiente fuimos al macizo de Teno (Punta de Teno y el faro, El Palmar, Teno Alto, Masca,…).
En esta zona está e l Monte del Agua, la otra gran reserva de laurisilva de la isla con Anaga, y donde hice la única pista de tierra de este viaje, unos cuatro kms. hasta un punto desde donde estaba prohibida la circulación de vehículos de motor.
El domingo tocó subir desde La Orotava hacia el Teide. Tan espectacular como éste es el paisaje lunar que rodea su base: Las Cañadas y el Llano de Ucanca.
Bajamos hacia el sur por el precioso pinar de Vilaflor. Este municipio es el más alto dce toda España, con su cabecera municipal situada a 1400 m.s.n.m.
En vez de bajar hacia la autopista del sur, cogemos la sinuosa carretera que pasa por los pueblos altos casi hasta Sta. Cruz. Aquí el paisaje es más desértico, pero igualmente bello: la vertiente sur de las islas de mayor relieve queda a resguardo de los húmedos vientos alisios, lo que provoca una gran diferencia paisajística y climatológica entre sur y norte.
Y ya por la tarde, a coger el barco y vuelta a casa. ¡Hasta pronto Tenerife!
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