24/10/07

Nos levantamos y tomamos dirección a Ouarzazate por la carretera, llevábamos bastantes kilómetros por ella cuando decidimos divertirnos junto a un palmeral, en el cauce de un Oued seco, y de paso grabar unos videos. Vito aprovechó para adelantarse y buscar una farmacia donde encontrar un remedio a sus molestias estomacales.


De nuevo en unos montículos de tierra, abandonamos la carretera para disfrutar de cortados y subidas, grabar y sacar fotos. Allí fue donde Samuel se atrevió a subir un cortado bastante empinado y escalonado, brindándonos la oportunidad de preocuparnos primero y reírnos después bajándose precipitadamente de la moto y abandonándola en paralelo al suelo.


Al llegar a Ouarzazate pasamos unos minutos visitando una tienda de alquiler de motos de enduro con guía, TTR 250, Xr 400, KTM 400, XR 650...

Tras repostar, tomamos la pista que nos llevaría a travesar el Atlas en perpendicular a la cordillera. Tras coger la pista aparentemente correcta, discurríamos en paralelo al menos 5 kms al track. Tratamos de buscarlo, atravesando diversos valles con grandes inclinaciones y numerosas piedras.


Dadas las dificultades para alcanzar el track acompañada de alguna caída, y amagos de otras muchas, decidimos buscar una pista encarada en la dirección correcta aunque no coincidiera con exactitud con el track que nos mostraban nuestros GPS, finalmente lo mas parecido a una pista, resultó ser un rio seco, con bastante arena y piedras, y en el que se vislumbraban algunas rodadas de vehículos. Las rodadas después de 30-40 kms abandonaban el cauce y marcaban claramente una pista que se dirigía en dirección a las grandes montañas del Atlas.


Encontramos junto a la pista un pozo en el que nos refrescamos, pese a las advertencias de Vito de que pagaríamos cara nuestra osadía con una grave pena si nos pillaban malgastando agua.


Después de pasar por un desfiladero de ensueño la pista empezó a ascender escalando la cordillera entre curvas, el objetivo era el poblado de Asermó.
Llegamos a un alto, en el que vimos a tres mujeres y un poblado al fondo del paisaje. Las bereberes nos señalaban un camino pedregoso e inclinado para llegar al poblado, a la vez que se alejaban de nuestra presencia y Samuel y Joserra las hacían huir a base de fotos y preguntas. Llegaron a dejar sus instrumentos de labor en el suelo, tomándolas nosotros y amenazándolas con llevárnoslas, a lo que respondían indignadas dando gritos. Posteriormente descubrimos que las mujeres nos habían indicado el camino más dificultoso, habiendo otro bastante más llano y despedregado, por lo que merecieron las burlas que Samuel y Joserra les procuraron.


Finalmente y con gran dificultad descendimos por la trialera radical, con numerosos sustos, caídas y amagos de ellas. Al llegar al poblado unos albañiles nos confirmaron que nos encontrábamos en la pista correcta hacía Asermó.

Después de bastantes kilómetros, disfrutando como hasta ahora de bellísimos paisajes, que nos hacían parar constantemente a fotografiar, salimos a una carretera, cuyo asfalto recibió los besos de Vito. Posteriormente una magnifica carretera de curvas reviradas nos hizo disfrutar de una conducción técnica y atenta.


Cuando nuestra espalda y sus inferiores, ya necesitaban un descanso paramos a tomar un te en un Albergue-bar anexo a la carretera, siendo colmados por la atenciones de su dueño, quien nos invitó a subir a su tejado para realizar unas estupendas fotos.


Finalmente hicimos fin de etapa en Demnate, Hotel Atlas, en el que acogimos a un chaval de Agadir que al parecer se había quedado sin trabajo y dinero y no tenia donde dormir aquella noche.