Me alegro mucho de comprobar que las desgracias no pasan de ser pequeños sustos y averías. Parece que algún tuerto os miró mal de par de mañana...

Morón, tú eres un tío grande como pude comprobar en Burgos y seguro que estás casi recuperado. Ya sabes que lo que no mata, engorda.

Que no se diga del KZ.