Qué hambre, my god!!!
Para mí ha sido un placer ayudar a todo el que lo ha necesitado. Este en mi opinión es uno de los aspectos más bonitos de este maravilloso deporte: el compañerismo.
Cuidémoslo,que está en peligro de extinción. Saludos y fotillos varias.
Por cierto, ya me enteré que recogiste la KTM sin problemas. Me alegro...