Tras descartar la rutilla trail-enduro que seguramente se fraguaba en Foro entre Jandro.GS, Wallace y Desmontao por ir con artillera, decidí salir con Karlos, quien me había invitado a compartir ruta con su amigo Senén, pues tenían interés en conocer en primera persona algunos de los lugares que en la crónica de Oceño aparecieron.

Así que a eso de las 10:30 h, me dirigí al concejo de Morcín para encontarme con Karlos y Senén. Nos pusimos en marcha a eso de las 11:30, creo que eran, y nuestra primera parada fué en Infiesto para avituallamiento.

Desde allí, ya no paramos hasta llegar a nuestro destino, donde pudimos contemplar de nuevo el precioso paisaje que desde varios puntos se divisa y difrutar de inos kilómetros de trail ligero. Incluso hicimos una mini-ruta de montaña.







Y nos fuimos a papear al mirador.

La 1100GS de Senén.



Las tres divas.



Los aguerridos moteros.



Hacia el mirador.



Nos pusimos las botas con, entre otros, un exquisito chorizo casero, y unas pastas dietéticas de avellana que quitaban el hipo.





Tras la comida y un poco de sobremesa para descansar, volvimos a cabalgar nuestras monturas en dirección oriente, y llegamos hasta Tresviso, ya en la provincia de Cantabria, tras muchísimas curvas, subides y bajadas.

Unos panoramas de lujo, un día muy bueno acompañó en todo momento, incluso una ligera bruma que se acabó convirtiendo en densa niebla ayudó a hacer las vistas más grandiosas, si cabe.



Tomamos un refresco, mientras conversábamos con algunos excursionistas y un lugareño, indagando y recabando información para futuras ocasiones.

Ya tengo ganas de ponerle las maletas a la Africa, ir con la tienda y los sacos, y pernoctar por donde nos plazca. Falta menos...



El retorno por el mismo camino hasta Arenas de Cabrales, donde volvimos al Alto del Ortiguero para encontarnos con Pepín y su CBR 1100 XX que nos acompañó a la vuelta.

Parada en Posada de Llanes a ver un poco de moto-cross, y volvemos a rodar.

El viaje se hace entretenido por las curvas, y hay poco tráfico.

Paramos a repostar en Colunga. Le saqué una media de 5 litros a la 750. Esto parece un mechero. Impresionante.

Allí Pepín no sé si estaba regulando el haz de la CBR o tomándole el pelo al amigo Karlos, para ponerle moreno por partes, juas juas juas...

Y allí nos despedimos del resto, a eso de las 20:00 h, pues ya teníamos prisa, y volvimos todo por autopista hasta casa.

Unos 370 km y 10 horas de ruta. Hoy tampoco estuvo nada mal.

Encantado de haber conocido a Senén y a Pepín. Y de haber vuelto a ver a Karlos.

Hasta la próxima,

Chus.