Pues que esta mañana tenia un hueco libre tras hacer la colada y preparar los canapés y refrigerios varios que serían posteriormente objeto de voraz degustación , decidí sacar el potro a pasear y, de paso, probar sus nuevas herraduras de hierro forjado al mixto-michelin.

Una ruta de 120 KM, de los cuales 35 eran por campo prohibido.

Serían las 12:00 cuando dejo la legalidad del duro asfalto para adentrarme en la espesura del bosque piñonero. Entro por Gatova y salgo en Serra. Pista forestal ancha donde las haya, limitrofe de zona de especial proteccion del parque natural y, en teoría, se puede circular con herraduras de plastilina o mixtas.

Nadie...ni Dios, ni tres.

Nadie en el merendero de Tristan.

Nadie en la fuente que hay a medio camino.

Nadie...absolutamente nadie por la pista. Ni senderistas, ni biciclistas, ni sabingueros.

En donde meses atras te cruzabas siempre con gente (porque parecía una auto-"pista", por ser muy transitada ), de golpe y porrazo, quizá sean visiones mías o coincidencia , me ha resultado bastante penoso no ver a nadie por ahí.

No sé... probaré mañana a ver si esque la gente estaba durmiendo la siesta o bien, acojoná con la nueva ley molona de "medio-ambiente"

Lo dicho... añadir a cuidado en la carretera...cuidado en la pista.