Hoy he quitado de la lista de "sitios pendientes de conocer" una pista a la que le tenía ganas desde hace mucho tiempo.
Sin planes concretos para el día de hoy, y tras pensar en varias alternativas, decidimos darnos un rulillo a nuestra bola, e ir a conocer la pista que siempre miro cuando pasamos por delante de Santa María del Puerto, an Arbás.
Paramos en la fuente infinidad de veces a refrescarnos y siempre quedo con ganas de ir pista arriba.
Tras la últimas indicaciones que el buen amigo Tino me dió en otro post, decidí que hoy es el día adecuado para recorrerla.
Así que sacamos a la Africota de paseo por el Alto de la Madera, La Gargantada, Santo Emiliano, y desde Mieres, Ruta de la Plata hacia el sur.
Hicimos una breve para en El Berrón a comprar jala, y de paso quitar las sudaderas. Vaya calor que hizo hoy. Y menos mal que hoy mismo quitamos los forros de invierno a la cordura.
Cuando pasamos por Mieres dudaba en parar en Vegalafonte para saludar a Fraile y toda la peña de Moteros Astures que estaba por allí, pero lo descarté porque íbamos a perder mucho tiempo e íbamos algo pillados. Al pasar por delante del desvío, me pareció ver subir una custom. O era un trike? Jur jur jur. Eran las 14:30 aproximadamente.
El tramo de Campomanes hacia el puerto, me hace disfrutar de lo lindo. Alguna R por allí, como de costumbre.
En la subida, volví a ver el 4 ejes volcado, pensaba que lo habían rescatado, pero no.
Santa María del Puerto:
Para saber más de esta colegiata, pincha aquí.
Descansando junto a la fuente, de gélida, riquísima, cristalina y abundante agua. Se ve de fondo el inicio de nuestra ruta de hoy.
Encaro la subida con mucha ilusión, y al poco tiempo se ven las claras reminiscencias mineras de la pista:
Seguimos subiendo y atravesamos otro interesante enclave de arqueología industrial, continuación, casi seguro, de las misma explotación que dejamos atrás.
Arco de entrada a una bocamina cegado.
Seguimos subiendo, la pista es de gravilla, sin mayor complicación que cuidar que no se te pire la rueda delantera.
Un cargadero (con "r", puntualizo) jur jur jur.
A partir de aquí hay una serie de subidas con piedras sueltas que si bien tampoco tienen gran dificultad, te hece ir bastante más concentrado, y al ir con pasajero, más.
Tras empezar a llanear de nuevo, paramos a engullir algo, que ya es hora.
Y tras llenar el buche y disfrutar del entorno, seguimos camino hacia las alturas.
Aproveché para que Eva me sacara alguna foto.
Más arriba hubo algún surco que cruzar, y como siempre quedo alucinado de lo bien que va la Africa Twin fuera de lo negro. No eran demasiado complicados, pero uno, que era algo más chunguillo, lo pasamos (sin bajarse Eva) con la gorra. Flipado me tiene esta moto.
Esto promete. El paisaje es una pasada.
Desde las alturas vemos la carretera nacional, la estación de esquí de Valgrande, las pistas (que pasada El Tubu), las Tres Marías...
Según pasamos por aquí, oimos y vemos de reojo a las ranas que saltan a nuestro paso y paramos a verlas.
Pero las muy cucas se escondieron bien y sólo pudimos verles los huevos, jur jur jur.
Allí nos llenamos de barro las botas, así que aprovechamos pa limpiar los pieses y refrescarlos un poco.
La estación de esquí.
Seguimos subiendo. Al rato, vemos a lo lejos una extraña construcción, y parece que la pista se acaba allí.
Qué cono pintará aquí este embalse?, me pregunto.
Será para abastecer de agua a los ganaderos?
y allí damos una ronda de reconocimiento de la zona.
Se puede seguir hacia la cumbre, pero el camino parece que empieza a empeorar notablemente y paso de aventuras hoy, que he de volver pronto para una visita que hemos de hacer.
Desde allí vemos en inicio de nuestra ruta.
Si te fijas, a la izquierda verás el cementerio, la fuente, los guardacoches, la Parrilla Quico, la colegiata, etc.
Y ya durante la bajada, obtenemos nuevas perspectivas del mismo paisaje.
En otra ocasión habrá que ver esta cabaña más de cerca.
Y algún sibarita de la zona se curró un jacuzzi natural por la cara...
Y llegamos de nuevo a la zona de surcos. Bajando se pasan mejor que subiendo.
Una bocamina.
Paramos a investigar un poco...
Estamos en lo que eran las duchas.
Empiezan a formarse estalactitas y estalagmitas. Flipante. Pero no es un caso extraño. Se da mucho este fenómeno en construcciones abandonadas.
Otra bocamina tapiada.
Encontramos un carbón brillantísimo y grasiento. Si algún entendido lee esto, me gustaría que me explicase qué tipo de carbón es este.
Seguimos por allí...
Cualquier día encontramos un cadaver putrefacto en los antros que visitamos.
También encontramos unos extraños cilindros. Supongo que sean los restos de las catas que en su día se habrían heco por la zona. Agradecería al mismo entendido de antes unas palabras sobre estos cilindros.
Volvemos a subirnos a la moto y seguimos bajando.
Encontramos lo que parece ser la entrada a una caverna, aunque el materia de la zona no es el más adecuado precisamente, para estas formaciones.
No vimos esto al subir. Lobos?
Y la solución al misterio del embalse que vimos arriba.
Una central electrica, accionada por la fuerza hidráulica.
Más abajo volvemos a adentrarnos en la abandonada explotación.
Y fin de la ruta, donde podemos ver la parte trasera de Santa María del Puerto.
Volvimos a parar en la fuente.
Y veo un trailero que con una cuidada DR650 está sacando fotos por la zona.
Creo que es un compañero de este foro, pues algo había leído de una visita a Asturias por parte de unos compis de varias provincias. Y más adelante, aprovechando que se desvía al aparcamiento de Brañillín, le paro y se lo pregunto. No es quien creía, pero posiblemente Jose visite esta web no muy tardanto y nos acompañe en algun ruta trail. Nos despedimos y seguimos ruta.
Y a Gijón sin parar, disfrutando de las curvas de Pajares en cada momento.
Espero que os haya gustado leer esta crónica, como a nosotros el descubrir este nuevo lugar.
Vssssss,
Chus.
Citar
