Bueno, pues este es el resultado de un post de Chaviri en el que buscaba acompañantes para una ruta por La Rioja.
Nos juntamos Chaviri, Fran, Fumero, Chato, Eduardo y el que “susescribe”. A pesar de que el sábado no paró de llover en todo el día por esta zona y de que a la hora de salir también se escapaban algunas gotas, el día se mantuvo seco por lo menos de cintura para arriba. Después de tomar un cafetito acompañados por Tacoss17 que había venido de negocios, nos preparamos para salir.
Y ya metidos en faena.
Las nubes todavía eran dueñas de la montaña y le daban un toque especial al paisaje.
Seguimos adelante
Los ríos de la zona bajan a tope de agua y a este puente solo le quedan unos centímetros para que el agua lo desborde.
Al amigo Chato ya le empieza a picar el estomago y como le gusta almorzar sentado no hay mas remedio que parar para darle gusto.
Después del almuerzo toca volver al trabajo y por una pista en subida alcanzamos cotas mas altas.
Algo se mueve entre los pinos.
Por un camino bastante embarrado descendemos un poco y hacemos una breve parada
En la que no me resisto a una pequeña toma de contacto con la Dakar de Chaviri.
Todos los barrancos bajan a tope de agua
Volvemos a subir a mas altura. En esta zona los caminos parecen ríos con alguna piscina de vez en cuando.
Aunque quizá esta es la que se lleve la palma.
Fumero por un lado.
Chaviri por el otro.
Y el Chato por el centro
Detrás de esta cortina de agua está Fran.
Eduardo se lo toma con mas tranquilidad.
Fumero ha conseguido lavar su chaqueta
Mas adelante nos metemos de lleno en un precioso hayedo que después de las lluvias está impresionante.
Breve parada para tensar la cadena de Fran.
De nuevo bajamos al valle y después de ver la cantidad de agua que hay en la sierra, no es de extrañar que los ríos bajen a rebosar.
Y otra vez hacia arriba.
para adentrarnos en otro hayedo, mas pequeño que el anterior pero con la misma humedad
Una vez fuera del hayedo cogeríamos una pista entre pinos con bonitos paisajes a nuestros pies.
Terminada la pista, media docena de km por carretera hasta llegar a un pueblo donde tomaríamos un refrigerio. Y sin saberlo fue una buenísima idea, ya que 10 metros antes de parar y ya a escasa velocidad Fran oye un ruido raro en su rueda delantera y la moto se queda prácticamente frenada de delante. Increíble pero cierto, el disco delantero se ha cortado por la mitad.
No quiero imaginar lo que hubiese pasado si le ocurre 200 metros antes ó después rodando por la carretera.
Hay que cortar el disco y sacar la parte que se ha quedado “flotando”.
A partir de aquí, cojeremos el camino mas sencillo de vuelta.
El cauce de este barranco siempre esta seco y muy poquitas veces lo he visto con agua, hoy es una excepción.
Después de cruzarlo varias veces y volver a mojarnos los pies, una pista nos acerca a los últimos 10 km. que haremos por carretera.
Y llegamos a destino.
Por mi parte decir que ha sido una bonita jornada en muy buena compañía en la que hemos recorrido 192 km. , y aunque hemos ido todo el día con los pies a remojo, a merecido la pena comprobar lo guapo que esta el monte después de la cantidad de agua que ha caído estos días.
Un saludo y hasta la próxima.